Visión Misionera 2024 | Pese al actual contexto crítico del país, la Fundación Reto a la Vida trabaja para inaugurar una nueva casa hogar cerca de Misiones

Leandro Báez, uno de los coordinadores de la Fundación Reto a la Vida, se refirió a la labor que llevan a cabo esta institución en Misiones. Con 30 años de trayectoria y casas hogares distribuidas en diferentes localidades de la provincia, la fundación, que se sustenta completamente con su propia panadería en Posadas, se ha convertido en un faro para aquellos que luchan contra las adicciones y busca expandirse aún más en el país.

La Fundación Reto a la Vida, ubicada en Posadas y con extensiones en Aristóbulo del Valle y Eldorado, se destaca como un centro de rehabilitación integral para hombres y mujeres con problemas de adicciones. Uno de los coordinadores del lugar, Leandro Báez, explicó que aunque las principales problemáticas son las drogas y el alcohol, también abordan otras formas de adicciones mediante un proceso de internación que tiene una duración promedio de uno a dos años. Por este motivo, uno de los objetivos para este 2024, es abrir una nueva casa hogar cerca de Misiones, y mantener de manera gratuita las que ya funcionan en la provincia.

Báez explicó, que el hecho de que la Fundación Reto a la Vida ofrezca sus servicios de manera gratuita es un testimonio del compromiso voluntario de ayudar a quienes enfrentan situaciones difíciles. Asimismo, destacó que la demanda es significativa, y aunque la institución no realiza una gran publicidad, la noticia se ha difundido de boca en boca, llevando a filas de 10 a 15 familias los miércoles a las 15:00, momento en que se realizan las entrevistas en la Fundación.

En Misiones, los tres hogares para hombres, el hogar para mujeres, junto con una casa para madres con hijos y el hogar transitorio para niñas judicializadas, donde se les brinda cuidado, educación y apoyo hasta que puedan ser adoptadas o alcancen la mayoría de edad, están completamente ocupados.

A pesar de los desafíos que enfrentaron durante este 2023 y la abrumadora demanda, la Fundación Reto a la Vida sigue siendo un faro, brindando un refugio para aquellos que buscan superar las adicciones y reintegrarse plenamente a la sociedad.

«El mayor triunfo y objetivo de la fundación, es ver a las familias restauradas»

Leandro Báez, quién vivió una experiencia personal cercana a las adicciones, destaca que el logro más significativo de la Fundación Reto a la Vida va más allá de las estructuras físicas y las cifras de rehabilitación. Para él, ver familias restauradas es el mayor triunfo. Él mismo se considera un testimonio viviente de la transformación que la fundación puede lograr.

«Desde el 2006 que estoy acá en Posadas, nunca me drogué, pero en la Fundación estoy desde el año 96. Soy hijo de un adicto rehabilitado. Mi padre llegó a la fundación cuando yo tenía 6 años. Teníamos un hogar destruido, una familia desgarrada, padres separados. Había intentado mil y unas cosas. La internación en la fundación fue la última opción. Él pudo transformar su vida, lo que llevó a la restauración de nuestra familia, permitiendo que mi hermano y yo tuviéramos un hogar sano y viviéramos una vida como corresponde», contó Báez.

Desafíos y proyecciones para el año 2024

El coordinador destaca que el mayor desafío actual es mantener el centro de manera gratuita. Aunque se sostienen con los trabajos y talleres que realizan, como la panadería y la carpintería en el parque industrial, Báez enfatiza la importancia de preservar lo alcanzado. La mano de obra de los residentes es esencial, y el aprendizaje adquirido en estos trabajos forma parte integral de su proceso de rehabilitación.

«Creo que debemos cuidar lo que hemos logrado. Estamos en un tiempo difícil, y nuestro objetivo es crecer para darle más lugar a más personas», subraya Báez. La administración de la panadería le permite trabajar directamente con los números, lo que le brinda una visión clara de las necesidades y desafíos financieros.

La expansión de la Fundación Reto a la Vida ha llevado su presencia a diferentes provincias argentinas, incluyendo Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Puerto Madryn. Báez reconoce la creciente necesidad de más centros de rehabilitación, pero también destaca los desafíos que implica, desde recursos económicos hasta la búsqueda de voluntarios comprometidos.

«Es un objetivo a futuro abrir en alguna provincia cercana a Misiones y seguir dando lugar, porque en todas las provincias mencionadas, las casas están llenas y los chicos que hacen la entrevista están esperando que se vaya uno para poder ingresar. Pero no nos apuramos, porque cuando uno se apura, las cosas no salen bien. Es una meta para el próximo año», anticipa Báez.

Fundación Reto a la Vida: «Treinta años transformando vidas a través del trabajo y la fe»

«Somos voluntarios y estamos más que por el dinero, por un llamado. Nuestro objetivo es mantenernos ahí y poder hacer lo que hoy estamos haciendo, que es, más allá del trabajo, poder ayudar a alguien que pueda salir adelante con el tema de las adicciones» sostuvo el coordinador de la Fundación.

Con una vida dedicada al servicio y la rehabilitación, Leandro Báez enfatiza que su compromiso es más que un trabajo, es una vocación. «Formé mi familia dentro de la Fundación, y con mi esposa decidimos seguir con este trabajo. Somos conscientes de que la situación económica puede variar, pero si hoy tenemos y mañana no hay, nosotros somos voluntarios y estamos más que por el dinero, por un llamado. Vamos a buscar la manera de poder salir adelante, como hemos hecho muchas veces», dijo Báez.

Superando obstáculos y mirando al futuro

Leandro Báez reflexiona sobre los inicios humildes de la Fundación Reto a la Vida en Misiones. Recuerda una casa para 30 personas y un entorno en el que la comodidad era un lujo inalcanzable. Sin embargo, destaca que el progreso es tangible. De bañarse en una vertiente y enfrentar las inclemencias del tiempo, ahora la institución cuenta con instalaciones adecuadas y comodidades impensables en esos primeros días.

«Cuando llegué a Misiones, la zona de la Fundación era todo campo. Vivíamos de lavar autos, andábamos con una máquina en el hombro cortando el pasto, hacíamos un montón de cosas mucho más esforzadas que lo que hoy el chico interno tiene el beneficio de poder hacer», comparte Báez.

El coordinador enfatiza que, más allá de cualquier desafío pasado, el objetivo siempre ha sido brindar un entorno favorable para la rehabilitación de los residentes y recuerda, en este sentido, con satisfacción el reciente logro de instalar aires acondicionados en todos los sectores de trabajo, proporcionando un ambiente más placentero para aquellos que se esfuerzan por superar sus adicciones.

Báez contó que el proceso de internación, fundamental para la transformación de los residentes, comienza con entrevistas los días miércoles a partir de las 15:00 en las oficinas de la Fundación. Báez destaca la importancia de la voluntariedad y el deseo de cambio en quienes buscan ingresar. Explica que el objetivo de estas entrevistas es aclarar normas, horarios y condiciones de convivencia, asegurándose de que los internos ingresen conscientes de los desafíos y beneficios del proceso.

La orientación cristiana se convirtió en un elemento central para la Fundación, proporcionando una guía espiritual que ha sido fundamental en el proceso de cambio de muchos residentes. Báez destaca que este enfoque contribuye a un ambiente armonioso, donde, a pesar de las dificultades y los desafíos personales, se fomenta un comportamiento positivo y contagioso entre los residentes.

Panadería Hogar de Niñas Betesda | El principal sustento de la Fundación y empleo de los jóvenes en rehabilitación: producen cerca de 2mil kg de pan al día

Hablando sobre la evolución de la Fundación, Báez destaca la panadería como una bendición clave. Recuerda los primeros días en los que tenían que lavar autos para subsistir y cómo, a través de la venta de pan en el barrio, pudieron dar un impulso significativo al proyecto del hogar de niñas, motivo por el cual la panaderpia lleva ese nombre. Este emprendimiento no solo ha permitido la autosustentabilidad sino también brindar oportunidades de trabajo a los residentes, quienes participan activamente en la producción y distribución diaria de productos.

Panadería de la Fundación

«En aquel momento se arrancó con un vehículo y también hoy contamos con diez camionetas repartiendo en todo lo que es Posadas. En total son diez camionetas que nos permite cubrir muchos barrios y aproximadamente se está haciendo algo como de 2000 kilos de pan por día», contó muy entusiasmado Báez.

A pesar de los desafíos económicos del país, la Fundación ha logrado mantenerse y prosperar. Báez destaca que más allá de los costos y las dificultades, han asumido la responsabilidad de su trabajo y han logrado convertirse en «vendedores de testimonio». La interacción diaria con la comunidad al entregar pan les brinda la oportunidad de compartir historias de vida inspiradoras, demostrando que la recuperación y la superación personal son posibles.

«Creo que es algo perfecto para poder mostrar al país y a la nación y a las personas que sí se puede salir adelante», concluye Báez, enfatizando que la Fundación Reto a la Vida no solo transforma vidas a través de la rehabilitación, sino que también contribuye positivamente al tejido social y económico de la comunidad en la que opera.

«Siempre pienso que cuando hay hombres y mujeres de bien que quieren hacer las cosas desinteresadas, el cambio es grande y donde hay un corazón diferente a los demás, eso implica que muchas personas puedan salir adelante» finalizó Báez.

 

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