Cruces en China por el polémico video en el que el expresidente Hu Jintao abandonó el Congreso del Partido Comunista

En una sorpresiva escena, el expresidente chino Hu Jintao abandonó el Congreso del Partido Comunista, ante las críticas a Xi Jinping, que indicaban que ordenó echarlo del cónclave, los medios oficiales confirmaron que el exmandatario “no se sentía bien”.

Tal como se lo pudo ver en los videos, Hu se fue escoltado por dos personas cuando salió del recinto del Gran Salón del Pueblo de Pekín, donde estaba sentado en primera fila junto a su sucesor.

A raíz de la repercusión de su salida, desde la agencia Xinhua explicaron: “Como no se sintió bien durante la sesión, su equipo, por su salud, lo acompañó a una sala contigua para descansar. Ahora se encuentra mucho mejor”.

Hu, de 79 años, presidió China de 2003 a 2013 y tiene reputación de reformista. Apareció el domingo pasado en la ceremonia de apertura del congreso con un aspecto muy envejecido y el pelo completamente canoso.

Su sucesor Xi Jinping, de 69 años, debe ser confirmado este fin de semana como secretario general del partido, antesala de su reelección en 2023 como presidente del país, en un inédito tercer mandato.

Sacaron a la fuerza al expresidente Hu Jintao chino en medio de la ceremonia de clausura del Congreso del Partido Comunista, el actual líder chino Xi Jinping ordenó echar a su predecesor inmediato Hu Jintao, que estaba sentado a su lado y toda la escena quedó grabada.

Según se puede ver en un video grabado por periodistas de la agencia AFP, Hu, de 79 años y aspecto débil, fue invitado por unos auxiliares a dejar el recinto del Gran Salón del Pueblo de Pekín, donde estaba sentado en primera fila junto al actual mandatario.

En las imágenes, se ve a un auxiliar intentando agarrar del brazo al expresidente, pero este se niega. El hombre intenta entonces levantarlo por las axilas, pero el político, que lideró el país entre 2003 y 2013, sigue resistiendo.

En ese momento, Hu intenta agarrar unos documentos de su mesa, que parecen pertenecer al líder chino. Xi Jinping los sostiene con firmeza. A continuación, el auxiliar mantiene una breve conversación con el expresidente y finalmente logra escoltarlo hacia la salida.

Al levantarse, Hu Jintao mantiene un breve intercambio con Xi Jinping, que le responde sin mirarle, y con el primer ministro Li Keqiang, al que da una amistosa palmada en el hombro. Los otros asistentes no parecen inmutarse.

Las autoridades no dieron ninguna explicación oficial dea lo sucedido: La escena se produjo poco después de que entrara la prensa en el recinto y justo antes de la votación unánime de unos 2.300 delegados del Partida Comunista china para incluir el “rol central” de Xi Jinping en los estatutos del partido.

“Humillación total”: la reacción de los analistas ante el trato al expresidente chino: “Todavía no está claro qué lo motivó, si fue para contrarrestar el poder de Xi o un momento desagradable para una persona mayor”, comentó Neil Thomas, analista de Eurasia Group. “A falta de más información, es difícil sacar conclusiones sobre la relación entre este incidente y la política china”, añadió.

“Tanto si fue deliberado, como si estaba sufriendo, el efecto es el mismo. Una total humillación para la última generación de líderes antes de Xi”, tuiteó por su parte Alex White, un analista británico que ha vivido en China.

El sábado por la tarde, el nombre de “Hu Jintao” parecía censurado en la red social Weibo. Solo había informaciones de la víspera difundida por cuentas oficiales.

Xi Jinping va por su tercer mandato al frente del país asiático

Xi Jinping, de 69 años, debe ser confirmado este fin de semana como secretario general del partido, antesala de su reelección en 2023 como presidente del país, en un inédito tercer mandato.

Desde que llegó al poder a finales de 2012, Xi se convirtió en el dirigente más fuerte de la China moderna desde Mao Tse Tung. Disciplinó a rivales con una campala de luchas contra la corrupción y su presidencia se caracterizó además por el regreso del culto a la personalidad, con su omnipresencia en los medios y afiches callejeros, así como por el refuerzo de la represión contra los defensores de la democracia y los derechos humanos.

“No tiene el peso histórico de Mao, pero ha logrado superar los obstáculos limitantes dentro del partido. Hoy tiene una mayor cuota de poder y más capacidad de conducción que otros dirigentes que lo antecedieron en el cargo”, dijo a TN el analista especializado en China, Sergio Cesarin, docente de la Universidad de Tres de Febrero e investigador del Conicet.

Desde este sábado, los cerca de 97 millones de miembros del partido deberán “defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité central del Partido y del Partido en su conjunto” según una resolución adoptada de forma unánime, poco antes del cierre del congreso.

En un discurso previo, Xi Jinping había instado al Partido Comunista a “sufrir y a ganar” para “seguir avanzando”. “Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando”, lanzó con aire triunfal Xi a los casi 2300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de Beijing.

El 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de China, desde su creación en 1921, se desarrolla en un momento delicado para el gigante asiático, que se enfrenta a una ralentización económica por los repetidos confinamientos anticovid y a tensiones diplomáticas con Occidente.

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