Productores exigieron que paren las importaciones de yerba mate y que se vuelva a regular precios e industriales defendieron el libre comercio

Referentes de la actividad yerbatera expusieron ante un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación. Productores pidieron el voto en contra al DNU de Milei para que el INYM recupere sus facultades de regular precios y exigieron el cese de las importaciones. Industriales defendieron tanto la desregulación como su derecho a importar y advirtieron que caen las ventas al mercado interno. Desde la Provincia pidieron que el Estado “ordene” al sector.

Un plenario de las comisiones de Economías y Desarrollo Regional y de Agricultura y Ganadería de Diputados convocó a referentes de la actividad yerbatera con el objetivo de conocer la realidad del sector. Expusieron referentes de la producción, cooperativas, industria y el ministro del Agro de Misiones, Facundo López Sartori.

En la oportunidad quedaron expuestas las contradicciones típicas de un sector en el que conviven intereses enfrentados. Los temas centrales fueron la regulación de precios que hasta el DNU de Javier Milei era facultad del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y la importación, fenómeno que viene creciendo desde la segunda mitad del año pasado y que en marzo registró los niveles más altos de los últimos años.

El encargado de abrir el fuego fue López Sartori, quien en una escueta pero concisa intervención indicó que la postura de la Provincia es pedir “un ordenamiento”. “no estamos acá para venir a contar lo que pasa, venimos a pedir un ordenamiento para una economía que afecta a más de 100 mil familias, para saber cómo nos afecta la apertura de importaciones, por ejemplo. Hasta el año pasado teníamos los precios de la hoja verde ordenamos por la intervención del Estado y esta era una de las pocas economías regionales que para Coninagro tenía semáforo verde, queremos que siga así”, dijo.

Facundo López Sartori, ministro del Agro de Misiones

La intervención del ministro del Agro, en clara defensa de la regulación del mercado yerbatero, fue acompañada por el director del INYM por la producción y presidente interino del organismo, Nelson Dalcolmo, quien recordó que en los 90, con la desregulación, el precio de la hoja verde pasó de 23 a 3 centavos de dólar y eso llevó a un crecimiento del desarraigo rural. “Salimos a manifestarnos y la respuesta fue la creación del INYM, en estos 22 años de actividad regulada quedó demostrado que la actividad es sustentable”, dijo.

 

Contra la importación

Después el productor Jorge Skripczuk leyó las conclusiones de la asamblea realizada la semana pasada en San Pedro. “Los productores expresan unánimemente la preocupación por la importación de yerba mate elaborada, manifiestan que debería ser autorizada una vez finalizada la cosecha de yerba mate de la provincia de Misiones y Corrientes”.

“De seguir con la importación indiscriminada, se afectaría regionalmente a las familias productoras de yerba mate y tareferos. La emergencia existente en ambas provincias amerita que el gobierno nacional comunique una respuesta favorable”, señaló.

Asimismo, el productor yerbatero Waldemar Schwider también remarcó la preocupación por la importación de yerba. “Al traer productos del Brasil y de Paraguay quedan nuestros productos en las chacras, nosotros venimos a reclamar para que ustedes frenen las importaciones”, explicó.

Por su parte, el productor Ángel “Cacho” Oseniuk consideró que “está en juego la producción de las provincias”. “Somos los mayores productores de yerba mate del mundo y ¿estamos importando yerba? ¿A ustedes les parece? Hoy entraron casi 4 millones de yerba de Paraguay a competir sobre nuestros productores”, ejemplificó.

Oseniuk advirtió que “si no paran la importación en 15 días vamos a esperar a todos los camiones que lleguen de Paraguay o de Brasil. Los vamos a esperar de este lado, vamos a defender el producto madre porque con pagos a 60 90 y 120 no va a quedar ningún pequeño secadero en pie”.

El presidente de la Cooperativa de Santo Pipo (Piporé) Raúl Karaben, señaló que uno de los problemas centrales para avanzar en la cosecha es la falta de crédito. “No hay financiación, no llegamos a un cuarto de la cosecha y no hay más plata”. Advirtió además que los elaboradores argentinos vienen perdiendo mercados externos con Brasil y Paraguay por “malos manejos de la política cambiaria” que se dieron especialmente en los últimos tres años.

 

Mercado libre

Gustavo Quatrin, de la cooperativa Playadito, sentó postura respecto a los dos temas más reiterados durante la reunión, “creemos que no se debe prohibir absolutamente nada, creemos en la libre competencia, en el mercado, en la libertad, porque eso nos hace mejores”.

Indicó que la empresa que representa no importa yerba, pero defendió el derecho de los demás a hacerlo y consideró que la regulación de precios sería una amenaza para las cooperativas. “Con precios regulados perdemos con las grandes industrias que buscan integrarse verticalmente para no tener que pagar esos los precios regulados”, indicó.

Quatrin hizo además un análisis bastante preocupante de la actualidad del mercado yerbatero. Advirtió que la demanda viene bajando lo que llevó incluso a que varios molinos suspendieran turnos, que los precios en góndola están retrocediendo, “hoy están 20% debajo de lo que estaban hace 60 días”, dijo.

Por su parte, Denis Bochert, director de cooperativas del INYM, sostuvo que el instituto es una excelente herramienta para el sector yerbatero porque contempla las diferentes posturas de la cadena productiva. Si bien reconoció que siempre hay cosas para mejorar, se debe “cuidar y defender” porque es el sitio donde mejor se resuelven los problemas. Tomó el concepto de Raúl Karaben respecto a que la yerba mate es un producto de consumo inelástico y que es barato (5 mil pesos el kilo) comparado con cualquier otro de la canasta básica.

“Existen muchas posturas dentro del INYM y hay que respetarlas. Todos tenemos que tener márgenes respetables de ganancias. Hoy venimos acá a contar que, como en la década del 90, hoy con los precios que se están pagando no cubriríamos los costos de la cosecha”, añadió.

La mirada de la industria

Luego fue el turno de German Horisberger y Joaquín Comas, directores titulares por la Industria en el INYM.

El primero habló directamente de las noticias que se instalaron en la opinión pública y que afirman que la yerba mate importada está envenenando a los consumidores. Explicó que afirmar eso es “de enorme irresponsabilidad”. Como ejemplo mencionó lo que se debatió en la Comisión del Mercosur sobre el límite en el porcentaje de cadmio que hay en el cacao, que se come directamente, un poco más del 233% del que se consume en la yerba mate. Recordó que Brasil alertó sobre esta cuestión porque se trata componentes que están naturalmente en el suelo y que no se entiende como se tolera esos niveles de cadmio (metal) en el chocolate y se objeta la yerba mate.

Dijo que es mentira que la yerba argentina se encuentra en el límite del Código Alimentario Argentino, tras haber realizado más de 20 muestras. Y afirmó que no se trata de un problema real, sino que esos límites están mal establecidos.

Sobre las importaciones indicó que en el año que más se importó, 20 millones de kilos de yerba mate y que se exporta anualmente 40 millones de kilos con valor agregado. “La verdad es que como industria no le vemos el problema a esta cuestión. La producción local no alcanza para abastecer lo que se consume en el mercado interno más lo que se exporta.

En tanto Joaquín Comas, quien integra el INYM desde el 2022, dijo que cuando ingresó “se encontró con un antro” y que le sorprendió “el modo en que se manejaba” el entonces presidente. Dijo que a su criterio era “obsceno” la cantidad de viajes que se realizaban al exterior por parte de directores que no eran especialistas en comercio internacional, con la excusa de buscar nuevos mercados. Recordó que el presidente en cuestión, hoy diputado provincial, se fue del INYM con una suspensión de 40 días por haber incumplido sus funciones. También hizo referencia a la expulsión de un síndico que trabajó en el organismo por 18 años y que en todo momento “miraba para otro lado cuando no se respetaba ni la ley ni el estatuto”.

Dijo que hoy el INYM, “es una caja muy grande donde está muy metida la política”, cuando debería ser de carácter técnico y solicitó a los diputados que se solicite una intervención e investigación de la Auditoría General de la Nación, respecto al funcionamiento de los últimos 4 años del instituto.

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