La FAO advierte sobre un aumento del 30% en el uso de antibióticos en la ganadería para 2040, lo que podría intensificar la resistencia antimicrobiana. Sin embargo, una gestión eficiente podría reducir esta cifra en un 57%, promoviendo prácticas más sostenibles.
El uso creciente de antibióticos en la ganadería se ha convertido en una preocupación mundial. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sin intervenciones específicas, el uso de estos medicamentos podría aumentar un 30% para 2040.
Esta tendencia, en lugar de ser una buena noticia, representa un riesgo significativo para la salud pública, ya que incrementa la resistencia antimicrobiana (RAM). La resistencia antimicrobiana ha sido identificada por las Naciones Unidas como una de las diez principales amenazas sanitarias globales.
El uso excesivo de antibióticos contribuye a que virus y bacterias desarrollen resistencias, disminuyendo la eficacia de los tratamientos. Por lo tanto, es crucial reducir la cantidad de antibióticos utilizados en la ganadería. El estudio publicado en Nature Communications revela que, de continuar con las prácticas actuales, el uso de antibióticos en la ganadería alcanzaría 143.481 toneladas para 2040.
No obstante, se podría reducir en un 57% si se optimiza la eficiencia de la producción ganadera. Alejandro Acosta, economista del sector pecuario de la FAO, subrayó: «Mejorar la eficiencia de la producción ganadera es clave para frenar el uso de antibióticos». En este contexto, Junxia Song, oficial superior de sanidad animal de la FAO, enfatizó la necesidad de colaboración en el sector. «Las partes interesadas deben trabajar juntas para mejorar la prevención de enfermedades y reducir la dependencia de los antibióticos», declaró.
La colaboración intersectorial es fundamental para implementar prácticas sostenibles que fortalezcan la sanidad animal. Para abordar este desafío, la FAO ha lanzado la iniciativa RENOFAM, la cual busca proporcionar orientación en políticas, asistencia técnica y creación de capacidades. Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar a los países a reducir el uso de antibióticos mientras se promueve una transformación sostenible de la ganadería.
Thanawat Tiensin, subdirector general de la FAO, destacó el compromiso de la organización con la reducción del uso de antimicrobianos. «La FAO está comprometida con la transformación de los sistemas agroalimentarios, promoviendo prácticas sostenibles y salvaguardando la salud pública», afirmó Tiensin. Esta transformación es esencial para mitigar los riesgos asociados con la RAM.
Un componente innovador del trabajo de la FAO es el método de conversión de biomasa ganadera. Este enfoque ofrece una estimación más precisa de la intensidad del uso de antibióticos, lo que permite una mejor gestión y reducción de su aplicación en la ganadería. Este avance proporciona una herramienta valiosa para medir y controlar el uso de medicamentos.
Para lograr una ganadería menos dependiente de los fármacos, es imperativo adoptar prácticas de gestión mejoradas y optimizar la productividad. Produciendo más alimentos de origen animal con menos animales, se puede reducir significativamente la necesidad de antibióticos, reforzando al mismo tiempo la seguridad alimentaria global.
El aumento en el uso de antibióticos en la ganadería plantea un serio desafío que requiere acciones urgentes y coordinadas. La implementación de prácticas sostenibles y la colaboración entre sectores son clave para reducir la dependencia de estos medicamentos y proteger la salud pública. La iniciativa RENOFAM de la FAO representa un paso importante hacia este objetivo.
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— misionesonline.net (@misionesonline) April 21, 2025
Con información de Bichos de Campo.