El Gobierno nacional consiguió aval legislativo para tomar nueva deuda del FMI, pero los mercados reaccionaron con desconfianza y el Central tuvo que salir a vender para contener al dólar. La tormenta perfecta que se había desatado sobre la producción yerbatera en Misiones está amainando y hay condiciones para que la cosecha avance en paz. La presentación de los frentes que participarán de las legislativas provinciales de junio dejó en evidencia el crítico momento que atraviesa la oposición en oposición a la creciente fortaleza del oficialismo.
Un acuerdo con el Fondo no se le niega a ningún presidente y Javier Milei no fue la excepción. La Cámara de Diputados avaló el DNU que habilita al libertario a tomar nueva deuda del FMI en condiciones que se mantienen en secreto. En Casa Rosada la noticia se recibió como un triunfo y las vocerías informales del Gobierno salieron a pronosticar un futuro de eterna prosperidad, pero la reacción de los mercados fue menos optimista.
El temor de los financistas es que el nuevo crédito del FMI traiga escondido bajo el poncho alguna forma de sinceramiento cambiario y actuó en consecuencia. Frente a la incertidumbre que genera un acuerdo cuyos términos se desconocen, los financistas buscaron seguridad en el dólar, no sea cosa que un golpe de timón los sorprenda con pesos en las manos.
El carry trade perdió atractivo frente a cualquier otra opción en dólares y el Central salió a contener la hemorragia para evitar una escalada en los tipos de cambio no oficiales.
La autoridad monetaria se desprendió de más de 1.200 millones de dólares en seis días, algo que no ocurría desde octubre de 2019 cuando la administración de Mauricio Macri dilapidaba la fortuna en dólares que le había prestado el FMI, en un vano intento por contener la corrida cambiaria que se llevó puesto a su gobierno.
Los mercados desconfían porque saben de la reticencia del FMI a prestar dólares para que luego sean usados para sostener un tipo de cambio artificial.
El ministro de Economía, Luis Caputo, alimentó la desconfianza en una entrevista televisiva en la que no ratificó la continuidad del crawling peg al 1% y reconoció que el nuevo acuerdo podría llegar con modificaciones en el sistema cambiario.
Pero ni los dichos de Caputo ni las especulaciones en torno al FMI hubieran generado inquietud de no ser por una condición previa que varios economistas vienen advirtiendo: la inconsistencia del esquema cambiario que instrumenta el Gobierno nacional.
El esquema de ancla cambiaria resultó eficiente para bajar la inflación, pero está costando caro sostenerlo. La cuenta corriente arrastra ocho meses consecutivos con números rojos y solo en enero, último dato disponible, marcó un déficit de 1.656 millones de dólares.
Por otra parte, el dólar barato en combinación con una flexibilización de las importaciones amenaza a la industria nacional. Un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) señala que la producción industrial en 2024 cayó 9,4%, lo que se tradujo en la pérdida de 107.443 puestos de trabajo vinculados al sector.
Por el lado de la balanza comercial, los datos del primer bimestre arrojan superávit, pero también muestran que las importaciones vienen creciendo más rápidamente que las exportaciones.
Todos esos factores alimentaron en los últimos meses una animada discusión respecto a la sostenibilidad del esquema cambiario, debate que seguramente encontrará nuevos argumentos cuando se conozca la letra del acuerdo con el FMI.
La agencia Bloomberg publicó un artículo que señala que el FMI desembolsaría 20 mil millones de dólares y otorgaría un plazo de gracia de cuatro años, datos que no desmintieron desde el Gobierno. De confirmarse el rumor, el organismo de crédito estaría repitiendo el patrón que consiste en apoyar financieramente a un presidente con el que tiene afinidad ideológica, hacerlo en un año electoral y dejar la cuenta a pagar por la próxima administración. Exactamente como hizo con Macri.
De acuerdo al cálculo que hacen economistas cercanos al Gobierno, como Antonio Aracre, esos 20 mil millones de dólares serían suficientes para que las reservas equiparen a la base monetaria, lo que permitiría avanzar en un esquema similar al de convertibilidad que posibilite levantar el cepo sin provocar una devaluación.
De acuerdo con dichos de Milei, el acuerdo estaría listo para la firma en alrededor de un mes. Hasta entonces el Gobierno deberá encontrar la manera de llevar tranquilidad a la patria financiera, siempre dispuesta a abandonar el barco ante la más mínima posibilidad de cerrar operaciones en terreno negativo.
Alivio yerbatero
Las políticas desregulatorias del gobierno nacional combinadas con una cosecha récord y con las ambiciones concentradoras de buena parte de la molinería establecieron las bases para que una tormenta perfecta se desatara sobre el lomo de los productores de yerba mate y los sufridos tareferos.
Los productores cosecharon casi mil millones de kilos de hoja verde justo cuando al INYM le quitaron las facultades para regular precios. La industria aprovechó para pisar los valores de la materia prima y salir a librar una guerra de precios en la que las únicas bajas fueron los productores.
Como cada que vez que el negocio se desregula, la molinería y la cadena comercial ganaron participación en el reparto de las ganancias que genera la yerba mate a expensas del sector primario.
Un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que en junio de 2023 el sector primario se quedaba con casi 34% de valor total del paquete de yerba mate, porcentaje que cayó a 13,3% en febrero de este año.
Es decir que 34 de cada 100 pesos que un consumidor pagaba por un paquete de yerba mate en 2023 iban a manos de un productor y ahora la misma cuenta termina con el productor recibiendo solo 13,3 pesos de cada 100.
Las mismas industrias que a inicios del año pasado pagaban hasta 370 pesos por kilo de hoja verde, empezaron este año pagando 220 pesos. El número no les cerró a los productores que, por decisión del Gobierno nacional al que votaron mayoritariamente, perdieron la posibilidad de negociar precios en el ámbito del INYM y salieron a la ruta a protestar, algunos con el auspicio de referentes de la oposición provincial.
Con todas las variables en contra, el Gobierno provincial salió a buscar respuestas apelando al diálogo. El gobernador Hugo Passalacqua convocó en varias oportunidades a las partes implicadas en búsqueda de soluciones y el ministro del Agro Facundo Sartori salió a poner la cara aún cuando no tenía soluciones inmediatas para ofrecer.
Después de mucho trajinar, se consiguió dar forma a una Mesa Yerbatera que logró sentar a productores, cooperativas, secaderos y molinos en un ámbito de franca negociación.
La primera industria en acercar una propuesta de precios concreta fue el establecimiento de capitales sirios de Omar Kassab, radicado en la zona de Andresito. La oferta fue empezar con un precio levemente superior a los 300 pesos y aumentarlo progresivamente hasta llegar a 350 en julio.
Lo siguieron las cooperativas de Dos de Mayo y de San Pedro con propuestas similares. Un paso atrás llegó la cooperativa de Colonia Liebig que ofreció 305 pesos a partir de abril, pero sin asegurar un incremento progresivo en meses sucesivos como sí lo hicieron las misioneras.
Los productores de Andresito aceptaron la propuesta, mientras que asambleas reunidas en San Pedro y Oberá exigen valores más altos.
Si bien la situación está lejos de ser la ideal para los intereses de los productores, el cuadro representa una mejora significativa. Porque después de muchos meses de negarse siquiera a hablar del tema, actores importantes de la molinería acercaron propuestas de precio, lo que seguramente empujará a las demás ponerse en un pie de igualdad.
Si bien los valores que proponen esos industriales están por debajo de las aspiraciones de los productores e incluso debajo de la matriz de costos que elaboró en INYM, representan una suba respecto a los precios que se venían manejando hasta ahora, que en ningún caso superaban los 260 pesos.
Referentes de la molinería reconocen por lo bajo que esta mejora responde en buena medida a que las condiciones del mercado están cambiando. El verano fue más riguroso de lo que se esperaba, con muchos días seguidos con temperaturas altísimas y pocas lluvias, lo que afectó la brotación de los yerbales en varias zonas de la provincia.
Ya no se habla de sobreoferta de materia prima o al menos no en la proporción que se verificó el año pasado. En esas condiciones son muchas las industrias que empiezan a preocuparse más por mantener altos sus niveles de stock a efectos de cubrirse de una posible escasez de hoja verde que podría producirse si las lluvias siguen escaseando en invierno o si llegaran todas de golpe provocando caída de hojas.
La renovación se agranda y la oposición se fragmenta
El cronograma electoral de cara a las legislativas provinciales del 8 de junio cumplió el jueves con su primer vencimiento, el que corresponde a la presentación de frentes y partidos. Ese sencillo acto administrativo fue suficiente para esbozar un cuadro de situación bastante acabado de la actualidad de la política misionera.
La fotografía muestra un fortalecimiento del Frente Renovador en coincidencia con una marcada fragmentación en las fuerzas de la oposición.
El frente que gobierna la provincia presentó el respaldo de 33 partidos, incluidas fuerzas y dirigentes que hasta hace poco se paraban en la vereda de la oposición, pero ya no se sentían representados en esos lugares.
El último de ellos fue el concejal Pablito Velázquez que hace menos de dos semanas formalizó su desafiliación a la UCR y el jueves anotó a su partido, Podés, en las filas oficialistas.
Desde el FR aseguran que la presencia de radicales desencantados no se agota con quienes siguen a Velázquez. “Hay numerosos radicales decepcionados con el rumbo perdido de su partido que tomaron la decisión de apostar por la construcción en vez de poner palos en la rueda. Nuevos sectores en Posadas y el interior se han sumado al gran paraguas de la renovación, donde ven que pueden crecer políticamente y desarrollar sus capacidades. Lo que les resultaba imposible en partidos en los que reinan los mismos apellidos de siempre”, aseguran referentes del armado renovador.
También resulta notoria la presencia en el Frente Renovador de partidos y dirigentes de ideología libertaria que se referencian con el presidente Javier Milei a escala nacional y en Misiones adhieren al blend libertario -renovador que propone el oficialismo.
Responden a una amplia base electoral que en las provinciales de 2023 eligió la boleta que encabezaba Hugo Passalacqua y meses después depositaron su confianza en Javier Milei. Encuentran coincidencias entre la renovación y el modelo que propone Milei en puntos como el orden fiscal y la austeridad en el gasto. Prefieren el esquema provincialista que defiende la renovación antes que militar espacios que son conducidos desde Buenos Aires sin tener en cuenta los intereses de la provincia.
Quien encabece la nómina de candidatos a diputado provincial por ese espacio será el director de Vialidad, Sebastián Macías, quien se destacó durante su gestión por llevar adelante una gestión eficiente en un contexto general de escasez de recursos.
La oposición se destaca por la fragmentación y por la ausencia de espacios que venían participando con regularidad en elecciones provinciales.
Juntos por el Cambio consiguió cerrar filas a última hora a pesar de renuncias y desafiliaciones, como las protagonizadas por la última candidata a vicegobernadora por ese espacio, Natalia Dorper, el diputado nacional (MC) Alfredo Schiavoni y el mencionado Velázquez.
La alianza que hace apenas unos años se perfilaba como la opción más competitiva dentro de la oposición, se encuentra ahora en caída libre. Bajo la denominación Unidos por el Futuro se anotaron el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. La novedad aquí es la ausencia del puertismo, que formaba parte de esta alianza a través del partido Activar, de Pedro Puerta.
El escandaloso caso que investiga a una red de distribución de material de abuso infantil y uqe mantiene tras las rejas al diputado puertista expulsado de la Legislatura, Germán Kiczka, dilapidó las expectativas del partido encabezado por el hijo del exgobernador Ramón Puerta y pone en duda su continuidad.
El PRO y la UCR reproducen en Misiones la misma crisis que los aqueja a nivel nacional. La irrupción de los libertarios los alejó de su base electoral, que encontró en Milei el liderazgo que no supieron proveer ni los radicales ni los amarillos.
A sabiendas de que la cosecha de votos será escasa, la pelea por lugares encumbrados en las listas se vuelve encarnizada, los que están desde siempre quieren seguir estando, los demás se cansan de esperar el turno y se van.
Dentro del peronismo reina la incertidumbre. El PJ intervenido por la conducción nacional kirchnerista decidió alejarse del Frente Renovador y no se registró en la nómina de partidos y frentes para las elecciones provinciales.
Con el PJ fuera de la discusión, a la renovación le queda terreno libre para sumar adhesiones entre la militancia y el electorado peronista, que en su mayoría rechaza la intervención nacional por entenderla como un atropello, un acto de imposición de una conducción nacional kirchnerista que intenta pasar por encima de la voluntad del afiliado de Misiones.
Producto de ello, amplios sectores del peronismo que no podrán participar con el sello institucional del PJ se abroquelaron en espacios como el partido Unir y el Partido por la Reconstrucción de la Justicia Social y otros, para trabajar bajo el paraguas del Frente Renovador.
La Cámpora, que nunca tuvo incidencia significativa en el electorado provincial, se sumó al frente Confluencia Popular Por La Patria, integrado por otros espacios como Instrumento Electoral por la Unidad Popular Provincial, Partido de los Trabajadores y del Pueblo, Nuevo Encuentro por la Democracia y la Equidad y el Partido de la Victoria.
Libertarios o dirigentes que se referencian como tales, estarán presentes en distintos espacios que participarán de las elecciones. Habrá libertarios que adhieren al NEO BLEND renovador, también hay quienes forman parte de partidos que se presentan por fuera del esquema de frentes.
El espacio que encabeza Adrián Núñez, La Libertad Avanza, es uno de los espacios que se inscribió en solitario y competirá con un único sublema en Posadas. En igual situación se encuentra el Partido Libertario de Nicolás Sosa.
Las elecciones del 8 de junio también servirán para descubrir cuál de los espacios que tienen algún grado de participación libertaria encuentra mayor aceptación entre los misioneros que adhieren a las políticas del presidente Javier Milei.
En la vereda opuesta, buscando representar a quienes están abiertamente en contra de las políticas libertarias se encuentra el Partido Agrario y Social (PAyS) de Héctor “Cacho” Bárbaro que competirá en soledad.
Aquí también reina la desintegración. Se mantiene el divorcio de Bárbaro con su histórico aliado Martín Sereno, que registró su espacio Tierra, Techo y Trabajo, junto con otros movimientos sociales y competirá por su lado.
Finalmente, el Partido Demócrata, que no logró acuerdos con otros sectores, también competirá de manera individual. A última hora, se inscribieron varios nuevos espacios, como Integración y Militancia, el Partido Social Solidario y Movimiento Positivo.