US Open | Francisco Cerúndolo no logró romper la telaraña de Andy Murray y se despidió del certamen

El argentino, en el mejor momento de su carrera y 24° preclasificado en Flushing Meadows, perdió en su debut ante el escocés, en el estadio Louis Armstrong. Además, Bagnis y Etcheverry también fueron eliminados.

AC/DC, Lenny Kravitz, The Doors. La electricidad musical desde los parlantes del estadio Louis Armstrong, el segundo en trascendencia del US Open, pareció inspirar a Francisco Cerúndolo en el arranque de su debut frente al escocés Andy Murray, una leyenda que juega con un implante de metal en la cadera y que hoy compite con más orgullo e inteligencia que despliegue y pimienta.

Por actualidad, el partido, en la apertura del major neoyorquino, se presentaba como un desafío oportuno para el argentino; de hecho, durante una buena porción inicial del match logró marcar el ritmo. Sin embargo…, la impaciencia, los errores no forzados y las fallas en el servicio terminaron un siendo un combo perjudicial que lo dejaron sin nada: cayó por 7-5, 6-3 y 6-3, en 2h42m.

El ambiente sofocante (más de 30° y 62% de humedad) no pareció ser una incomodidad para Cerúndolo (24° preclasificado); tampoco para Murray, un Big 4 con el cuerpo desgastado, pero sumamente lúcido mentalmente. Los jugadores, sudados de pies a cabeza y con las remeras pegadas al cuerpo, no escatimaron esfuerzos.

Con la experiencia de ya haber pisado un gran escenario que le dio el último Wimbledon (caída en cuatro sets, en el court central, ante Rafael Nadal), el porteño se plantó a tirar fortísimos impactos desde el inicio.

A Murray, que ganó el primero de sus tres trofeos individuales de Grand Slam en Flushing Meadows hace una década (el público le regaló una ovación cuando el locutor lo recordó durante la presentación), le costó decodificarlos, pero -obviamente- jamás perdió la paciencia y una vez que lo hizo se adueñó del aspecto emocional del partido, desmoralizó a Cerúndolo y lo llevó hacia una pegajosa telaraña de la que el argentino no pudo salir.

En su cuarto cuadro principal de Grand Slam, el mayor de los hermanos Cerúndolo buscaba ganar su primer partido en la categoría. El impulso del mejor momento de su carrera (Top 30 y campeón de ATP en Bastad en julio) invitaba a pensar que el último grande de la temporada, finalmente, actuaría de bautismo. El mundo de las raquetas así lo sospechaba. Sin embargo, el jugador entrenado por Kevin Konfederak perdió la brújula ante la sabiduría de Murray y se despidió en el primer día de acción.

Murray, de 35 años y actual 51° del ranking, demostró seguir ostentando una capacidad maravillosa para amortiguar los latigazos que le llegan desde el otro lado de la red. El británico, dos veces ganador de Wimbledon, es un experto en el arte de variar las alturas y los efectos. Y ello lo padeció Cerúndolo, que por momentos pareció sentirse atrapado, sin capacidad para desanudar el juego que le propuso el rival.

Con poder de anticipación, Murray se las ingenió para neutralizar impactos de Cerúndolo que salían desde su raqueta con mucho fuego pero terminaban sin profundizar. Por momentos, cuanta más pimienta llevaban los tiros de Cerúndolo, más los condimentaba Murray (el revés con slice, bajito y a los pies, es una delicia).

A los 24 años, Cerúndolo todavía se encuentra en la búsqueda de sentirse completamente sólido en la elite; su crecimiento en los últimos meses fue fenomenal, pero todavía carece de pie de plomo para gestionar ciertos momentos incómodos y desafiantes.

Cerúndolo se mostró acelerado y cometió demasiados errores no forzados ante Murray: 50 contra 32 de su rival. Y el escocés ganó ocho de los catorce break points que generó. Algunos de los registros que terminaron expulsando al argentino del torneo demasiado pronto, en apenas su primer desafío.

“La verdad es que estoy bastante enojado: no jugué un buen partido. No me sentí cómodo con mi derecha, ni con mi estilo de juego, con buscar el ataque, erré muchas bolas fáciles. Cada vez que quise acelerar, no me salió. Cuando me puse más pasivo él jugó impresionante. Te mueve la pelota para todos lados, te ataca, te pone las cosas más lentas, tira un slice, una para allá, otra para el otro lado”.

“Empecé a jugar más lento para no tirarla afuera, pero no sirvió de nada. Yo sacaba y me venía una devolución a la zapatilla; si yo la metía, le quedaba un penal”, reconoció Cerúndolo, que todavía permanecerá en el US Open, ya que actuará en dobles haciendo pareja con Pedro Cachin.

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Jornada complicada para los argentinos

Otro que se despidió rápidamente del US Open fue Facundo Bagnis, quien quedó eliminado al perder en el estreno ante el estadounidense Sebastián Korda por 5-7, 7-6 (7-3), 7-5 y 6-1.

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Jornada complicada para los argentinos

El santafesino, proveniente de la clasificación previa del torneo y situado en el lugar 106 del escalafón ecuménico del tenis, cayó contra Korda (92), tras 3 horas y 17 minutos de enfrentamiento.

Tras un primer set favorable, Bagnis cedió la segunda manga recién en el tie break, para caer en el tercero y cuarto parcial y marcharse tempranamente del certamen neoyorkino.

Por último, quien también dijo adiós fue Tomás Etcheverry al ser derrotado por el francés Hugo Grenier por 4-6, 6-2, 6-3 y 6-4. El platense, ubicado en el puesto 86 del ranking mundial de la ATP, perdió ante el francés Grenier (119), tras 2 horas y 59 minutos de contienda.

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Jornada complicada para los argentinos

Fue la primera experiencia de Etcheverry en el Abierto de los Estados Unidos, donde tuvo un buen comienzo y se quedó con el set inicial, pero a partir del segundo se mostró impreciso y cedió las otras tres mangas ante el entusiasta y aplicado tenista francés.

Este martes, será el turno de los pesos pesados del tenis argentino, ya que harán su debut Sebastián Báez (vs Carlos Alcaráz), Federico Coria, Federico Delbonis (vs Isner) y Diego Schwartzman.

 

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