Lucas Gatti despidió a su padre con palabras conmovedoras frente al hospital Pirovano, donde el exarquero murió este domingo a los 80 años. “Estaba en paz y peleó hasta el final”, afirmó, y relató cómo lo afectó la muerte de su esposa: “Ese día también se murió él”.
Este domingo falleció Hugo Orlando Gatti a los 80 años. Figura emblemática del fútbol argentino, el exarquero estaba internado desde hacía dos meses en el hospital Pirovano, donde su familia lo acompañó en el tramo final de su vida. Su hijo Lucas compartió con la prensa cómo fueron esos momentos.
“Él estaba en paz y peleó hasta último momento”, expresó Lucas Gatti al hablar con los medios en la puerta del hospital. Agradeció al personal médico por la atención brindada durante la internación: “Hizo todo”, reconoció.
Respecto a la decisión de suspender las intervenciones que prolongaban artificialmente la vida del exfutbolista, explicó: “Era una persona fuerte y lo ha demostrado. A veces llega un punto en el que alargar el sufrimiento… Decidimos que dejaran de hacer cosas para alargar algo que no tiene sentido, para evitar sufrimiento. No queríamos alargar la agonía”.
Mal estado anímico
El hijo del “Loco” también se refirió al impacto que tuvo en su padre la muerte de su esposa, la modelo Nacha Nodar, ocurrida ocho meses atrás. “Mi padre se fue el día que murió mi madre. Después de eso ya no era Superman”, afirmó. Y agregó: “Era una persona de 80 años y tenía unos problemas, pero todo arranca en un (mal) estado anímico después de la muerte de mi madre, ese día también se murió él”.
En un tono íntimo, Lucas valoró la convivencia con su padre más allá de su figura pública: “Agradecemos a la vida por haber podido vivir al lado de un genio 24 horas al día, eso no nos lo quita nadie”.
Finalmente, se refirió a la forma de ser de Gatti y a su legado: “El tipo hizo lo que quiso. Les guste o no, estén de acuerdo o no. Más enseñanza que esa… Él decía la verdad y es difícil que hoy se diga la verdad de algo”.
Según el último parte médico emitido por el hospital, Gatti se encontraba en “estado irreversible, sin posibilidad de recuperación”. El parte también indicaba que se procedería al retiro de la ventilación mecánica durante la jornada. El diagnóstico clínico señalaba “neumonía e insuficiencia cardíaca y renal, en coma farmacológico”.