En un hecho sin precedentes en la provincia de Misiones, un matrimonio que previamente había pasado ocho años en el proceso de adopción, ha obtenido una orden judicial para avanzar en el procedimiento de fertilidad mediante la subrogación de vientre.
La pareja, cuyos miembros se encuentran en el rango de edad de 40 a 50 años, decidió explorar la subrogación de vientre después de su larga travesía en el proceso de adopción. En lugar de pasar por otro proceso complicado, convencieron a una amiga que ya es madre de cuatro hijos para que fuera la gestante subrogante. El juez de Eldorado, Eduardo Javier Jordán, se refirió a esta situación como un asunto de gran complejidad.
El juez explicó la subrogación de vientre como la posibilidad de que una tercera persona geste un bebé utilizando embriones proporcionados por otra persona, sin ningún vínculo genético con la gestante. En términos médicos y legales, la gestante se convierte en una «portadora» más que en una madre. Esto implica que en caso de un examen de ADN, la gestante no tendrá ningún vínculo genético con el bebé.
Jordán también destacó que, desde el punto de vista emocional, la gestante desarrolla un vínculo con el bebé durante los nueve meses de gestación, lo que puede complicar aún más la situación en caso de arrepentimiento. A pesar de que las partes celebren un contrato, la gestante podría decidir que no desea entregar al bebé, lo que podría llevar a conflictos legales.
La novedad legal en este caso radica en la solicitud judicial de autorización para llevar a cabo el procedimiento de subrogación de vientre. La orden judicial asegura que, al momento del parto, el bebé pertenece a los padres genéticos, no a la gestante. Esto es esencial para aclarar cualquier conflicto legal potencial que pueda surgir.
El juez Jordán también enfatizó que esta práctica no está limitada a Misiones ni a Argentina. Se ha llevado a cabo en otros lugares del país, como Mendoza, y en casos similares, los jueces han evaluado si existe un vínculo de afecto y amistad genuino entre las partes involucradas.
Además, el juez destacó que la subrogación de vientre es un tema altamente complejo que plantea numerosos desafíos éticos y legales. La terminología utilizada, como «maternidad subrogada», «gestante» y «portadora», refleja las diferentes opiniones sobre el tema.
En cuanto a la cobertura de salud, Jordán señaló que, al no haber normativas específicas, las obras sociales pueden ofrecer cobertura solo a través de órdenes judiciales. Esto agrega un nivel adicional de complejidad al proceso.
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