Catalina Farjat, con su emprendimiento HTTP Ropa con Historia, combina moda circular con diseños de autor y promueve una alternativa lenta y sustentable. En el stream de Misiones Online, compartió cómo transforma prendas con historia en creaciones únicas.
La mente creativa detrás del emprendimiento de moda sustentable HTTP Ropa con Historia, Catalina Farjat reveló en el programa Made in Misiones el contexto pandémico como el crisol en el cual su proyecto tomó forma. Describió la génesis de su propuesta, centrada inicialmente en una selección escogida de prendas de segunda mano: “Comenzamos vendiendo una selección de prendas preamadas, como nos gusta llamarle a las prendas de segunda mano. Son seleccionadas por su calidad, su forma, su color, las texturas, el tejido. Esta línea se llama piezas perdidas”, recordó.
Por otro lado, Farjat ahondó en la concepción de su cápsula artesanal, Transformando Historia, un espacio donde las técnicas de upcycling y zero waste se erigen como pilares para metamorfosear prendas con historias previas en nuevas creaciones, según narró: “Nuestro último proyecto fue transformar un pantalón en una cartera. En el proceso creativo me di cuenta que había mucho textil que quedaba, entonces salieron dos carteras de este pantalón. Así que el proceso va mutando también, depende de la pieza que se quiera crear”.
La diseñadora desentrañó la urdimbre de la inspiración que guía sus colecciones. Compartió su inclinación por concebir cápsulas imbuidas de un concepto rector, como el que vertebra Transformando Historia, argumentando que: “Las prendas de segunda mano suelen tener esto, suelen tener una historia de la persona que las usó antes, que las amó. Entonces justamente transformando y resignificando esa prenda, se logra llegar a una nueva».
No obstante, admitió la irrupción de “inspiraciones espontáneas”, momentos en los que se entrega a la experimentación con: “los acrílicos, con las pinturas, todo para poder buscar alterar la prenda de alguna forma”.
Asimismo, Farjat ratificó su dedicación a la customización de prendas por encargo. Especificó que en numerosas ocasiones los clientes aportan “ideas visuales” definidas, lo que simplifica la tarea, aunque también mencionó aquellos que confían plenamente en su experticia.
“Muchas veces nos piden que customicemos prendas, y ahí es donde muchas veces vienen ya con ideas visuales. Está bueno cuando el cliente sabe lo que quiere, pero otras veces nos dicen: Vos sabés qué hacer. Son buenos los resultados, a la gente siempre les gusta, le termina gustando”, expresó.
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En lo concerniente al meticuloso proceso de selección de vestimentas, Catalina Farjat describió un abanico de fuentes de provisión. Detalló su presencia en “ferias en Oberá”, la recepción de generosas donaciones de individuos y familiares.
A su vez, puso énfasis en los criterios primordiales que rigen su elección: “Lo que nosotros tratamos de seleccionar siempre tiene que ser, siempre tienen que tener esta calidad, tratamos de seleccionar prendas de algodón o de jean, que el jean es bastante duradero también, por el color también que tengan estas prendas, o las texturas, o los tejidos”.
Adicionalmente, aclaró su disposición a adquirir prendas que cumplan con sus estándares de calidad, incluso aquellas que requieran una intervención para su reacondicionamiento: “Compramos, pero justamente siempre está este criterio de selección por medio. Claro, por supuesto. Porque a veces hay prendas que por ahí están, son lindas, tienen esta buena calidad, y le hace falta acondicionarse nomás, como que tienen una rotura, o tienen unas manchas, y nosotros también nos encargamos de ese proceso de que queden como nuevas, pero, nosotros decimos eso, no son nuevas porque tienen esta historia impregnada en ellas”, afirmó.
Respecto a la metamorfosis de las prendas seleccionadas, Farjat negó adherirse a moldes preestablecidos. Explicó que, con la salvedad de un reciente proyecto de marroquinería, aseveró: “Eso es algo curioso, de hecho, porque nosotros no sacamos nuestras prendas de moldes. En mi último proyecto de carteras, sí saqué el molde de una cartera que ya tenía, pero todo lo logrado es de una manera más improvisada. Eso hace que cada prenda sea única”.
Una alternativa: la moda lenta
En cuanto a su trayectoria formativa, la diseñadora señaló su participación en diversos cursos y la influencia significativa de su profesorado en artes plásticas, que le proporcionó conocimientos fundamentales en áreas como: “Historia del arte, estética, la composición, todo eso son elementos claves que también a la hora de crear están presentes”.
Además de eso, distinguió la customización como una práctica «más espontánea», en contraste con los aspectos técnicos, para los cuales reveló su método de aprendizaje a través de: “videos, como por ejemplo poner un cierre, cosas que uno no es innato, como puede ser una intervención”.
Sobre la exploración y manipulación de textiles, Farjat opinó:“Creo que a veces la gente se limita mucho también a experimentar con los textiles, porque tiene miedo a equivocarse, y yo creo que ahí es donde está también el aprendizaje. Creo que mucha gente también se ataja de cortar una prenda porque sabe que no hay vuelta atrás. Digo que hay que cortar, que hay que cortar, que hay que volver a coser y esto es donde una aprende haciendo también, porque pensando en lo que pasaría si hicieras, quizás no. Hay que hacer, hay que hacer, explorar, crear. Animarse y dejar que fluya”.
En lo referente a los materiales empleados en la customización, detalló su doble estrategia de reutilizar elementos de prendas preexistentes y adquirir insumos esenciales en una mercería céntrica llamada Ricitos: “Los hilos, las agujas que son clave para crear las prendas y también algunos mosquetones que eso yo diría que es como un sello HTTP porque está presente en varias de las prendas y también me parece algo lindo para que las personas que adquieran estas prendas puedan darle también su toque como colgar algo, colgar las llaves que por ahí una veces no sabe si las tiene encima o colgar algún tipo de adorno, algo más personalizado”.
En cuanto al manejo de los desechos textiles, Farjat aseguró:“Nosotros guardamos todo lo que son los sobrantes”. A modo de ejemplo, describió la ingeniosa creación de “llaveritos” a partir de los retazos y anticipó la potencial utilidad de estos remanentes en “futuros proyectos”.
Por lo tanto, ejemplificó esta filosofía de moda circular y aprovechamiento integral al explicar: “Cuando hicimos faldas tableadas había muchos restantes de jean y ahí con esos formamos los corsets bondage que son estos de jean que son cero desechos, sería cero waste”.
Con la mirada puesta en el horizonte creativo, la diseñadora reveló su interés en investigar nuevos materiales reciclados, como la acumulación de: “Chapitas de latas para poder generar como unirlos y generar un gran textil y ver qué se puede experimentar. También con las bolsas de plástico, vi muchos vídeos de chicas que a través de la termofusión fusionan varias capas de plástico y hacen este material que es muy duro y también funciona para hacer carteras, prendas de vestir, entonces eso también es algo que me gustaría experimentar en el futuro”.
En lo concerniente a la difusión y comercialización de sus creaciones, Farjat informó: “Si nosotros nos presentamos en ferias tanto acá no verán como en posadas y tenemos una tienda virtual, no tenemos una tienda física pero ahí es donde pueden hacer sus pedidos, también pueden ver lo que tenemos disponible, pero bueno siempre uno puede también charlar sobre estos diseños personalizados. Estamos muy abiertos a realizarlo y sobre todo cuando la persona también tiene esa prenda que quiere customizar o que quiere darle como una vuelta, que tenga otro estilo, otra identidad”.
Antes del cierre de su participación, Catalina Farjat brindó un consejo inspirador a aquellos que anhelan incursionar en el universo de la moda circular: “Creo que comenzando así con pintar, teñir o escribir una prenda que por ahí ya no usan, porque también está ese riesgo de qué pasa si no lo hago bien y en ese error también está el aprendizaje. Creo que mucha gente también se ataja de cortar una prenda porque sabe que no hay vuelta atrás. Digo que hay que cortar, que hay que cortar, que hay que volver a coser y esto es donde una aprende haciendo también, porque pensando en lo que pasaría si hicieras, quizás no. Hay que hacer, hay que hacer, explorar, crear. Animarse y dejar que fluya”.
Sostuvo que una persona cercana que le colabora es su pareja, quien asume las responsabilidades de documentación y logística, y expresó su profundo agradecimiento por el respaldo de quienes abrazan su visión de una moda sustentable. Manifestó su ferviente esperanza de que, trabajando “en equipo tenemos que revolucionar la moda.Hay una nueva alternativa y es la moda lenta”.
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