Petrobrás trabaja al límite de su capacidad, pero no puede detener la mancha de petróleo en el Iguazú

Los diques de contención no sirven para la tarea, ya que están preparados para el mar. El desastre ocurrió el domingo por una falla en los equipos y negligencia de la empresa. Confían en las represas para detener la mancha que se acerca a una zona de correderas y puede avanzar más rápido A 48 horas del derrame de petróleo en Brasil, los técnicos no pueden frenar la mancha que se extiende por el río Iguazú y el desastre ecológico es «inestimable», además de irreversible. Los equipos que están siendo usados por Petrobrás para contener el derrame de petróleo en el río Iguazú no están teniendo buenos resultados. Una de las razones apuntadas por los técnicos de la empresa es «la diferencia entre la textura del petróleo que se derramó en la Bahía de Guanabara -en enero-, es más espeso que el que se derramó en Araucaria. El combustible que está en el Iguazú fue importado de Argentina y es más fino, lo que ocasiona mayor facilidad para traspasar las barreras construidas en el río. La mancha avanza entre 500 y 800 metros por hora y en las próximas horas puede llegar a avanzar cuatro kilómetros, porque se acerca a una zona de correderas, cuando pasé la zona de Balsa Nova. Según prensa de Repar, fueron retirados 850 metros cúbicos de petróleo, lo que significa que de los 4 millones de litros apenas 2,5 mil fueron retirados, cantidad considerada insignificante por los ambientalistas que dudan de los equipos usados. Los cuatro millones de litros petróleo que se derramaron el domingo en la refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar) de Petrobrás, en Araucária, ya recorrieron más de 30 kilómetros de los ríos Barigüi e Iguazú y ya llegaron a la localidad de Balsa Nueva (Balsa Nova) en la región metropolitana de Curitiba. El ministro de Medioambiente brasileño, Sarney Filho afirmó que Petrobrás «no está preparada para enfrentar accidentes como este y se debe «agilizar» las providencias necesarias». El funcionario consideró que el derrame ocurrió por «negligencia» de Petrobrás: «Tengo la convicción de una empresa de este porte no tiene derecho de hacer dos accidentes de estas proporciones en seis meses», dijo el ministro. La empresa está actuando en el límite de su capacidad, pero así y todo no consigue contener el avance de la mancha de óleo. En Argentina, los funcionarios de Cancillería están trabajando sobre el tema y el ministerio de Ecología de la provincia hizo reserva de cobrar indemnización por «daños y perjuicios» si la mancha llega a las Cataratas del Iguazú como se teme. «Un total de cuatro toneladas de petróleo llegaría a la altura del kilómetro 133 en Puerto Andresito entre el viernes y el sábado» explicó Julio Del Sol de Prefectura Naval Argentina. En cuanto a las medidas de prevención para evitar un desastre mayor el prefecto mencionó que a nivel nacional existe un plan de contingencia que prevé formas de desplazar la mancha y reenviarla hacia «lugares de sacrificio» sobre la costa, donde se realiza un tratamiento especial para atenuar el impacto sobre el medio. En declaraciones a FM Express, Del Sol estimó que recién en el trascurso de la mañana se sabría la magnitud del fenómeno sobre aguas argentinas. Por su parte, el director de Parques Nacionales, Juan Carlos Chebez, consideró que la mancha de petróleo que se desplaza por el río Iguazú es muy grave porque afecta a una fauna ictícola única en el mundo. «Tengo esperanzas que Brasil realice un despliegue para interceptar el petróleo, ya que tienen cinco represas que pueden ayudar en la contención», manifestó Chebez. A lo largo del Río Iguazú hay cinco usinas hidroeléctricas – Foz do Areia, Segredo, Salto Santiago, Salto Osório y Salto Caxias- aunque los técnicos de la Compañía Paranaense de Energia Eléctrica (Copel) no creen que el derrame afecte la producción de energía. Las expectativas están puestas en las medidas que puedan encarar los brasileros para contener el avance, debido a la falta de experiencia de los misioneros ante estos fenómenos, reconocida por el director de Parques Nacionales. Chebez confirmó que aguas arriba se nota las consecuencias sobre la delicada y única población de peces que caracteriza la fauna del Iguazú, con especies que son únicas en el mundo. LA EMPRESA NO SABE QUÉ CAUSÓ EL DESASTRE El presidente de Petrobrás, Philippe Reichstul, dijo que la empresa todavía no puede afirmar qué causó la ruptura de los tubos del oleoducto que traía el petróleo de São Francisco do Sul para la refinería. El resultado de una auditoría en la empresa recién será divulgado el jueves. La empresa recibió una multa de unos 25 millones de dólares -$ 50 millones de reales-, el valor máximo para crímenes ambientales. El punto de ruptura del oleoducto ocurrió dentro del área de la refinería de Getulio Vargas, en un equipamiento llamado «junta de expansión», que une el oleoducto al tanque de refinamiento. El accidente fue detectado cerca de las 15 del domingo, pero las primeras previsiones se tomaron en la madrugada del lunes, cuando por lo menos por dos horas estuvo derramándose petróleo al río Barigüi, uno de los principales afluentes del Iguazú. Según los técnicos de la empresa, la demora en detectar el derrame fue causado por una falla en un equipo de Transpetro, empresa subsidiaria de Petrobrás, que administra la rede brasileña de oleoductos. Un equipo de Transpetro debería haber monitoreado el derrame, pero no fue posible porque el accidente ocurrió en una punta del oleoducto, lo que dificultó la detección de cambio de presión dentro de los tubos. En Repar, funcionarios que hacen este control cumplen turnos rotativos de dos horas – tiempo suficiente para alcanzar proporciones catastróficas-. «Bastaba que alguien cierre una válvula», se quejó el gobernador de Curitiba, Jaime Lerner.

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