“Caminos de tiza” lleva más de cinco años llevando educación comunitaria, intercultural y bilingüe a poblaciones vulnerables de Misiones

Escuelita ambulante Caminos de Tiza trabaja desde hace cinco años en la provincia, tanto con menores discapacitados, como chicos sin discapacidad. Su fundador Julio Pereyra explicó la tarea que realizan y de que forma se puede colaborar con el voluntariado.

Si bien “Caminos de tiza”, impulsado por su fundador el docente Julio Pereyra, existe desde hace ocho años, es desde hace cinco que trabaja en catorce comunidades misioneras, con chicos con y sin discapacidad, y también con sus familias y referentes educativos locales.

 

Con el propósito de visibilizar la realidad de las comunidades del noroeste argentino, “Escuelitas Ambulantes, Caminos de Tiza”, ha institucionalizado en el sistema educativo a más de 700 chicos con una alfabetización del 100%. El proyecto, fundado por Julio Pereyra, educador comunitario y docente de apoyo a la inclusión, brinda una alternativa a la problemática de aprendizaje de las comunidades más vulnerables y apartadas.

Escuelitas Ambulantes “Caminos de Tiza” lleva 8 años recorriendo lugares precarios y de difícil acceso y se basa en una propuesta de Educación Comunitaria de voluntariado en basurales, aldeas, comunidades originarias y barrios marginales en diferentes localidades, sumado a talleres sobre Inclusión Educativa y estrategias didácticas a Centros Educativos Públicos de manera gratuita.

Su finalidad es dejar capacidad instalada a nivel pedagógico, terapéutico, domiciliario y hospitalario en áreas de vulnerabilidad social como: educación sexual, higiene escolar, alfabetización inicial, apoyo escolar, estimulación temprana/oportuna, psicomotricidad y psicopedagogía, para niños con discapacidad y/o problemáticas del aprendizaje (asperger, autismo, dislexia, discapacidad motriz, ciegos, sordos), que abarca desde el uso de lenguaje de señas, hasta la comunicación alternativa aumentativa.

Según la localidad abordada se plantean estrategias de aprendizaje específicas, bajo contextos sociales como: analfabetismo, falta de documentación personal, enfermedades – sarna, lepra, HIV, leishmaniosis, gripe H1N1 y dengue-, poca accesibilidad – selva-, zonas interculturales bilingües, y en algunos lugares de realidades existentes como:  la desnutrición, no escolarización, analfabetismo, trabajo infantil, rebrote de enfermedades, entre otros.

Desde “Caminos de Tizas” se promueven y gestionan donaciones a comunidades vulnerables para facilitar el acceso a útiles escolares, material ortopédico y/o terapéutico, vestimenta, material deportivo, bibliotecas barriales y comedores comunitarios.

Dialogando con Misiones Online Tv, Julio Pereyra, contó que en Misiones trabajan con comunidades que van desde Gobernador Roca, pasando por Capioví (San Gotardo), Puerto Rico, San Antonio y Andresito. “Trabajamos con niños con o sin discapacidad, con la idea de sostener las trazas de escolarización o terapéuticos pedagógicas, para la reinstitucionalización de los chicos, a la vez de la pedagogía de la emergencia, que es lo que trabajamos”.

Se trata de trabajar problemáticas concretas de cada comunidad, como prevención de afecciones como la leishmaniosis, dengue, uras, pique o pediculosis. Se busca enseñar a los padres la higiene postural, o el cuidado de prótesis. También durante las visitas a las comunidades se lleva un ropero solidario, biblioteca itinerante, educación sexual integral, alfabetización, apoyo escolar, y propuestas terapéuticas pedagógicas.

 

«Se trabaja con tres perfiles de chicos. Los que están por fuera del sistema, porque tienen discapacidad, y como viven en contextos rurales, las escuelas especiales les quedan lejos, y encima en contextos interculturales y bilingües. Otros chicos que estaban en las escuelas y nosotros le damos procesos de alternancia, y complemento pedagógico. Y también chicos que han vuelto a las escuelas a través de la intervención de Caminos de tiza. En este momento de los chicos que no tienen discapacidad, tenemos al 100% institucionalizados, tanto en escuelas de fronteras, como en interculturales bilingües. Y en el campo de la discapacidad, sobre todo aquellos chicos mayores de 15 años, somos todavía la única propuesta terapéutico pedagógica que reciben en esos lugares” señaló el docente.

¿Cómo nace caminos de tiza?

“Nosotros llegamos por primera vez a Paso de los Libres (Corrientes), donde encontramos niños trabajando, viviendo en la basura, analfabetos y con trazas escolares discontinuas. Y como Argentina es un país muy solidario, entonces nosotros nos dimos cuenta que otro tipo de asistencias, como alimentarias, de vestimenta o socio ambientales llegan, pero nadie llega con educación. Entonces ahí es cuando Caminos de tiza decide enfocarse en este tipo de voluntariados y propuestas. Estuvimos allí hasta que un veterano de guerra de Malvinas, (Raúl Saucedo) me trae a Misiones y me enamoro de esta tierra. Yo soy originario de La Paloma, Uruguay, pero en Argentina viví en Resistencia, Chaco, Corrientes y ahora en Misiones” explicó Julio.

Aparte del voluntariado, y gracias al reconocimiento incluso internacional que ha logrado, por sus prácticas y diseños educativos, Pereyra trabaja para sostenerse económicamente, invitado por universidades o ministerios de educación de otras provincias. “Eso no es de carácter gratuito o voluntario, sino que es de lo que me sostengo y sostengo parte de Caminos de tiza” aclaró.

Y Caminos está integrado también por la profesora de educación especial, Yanina Rossi, que es de Capioví. Ella se encarga de la educación sexual integral (ESI), y de las cuestiones más propias de la interculturalidad guaraní. Con las madres trabaja en prevención de violencia de género. Además, participa Raúl Saucedo, que eventualmente acompaña al grupo haciendo el registro audiovisual de los trabajos.

La tarea que llevan adelante se articula con los espacios de primera infancia (EPI), Fundación Tekoá Porá, maestros de escuelas interculturales bilingües, y con educación especial.

¿Cómo se solventa Caminos de tiza?

“Como ya hace ocho años que trabajamos y como transparentamos todos los usos, fines y destinos de los materiales que recibimos, a través de las redes sociales, incluso obteniendo recursos a través de los premios internacionales, tenemos una serie de apadrinamientos para los chicos. Esos apadrinamientos no son para caminos de tiza, sino para los destinatarios del trabajo. No nos envían dinero sino materiales terapéuticos, ortopédicos y útiles escolares. Los roperos solidarios son por donación y lo mismo la biblioteca. Eventualmente el gasto principal es el combustible que lo solvento a través de mis ingresos, o en algunos casos con apoyo de las municipalidades, como es el caso de Capioví. y Andresito. Por ejemplo, en esa última localidad articulamos con los promotores de salud, el Centro Integrador Comunitario (CIC) y el Consejo de Discapacidad, hay un trabajo en red importante”.

 

Con caminos de tiza, colaboran padrinos particulares, que interesados por un niño o grupo de niños envía apoyo económico o becas de apoyo alimentario, ACAs que construyen escuelas de fronteras, una de ellas fue para un proyecto de Caminos de Tiza. También se articula con APAER.org que  es la Asociación de Padrinos de Escuelas Rurales de Argentina. Y se realizan proyectos de responsabilidad social empresarial, como con las empresas yerbateras de Andresito, que han permitido realizar perforaciones, huertas y caminos. Por otro lado hay argentinos radicados en Suiza que envían materiales específicos, con los que se construyeron baños en una comunidad guaraní. Y la Agencia Nacional de Discapacidad envió máquinas de hacer zapatos, con los que se hacen calzados para gente con discapacidad.

“Misiones está adelante en procesos de políticas públicas de educación y discapacidad”

Julio, que con los años de trabajo recorrió el país, opinó que Misiones “está avanzado diez años en procesos de políticas públicas. La dirigencia misionera tiene una clara visión de lo que se espera para la provincia, lo que muchas veces eso no ejecuta de manera correcta, por quienes deben aplicarlo en el territorio. Entonces las políticas públicas de Misiones están muy bien diseñadas. Hay leyes que están a la vanguardia de la Argentina, tanto en educación como en discapacidad, lo que a veces no llega a territorio porque hay una mala toma de decisiones por quienes tienen que aplicarlo”.

 

En Misiones, Caminos de tiza trabaja de manera directa ahora con 365 chicos, el 100% está alfabetizado. Y en cuanto a la salud, esos menores tienen los dientes, y se logró reducir los casos de uras y leishmaniosis.

 

Julio aclaró también que durante sus visitas a las comunidades, no hacen curaciones, porque eso es un trabajo del personal de salud, pero si se les enseña a grandes y chicos como mantener una herida limpia, cuando ir al médico, reconocimiento de animales ponzoñosos y cómo actuar ante picaduras, etc.

 

En las próximas semanas caminos de tiza estará en Andresito. En cada lugar se suele permanecer de tres a cuatro días dependiendo de las necesidades. Y se trabaja con los actores locales, que son los maestros, auxiliares de docentes indígenas, los educadores de los EPIs y los padres. Se ocupan de implementar formación comunitaria, para generar herramientas que les permitan trabajar, curar heridas, saber donde asistir si hay casos de violencia de género, o denunciar trata de personas, el objetivo es educar en derechos.

 

El trabajo de Caminos de tiza puede verse en las redes sociales, en Facebook, como “escuelitas ambulantes caminos de tiza”, también allí están los contactos para quienes deseen colaborar con el proyecto de voluntariado.

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