«Nadie se salva solo» el mensaje al mundo del Cardenal Re, en la despedida de Francisco 

El cardenal Giovanni Battista Re presidió la misa funeral de Francisco en la Plaza San Pedro, destacando su compromiso con la paz y los más vulnerables. Subrayó la importancia de los migrantes y su oposición a la guerra. Francisco deja un legado de fe y solidaridad.

El cardenal Giovanni Battista Re, en su rol de decano del Colegio Cardenalicio, presidió la misa funeral del Papa Francisco en la Plaza San Pedro, con un emotivo mensaje que destacó el compromiso del Pontífice con los más necesitados y la paz mundial.

Ante la presencia de más de cincuenta líderes globales, Re recordó las palabras icónicas de Francisco sobre la construcción de puentes en lugar de muros y subrayó la importancia del trabajo del Papa en favor de los migrantes y la justicia social.

Un mensaje de paz y unidad

El cardenal Re enfatizó la voluntad del Papa Francisco de promover la paz, incluso en tiempos de deterioro personal. Recordó cómo el Pontífice impartió su última bendición durante el Domingo de Pascua y saludó a los fieles desde el papamóvil en sus últimos días. La homilía también resaltó los esfuerzos del Papa en defensa de los migrantes, con menciones a su misa en la frontera entre Estados Unidos y México y su significativo viaje a Lampedusa, símbolo de la crisis migratoria.

Una voz incansable contra la guerra

El cardenal Re también destacó la postura del Papa Francisco frente a los conflictos bélicos, mencionando sus continuos llamados a la paz y a la negociación honesta para evitar más muertes y destrucción. Citó frases del Pontífice que reflejan su firme oposición a la guerra, considerándola una derrota para la humanidad. Además, Re hizo referencia a las encíclicas Evangelii Gaudium, Laudato si’ y Fratelli Tutti, subrayando el mensaje central de que «nadie se salva solo».

Un legado de fe y esperanza

En la conclusión de la homilía, el cardenal Re expresó un deseo compartido por muchos: que el Papa Francisco, desde el cielo, continúe velando por la Iglesia y el mundo. Su legado, marcado por la empatía, la paz y el amor al prójimo, queda como un faro de esperanza para las futuras generaciones.

«Nos pediste siempre que ‘no olvidáramos rezar por ti’; ahora, querido Papa Francisco, te pedimos que reces por nosotros», concluyó el cardenal Re.

 

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