China ha advertido con represalias tras el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles de hasta el 245% a sus importaciones. Beijing rechaza el diálogo bajo presión y ha endurecido su postura, sustituyendo a su principal negociador comercial. Esta escalada de tensiones marca una nueva fase en la prolongada guerra comercial entre ambas potencias.
China anunció que tomará medidas enérgicas como respuesta a los aranceles propuestos por Estados Unidos, que podrían alcanzar hasta un 245%. El Ministerio de Exteriores chino ha expresado su rechazo a lo que considera «intimidación» por parte de Washington y ha advertido que responderá firmemente a cualquier acción similar.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre ambas naciones, donde Estados Unidos ha incrementado su presión sobre sectores clave del comercio chino, especialmente en tecnología y productos químicos.
China endurece su postura en medio del conflicto comercial
Beijing ha rechazado la idea de un diálogo bajo presión, insistiendo en que cualquier negociación debe darse en términos de igualdad. Además, ha cambiado a su principal negociador comercial, señalando un posible endurecimiento de su estrategia frente a Estados Unidos. Este movimiento coincide con las acusaciones de Washington sobre prácticas comerciales desleales y la implicación de China en la crisis de opioides en Estados Unidos, debido a su producción de fentanilo.
Estados Unidos y China: una escalada de tensiones
La administración estadounidense, por su parte, ha justificado sus aranceles alegando dumping y amenazas sanitarias. A pesar de suavizar tarifas para otros países, ha mantenido su enfoque estricto hacia China, especialmente en productos tecnológicos. China, en respuesta, ha elevado sus propios aranceles a productos estadounidenses y ha adoptado una retórica más dura, evitando cualquier concesión o distensión en la guerra comercial.
“China contraatacará resueltamente y luchará hasta el final”, sentenció el Ministerio de Exteriores chino, reafirmando su postura ante las medidas comerciales de Estados Unidos.
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Milei no cancelará el swap con China a menos que Estados Unidos le ofrezca un acuerdo con la Reserva Federal
El Gobierno argentino no tiene intención de cancelar el swap con China a menos que Estados Unidos ofrezca un acuerdo de intercambio de divisas a través de la Reserva Federal. Esta postura se mantiene tras las tensiones comerciales surgidas por la subida de aranceles y la reciente reunión entre Javier Milei, Luis Caputo y el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent.
El Ejecutivo nacional ratificó que no cancelará el swap con China por US$5000 millones, a menos que Estados Unidos ofrezca un acuerdo de intercambio de divisas con la Reserva Federal (Fed). La decisión fue tomada en medio de las tensiones comerciales derivadas de la reciente subida de aranceles por parte de Washington y en busca de mantener una relación equilibrada con ambas potencias.
En una conversación reciente entre el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo con Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., el Gobierno argentino dejó en claro su postura. Fuentes oficiales de la Casa Rosada señalaron: “Si los Estados Unidos quieren que no tengamos más un swap con China, que nos den uno ellos”.
La semana pasada, Argentina renovó un acuerdo de swap con China por un año, lo que le permitirá acceder a US$5000 millones de reservas. Este acuerdo, que se prolonga hasta mediados de 2026, es crucial para el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en un contexto de reservas internacionales limitadas.
Por otro lado, Scott Bessent expresó que Estados Unidos espera que Argentina acumule suficientes reservas como para cancelar este acuerdo con el gigante asiático. “El propósito es evitar acuerdos rapaces de Beijing en Latinoamérica”, afirmó Bessent en su visita a Buenos Aires. En respuesta, el embajador chino en Argentina, Wang Wei, rechazó las declaraciones de Bessent, calificándolas de “maliciosas difamaciones y calumnias”.
Desde el Gobierno argentino, se subraya que la posibilidad de un acuerdo con la Reserva Federal es compleja y depende de muchos factores. Aunque Donald Trump ha mostrado un fuerte interés por influir en las relaciones económicas de la región, “Trump no le puede decir a la Reserva Federal qué hacer, a diferencia de lo que pasa en China”, explicaron en la Casa Rosada.
A pesar de la presión por parte de EE.UU., el Gobierno de Milei busca un equilibrio con China, un “gran aliado comercial” para la Argentina. En este contexto, se espera que el presidente viaje a Beijing después de las elecciones legislativas de este año para reforzar los lazos bilaterales.