Producen ladrillos hechos a base de textiles reciclados

En un mundo donde la sostenibilidad y el reciclaje tomaron importancia, cada vez más inventos sustentables están conquistando nuevos terrenos. Muchas empresas están incorporando alternativas reciclables y sostenibles en sus procesos productivos. Sin embargo, uno de los mayores desafíos sigue siendo la industria textil, responsable de una enorme cantidad de contaminación.

La moda rápida disparó la producción y desecho de ropa, generando que el 20% de los desechos mundiales provengan de esta industria, con millones de toneladas de textiles desechados anualmente. Para enfrentar este impacto ambiental, es necesario reducir los residuos textiles, prolongar el ciclo de vida de los productos y aumentar su reciclado.

En respuesta a esta realidad, la arquitecta francesa Clarisse Merlet desarrolló una innovadora solución: ladrillos reciclados hechos a partir de ropa desechada. FabBRICK, como se llama este producto, utiliza textiles reciclados y pegamento ecológico para crear ladrillos resistentes al fuego y a la humedad, que además son excelentes aislantes térmicos y acústicos.

Merlet estaba investigando nuevos materiales de construcción cuando se le ocurrió fabricar ladrillos a partir de textiles reciclados. La mayoría de la ropa está hecha de materiales sintéticos y no biodegradables, como poliéster y nylon, por lo que su idea contribuye significativamente a reducir la polución. Estos ladrillos no solo ayudan a controlar el consumo energético en las viviendas, sino que también disminuyen la contaminación sonora en las ciudades.

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El proceso de fabricación de los ladrillos comienza con la selección del color de los textiles. La ropa es triturada y mezclada con pegamento ecológico, asegurando que cada ladrillo tenga el mismo peso. El pegamento, hecho de ingredientes biológicos, es no contaminante y garantiza que sean impermeables y resistentes al fuego. La compresión de los ladrillos se realiza manualmente en una máquina diseñada por Merlet, y luego se dejan secar de forma natural durante dos semanas.

Desde el inicio del proyecto, se reutilizaron más de ocho toneladas de textiles. Esta innovación está reduciendo el impacto ambiental en Francia, donde se recolectan cerca de cuatro millones de toneladas de textiles anualmente. Los ladrillos FabBRICK se utilizan actualmente para crear muebles, dividir habitaciones y decorar paredes, con la visión futura de ser utilizados en la construcción de casas y edificios.

El algodón es el mejor material para el aislamiento térmico y acústico, seguido del denim, también hecho de algodón. Sin embargo, se pueden usar otros materiales como poliéster, elastano y PVC. La empresa experimentó incluso con la fabricación de ladrillos a partir de barbijos quirúrgicos triturados, reutilizando residuos de la pandemia.

Cada ladrillo FabBRICK utiliza aproximadamente dos o tres camisetas de tamaño regular, permitiendo personalizar el diseño con diferentes colores. Los ladrillos están disponibles en cuatro tamaños, adaptándose a diversas necesidades de construcción y decoración.

La popularidad de este innovador invento va en aumento, y es probable que en el futuro los ladrillos reciclados se conviertan en una alternativa viable al cemento. De esta forma se logró transformar los residuos de la moda en soluciones sostenibles, aportando de manera significativa a la protección del medio ambiente y ofreciendo una propuesta útil y novedosa.

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