Próximo a cumplir cuatro décadas, el Ministerio de Ecología de Misiones une esfuerzos con Brasil para conservar “el último reducto de selva paranaense”

Martín Recamán, ministro de Ecología de Misiones, destacó los avances legislativos y la colaboración con el Ejecutivo en la gestión ambiental de la provincia, además de la importancia de proyectos como el Corredor Biológico Internacional para conservar la selva paranaense junto al país vecino.

En diálogo con el programa Día Siete de Misiones Online, Martín Recamán, ministro de Ecología de Misiones, se refirió a los avances del órgano que preside a lo largo de estas cuatro décadas.

“Fue un hecho único a nivel nacional ser el primer ministerio [de Ecología], la verdad que hay un gran recorrido en materia ambiental de nuestra provincia, en materia de leyes provinciales que nos han dado herramientas y nos dan herramientas permanentemente”, señaló.

En este sentido, subrayó la colaboración entre el Ejecutivo y el Legislativo para abordar las problemáticas y necesidades que se presentan. “Este trabajo realmente es muy bueno, con muy buena sintonía y coordinación entre lo que es el Ejecutivo, entre lo que es el Legislativo, donde hay diálogo y donde muchas veces en materia de gestión en terreno se ven cuestiones y necesidades de leyes”.

Recamán mencionó la importancia de la Ley de Barrera Ambiental, surgida a raíz de los incendios forestales y la sequía que afectaban incluso a la agricultura de la provincia. “Pero nace también de esa comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo de buscarle un marco a una nueva problemática”, destacó.

El ministro hizo énfasis en la importancia de la gestión ambiental y la cooperación internacional durante una reciente reunión con guardaparques que permitió abordar un proyecto ambicioso interfronterizo como lo es el Corredor Biológico Internacional.

Se trata de una iniciativa que busca involucrar políticas ambientales entre Argentina y Brasil, especialmente en las áreas colindantes al río Uruguay. “Lo que busca es unir esfuerzos entre Brasil y Argentina, entre Misiones y esos tres estados [del país vecino], para trabajar en la conservación de nuestro último reducto de selva paranaense”, explicó.

Aseveró que estas zonas, aún con sectores de selva, necesitan ser restauradas y trabajadas en conjunto. “Muchas de nuestras problemáticas, cuando vamos al terreno, por ejemplo, al Parque Foerster en la zona de Andresito, se vinculan a la caza en esa zona”, advirtió Recamán. Resaltó que la frontera seca entre Brasil y Argentina provoca un intercambio cultural, no obstante, si se piensa en la biodiversidad, “no tiene frontera, no tiene un límite, transita de un territorio a otro”, consideró.

Para Recamán, es nodal coordinar políticas ambientales conjuntas para garantizar la conservación de la biodiversidad en ambos lados de la frontera. “Es importante, porque a partir de una agenda común de política ambiental, podemos minimizar el trabajo a los guardaparques que están detrás de los cazadores”, afirmó.

De esta manera, subrayó que, mediante el conocimiento y la colaboración con los actores territoriales, se pueden generar gestiones en otros niveles para reducir problemas en una escala menor.

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