Femicidio de Cecilia Strzyzowski: declaró la esposa de Emerenciano Sena y no respondió preguntas

Marcela Acuña, la esposa de Emerenciano Sena, imputada por el homicidio de la joven de 28 años, estuvo frente a los fiscales. Solo habló de lo que hizo el día de la desaparición

Desde Resistencia, Chaco. Marcela Acuña, esposa de Emerenciano Sena y madre de César Sena, fue trasladada a mediados de la mañana de este miércoles para ser indagada por los fiscales a cargo de la investigación del femicidio de Cecilia Strzyzowski. La mujer, al igual que su esposo, pidió declarar, en un encuentro que duró cerca de tres horas. No respondió preguntas.

La detenida fue llevada desde el Departamento de Violencia Familiar y Género, donde estaba alojada, hacia la fiscalía. Recorrió las 15 cuadras que separan ambos edificios en medio de un fuerte operativo policial. Por motivos de seguridad, dejó la dependencia con la cabeza protegida con un casco, tal como sucedió con Emerenciano cuando declaró este martes. Al llegar a la fiscalía, varios vecinos la recibieron al grito de “asesina”.

Se fue como llegó: Acuña dejó la sede de la fiscalía en medio de incidentes de los vecinos que protestaban en su contra. La policía de Chaco debió realizar un cordón para proteger el móvil que la trasladó de vuelta a su lugar de detención.

¿Qué sucedió en esas tres horas que estuvo ante los investigadores del caso? Jorge Cáceres Olivera, uno de los tres fiscales, le dijo a la prensa este miércoles que Acuña no respondió preguntas, al igual que había sucedido ayer con su marido. “Cada uno dio su postura de lo que pasó”, explicó en alusión al matrimonio.

“Ninguno respondió preguntas, salvo (Gustavo) Obregón que se mostró colaborador y estuvo en el lugar del rastrillaje”, destacó Cáceres Olivera sobre los procedimientos que se hicieron este martes y culminaron con el hallazgo de restos óseos y el dije con forma de cruz que tanto se parece al que llevaba Cecilia. Y sobre la indagatoria de Acuña, el fiscal agregó: “Ella relata lo que hizo el día de la fecha”.

La líder piquetera, que se encuentra imputada por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de co-autor, había iniciado una huelga de hambre la semana pasada, ya que su pareja no había sido beneficiado con la prisión domiciliaria.

“No me dijo por qué tomó la decisión. Yo no le aconsejé declarar. Ella pidió hacerlo espontáneamente”, dijo a la prensa el abogado Juan Carlos Saife, que defiende al matrimonio, este martes, luego de la declaración en la que el ex precandidato a diputado se despegó del crimen. “Yo no fui”, “No estuve en el lugar”, aseveró.

Acuña es, para la querella, la autora material del femicidio. Juan Arregín, el abogado que representa junto a Gustavo Briend a la familia de Cecilia, afirmó: “Para la fiscalía, el asesino es César, pero para nosotros sería Marcela Acuña” ,en diálogo con Radio Continental.

“Cecilia y César no podían convivir porque Marcela les prohibía y este chico estaba bajo la terrible influencia de su madre”, agregó y continuó: “Hay un dato que no es menor: hay que entender que, para los Sena, su hijo era el príncipe heredero de todo este monstruo que crearon“. Para el abogado, el móvil del homicidio no fue económico, sino “sacar a Cecilia del medio”.

Por otra parte, se pospusieron los reconocimientos de los objetos hallados entre el domingo y este martes en las inmediaciones del Barrio Emerenciano, como el dije con forma de cruz atribuido a Cecilia hallado en los últimos rastrillajes y varios elementos de la valija quemada que fue encontrada en un descampado. Los procedimientos con la familia de la víctima se iban a hacer este miércoles, pero se pospusieron nuevamente: entre mañana y pasado se completarían, avisó el fiscal Cáceres Olivera.

Este martes, buzos tácticos hallaron restos óseos triturados y un dije con forma de cruz -similar al que usaba Cecilia- en el interior de una bolsa hallada en el lecho del río Tragadero, lindero a la chanchería de la familia Sena.

La clave para llegar al lugar fue la declaración que Obregón dio ante los fiscales Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez, en lo que algunos lo interpretaron como el quiebre del “pacto de silencio” que mantenían los imputados.

Obregón, que es el marido de Fabiana González (también detenida por el caso), declaró que arrojó bolsas en el lecho del río por pedido de Sena, pero que nunca supo el contenido, dijeron las fuentes.

Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio pasado, a las 9.16, cuando ingresaba a la casa de la familia Sena. Para los fiscales, Emerenciano, Acuña, su hijo César, González y Obregón tuvieron un rol directo en el crimen de la joven, ya que para ellos todos estuvieron en la casa de Santa María de Oro, donde sospechan que ocurrió un ataque vinculado a una discusión por dinero.

Por esa razón, al matrimonio lo imputaron por “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautor” y a su hijo por ese mismo delito “agravado por el vínculo y por haberse realizado en un contexto de violencia de género (femicidio)”. En tanto, a González le endilgaron el “homicidio agravado en calidad de partícipe necesario” y a Obregón ser “partícipe secundario”.

Mientras que Gustavo Melgarejo, casero del campo de la familia Sena, y su pareja Griselda Reinoso, fueron imputados por “homicidio agravado en calidad de partícipe secundario”, ya que se cree que su participación fue para eventualmente deshacerse del cuerpo.

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