Milei confirmó su alianza con el PRO en Buenos Aires mientras que el peronismo sigue con internas: Cristina y Kicillof no se hablan hace cinco meses

En un escenario político marcado por los realineamientos y tensiones internas, el presidente Javier Milei oficializó la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires, con José Luis Espert como cabeza de lista. El anuncio se da en paralelo al agravamiento de la crisis en el peronismo bonaerense, donde la falta de diálogo entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof aleja cada vez más la posibilidad de una lista unificada.

“Vamos a ir juntos en la Provincia de Buenos Aires y la vamos a ganar en septiembre y octubre”, afirmó Milei durante una entrevista con Radio Mitre, en la que confirmó que el acuerdo incluye a Espert y a un sector del PRO, con aval de Mauricio Macri. La jugada busca consolidar una fuerza opositora capaz de disputar el control del Congreso en las elecciones legislativas, capitalizando el respaldo obtenido por Milei en la ciudad de Buenos Aires, donde se impuso en los últimos comicios.

Según el Presidente, la decisión se tomó “por cuestiones prácticas” y con el objetivo de “no perder el foco en lo importante”. Milei también aclaró que el acuerdo se limita al principal distrito electoral del país y no implica una fusión nacional con el PRO. “La idea de una fusión era impulsada por Macri, pero no forma parte de nuestra agenda inmediata”, indicó.

Desde el PRO, la participación de Macri en el entendimiento fue clave para destrabar resistencias internas. Aunque algunos sectores del partido todavía expresan dudas, el acuerdo con Espert—que ya integró la boleta presidencial de LLA como senador por Buenos Aires—funciona como un punto de convergencia. “El objetivo es frenar el avance del kirchnerismo y garantizar gobernabilidad para Milei”, sostuvo un operador cercano a Macri.

Mientras la alianza opositora avanza con definiciones claras, el peronismo enfrenta su momento más complejo en años. Según confirmaron fuentes cercanas a ambos espacios, Cristina Kirchner y Axel Kicillof no se hablan directamente desde diciembre de 2024. La distancia entre la ex presidenta y el gobernador bonaerense responde a una acumulación de desacuerdos estratégicos, desconfianzas personales y disputas por la conducción del armado electoral.

El malestar se hizo evidente en marzo, cuando Kicillof encabezó un acto en Florencio Varela sin la presencia de dirigentes referenciados con Cristina. En paralelo, la expresidenta viene evitando comprometerse con una línea interna específica, mientras mantiene contactos con intendentes y dirigentes del conurbano. Las conversaciones se canalizan a través de interlocutores, como la vicegobernadora Verónica Magario o el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza, quienes buscan sostener una frágil unidad en medio de un clima de creciente incertidumbre.

“Si no nos ordenamos, podemos quedar terceros”, advirtió un legislador bonaerense en diálogo con Infobae, evidenciando la preocupación por una eventual ruptura formal del espacio. En ese contexto, no se descarta que Kicillof decida presentar una lista propia para sostener su liderazgo, aún si eso implica competir contra una boleta apadrinada por el kirchnerismo.

A menos de cuatro meses de las elecciones primarias, el mapa político de la provincia de Buenos Aires se reconfigura. La alianza entre Milei y el PRO representa un intento claro de concentración del voto opositor, mientras que el peronismo se fragmenta, sin un liderazgo claro ni una estrategia común. Las definiciones que se tomen en las próximas semanas marcarán el rumbo del segundo semestre electoral y podrían reconfigurar los equilibrios de poder en el país.

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