Una joven de 21 años que forma parte de la Armada Argentina permanece internada tras sufrir graves lesiones en la cabeza durante un ejercicio en la base naval de Vicente López. El incidente ocurrió el 4 de abril, en el marco de una práctica antidisturbios en la que uno de los instructores golpeó su escudo, provocando que la joven cayera de espaldas al suelo. Aunque llevaba casco, el impacto fue tan fuerte que derivó en un cuadro neurológico crítico.
La víctima, Brisa Páez, no habría sido asistida de inmediato. Según testimonios recogidos en la causa, permaneció varios minutos en el piso mientras el entrenamiento continuaba. Más tarde, ya reincorporada, expresó sentirse mal y tener un fuerte dolor de cabeza, pero tampoco entonces recibió atención médica urgente.
Finalmente fue llevada a la enfermería, donde se le colocó un cuello inmovilizador, se le administró un calmante y fue derivada al hospital de Campo de Mayo. Allí su situación se complicó, pues sufrió una parálisis en el lado izquierdo del cuerpo y una convulsión. Fue trasladada de urgencia al Hospital Militar Central en Belgrano, donde debió ser inducida a un coma farmacológico.
Ante la gravedad del caso, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado abrió una causa penal por lesiones gravísimas, incumplimiento de deberes de funcionario público y posible encubrimiento.
En el marco de la investigación fueron detenidos ocho militares, entre ellos el instructor y el suboficial a cargo del ejercicio. También se realizaron allanamientos en la base naval y en las viviendas de los imputados, donde se incautaron celulares, documentos y material audiovisual.
En simultáneo, la Armada Argentina inició un sumario administrativo para determinar las responsabilidades disciplinarias según lo dispuesto en la Ley de Seguridad Interior.
En las últimas horas, fuentes judiciales confirmaron que Brisa Páez salió del coma, superó una neumonía y una infección renal, y actualmente se encuentra despierta, lúcida y con capacidad para comunicarse.
Posibles motivaciones personales
Según distintos testimonios recogidos en la investigación, Brisa Páez habría sido tratada con mayor dureza que sus compañeros durante un ejercicio de instrucción, posiblemente por razones personales. Se señala que la joven habría mantenido una relación sentimental con uno de los cabos a cargo, vínculo que terminó de forma conflictiva.
Una de sus compañeras declaró que, tras la ruptura, el cabo adoptó una actitud distinta hacia Páez. Incluso, habría realizado comentarios ofensivos sobre ella e incentivado a otro superior a que actuara con mayor rigor durante el simulacro.
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Luego del ejercicio, la joven fue derivada a sanidad, aunque no fue atendida de inmediato por la falta de un médico en el lugar. Más tarde, fue trasladada al Hospital Militar de Campo de Mayo. Allí, los profesionales médicos expresaron dudas sobre la versión inicial aportada por los superiores. Fue un compañero quien informó al personal médico sobre la caída sufrida por Páez, lo que permitió encarar la atención adecuada.
Según fuentes oficiales, quienes tengan responsabilidad directa podrían ser dados de baja de la Armada Argentina y el personal con mayor rango involucrado enfrentaría el retiro obligatorio.
El caso expone no solo las condiciones en las que se desarrollan los entrenamientos antidisturbios en la Armada, sino también el comportamiento de los responsables a cargo y la posible negligencia en los protocolos.
El avance de la causa será determinante para esclarecer los hechos y establecer las responsabilidades, mientras la joven continúa en proceso de recuperación.
Con información de Perfil e Infobae.
Ocho militares detenidos por un entrenamiento que terminó con una joven de la Armada Argentina internada
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— misionesonline.net (@misionesonline) April 19, 2025
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