Previo al Día Internacional del Teatro, actores y actrices reflexionaron sobre sus carreras: “Uno le dedica un momento y te va tomando la vida”

El próximo 27 de marzo se celebra el Día Internacional del Teatro. En Misiones, la disciplina tiene una atmósfera activa y vibrante, pero no muchas personas están al tanto de su existencia. Germán Lenguaza, Claudia Marelli, y Yaisa Brizuela, tres profesionales del sector, se refirieron a la misma en su visita a Cápsula Random. Además, revelaron la primicia de la visita de Ricky Pashkus a Misiones en junio.

A más de dos décadas del inicio de su camino en el escenario, Germán Lenguaza resume lo que parece ser un sentimiento compartido por quienes habitan las tablas. “Uno le dedica un momento y la actividad te va tomando la vida, te va llevando, y bueno, si es para vos, ahí va”.

Lenguaza comenzó a los 16 años, en el año 2000, en un taller de adolescentes en una sala de Villa Sarita llamada El Almacén. “Había llegado a esa sala por casualidad. Decidí ver qué onda el taller y encontré un grupo en esa época adolescente de mucha contención, chicos de mi edad que teníamos los mismos gustos, las mismas necesidades”, recordó.

Luego se formó en el Teatro de la Universidad Nacional de Misiones (TeUNaM), pasando por sus tres niveles y más adelante se volcó al circuito independiente. “Ahí no paré de hacer obras, pasé por diferentes directores, festivales, y me llevó a viajes y trabajo en cámara, entre otras cosas”, afirmó.

Actualmente trabaja en la Sala de Espacio Reciclado y desarrolla obras propias, sobre todo en formato unipersonal. “Me fui metiendo un poco más en el trabajo del teatro unipersonal y vengo por ahí laburando desde siempre. Pasaron 24 a 25 años de una actividad intensa con un montón de obras”, dijo.

En paralelo, participó también en varias producciones audiovisuales. “Hice ‘Cara Sucia’, donde tengo una escena linda con Laura Novoa. Después hice ‘Siete Vuelos’, donde tengo una escena con Sabrina Garciarena. Me tocan papeles chicos dentro del cine, pero bastante dinámicos”, contó.

Durante la pandemia filmó “A Orillas del Río” y actuó en series web como “La Encrucijada”, disponibles en YouTube y otras plataformas. “Fui incursionando frente a cámaras y proyectos independientes, como cortos y proyectos relacionados con gente que estudia y me invita para hacer cosas constantemente”, manifestó.

Claudia Marelli, por su parte, recordó que su primer acercamiento al teatro ocurrió a los 19 años, cuando estudiaba la carrera de maestra de nivel inicial en el Instituto Antonio Ruiz de Montoya. “Nos obligaron a hacer una obra de teatro. Hicimos una obra de Hugo Midón que amo, ‘La Vuelta Manzana’. A mí me tocó hacer de Nicolás el Espantapájaros y me encantó”, recordó.

La experiencia la marcó profundamente. “Yo siempre dije ‘voy a volver a actuar’. El auditorio del Montoya estaba lleno de niños, y es muy difícil actuar ante niños, porque creo que es el público más sincero y más difícil”, afirmó.

Con el tiempo, se animó a un taller teatral. “Una amiga mía me dice, ‘che, ahí vi un taller’.  Entré y me acuerdo que en el primer taller con Buki Rosa había unos ejercicios en donde te pedían que cierres los ojos, y yo espiaba. ‘Yo acá no vuelvo más’, me dije. ‘Todos locos’. Pero bueno, acá estoy, en el Mandové Pedrozo todavía. Una loca más haciendo teatro”, dijo.

Desde entonces, participó en numerosas obras, siempre en el mismo espacio y con el mismo director. “Mi único director fue siempre Buki Rosa. Me gusta, me gusta el espacio, me gusta el grupo. Me gusta el director, nos conocemos. Incluso actué con él”, contó.

Su primer trabajo fue un monólogo de diez minutos, en el que actuaba sola. “Era un relato al revés. Estaba sola y sentada en una silla con una luz. Y había una amiga que fue a verme”, recordó.

Más recientemente, protagonizó “Idiofoterapia”, una obra que generó gran repercusión. “La sala estuvo llena las 15 o 16 veces que presentamos. Fue el obispo Monseñor Juan Rubén Martínez a ver la obra. Ya estábamos bendecidos, estaba lleno el escenario”, dijo.

En ella interpretó a una psicóloga atea que atiende a Dios, encarnado por Leo Guzmán. “Dios es Leo Guzmán, que baja a la tierra. Es un dios débil, decepcionado de todas las cosas que hicimos los humanos en la Tierra. Y acude a terapia con una psicóloga, que soy yo, totalmente atea, que no cree en nada y mucho menos en Dios”, contó.

Según explicó, el texto está basado en el Antiguo Testamento. “Te deja pensando. Yo siempre digo que a mí me dejó un mensaje muy fuerte, que es que realmente tenemos que hacernos cargo de lo que nos pasa, porque siempre echamos la culpa al otro. En este caso es Dios. ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué Dios me hiciste esto? ¿Por qué permitiste esto? Y realmente nosotros somos los culpables”, reflexionó.

Yaisa Brizuela, la más joven de las tres voces, reveló que comenzó a los 10 años. “Siempre fui parte del arte, porque mis papás tienen coros sinfónicos. Con el teatro específicamente, mi área es el teatro musical”, dijo.

Se formó en Talentos Posadas, tomó clases de canto con Alba Álvarez en Encarnación, y cursó profesorado de danza. Más tarde, estudió en la Universidad Nacional de las Artes en Buenos Aires. “Estudié actuación y dirección escénica, porque pensé que no iba a entrar a actuación y me terminé enamorando de la carrera de dirección escénica”.

También exploró el teatro de objetos con Ana Alvarado, primero como estudiante y luego como ayudante. En 2020 regresó a Posadas y abrió su propia escuela. “Decidí volver a Posadas y abrir la Escuela de Teatro Musical, que siempre había soñado abrir. En principio fue un grupo de 30 chicos, pero hoy día tenemos 150 alumnos”.

La escuela surgió después de que Brizuela y un grupo de artistas organizaron una obra propia. Este año, el proyecto se expandió y sumó a un nuevo grupo etario. “Abrimos el grupo de jóvenes, que era algo que tenía muchas ganas de hacer. Estoy súper contenta con ese semillero”, confesó entusiasmada.

La formación en el arte del teatro es una parte crucial de la iniciativa y algo fundamental para dedicarse a esta actividad es ir a ver obras de teatro. “Nuestra especificidad es el teatro musical, pero para nosotros que vayan a ver teatro es esencial para su formación”, dijo.

En cuanto al panorama teatral en la provincia, Marelli señaló que aún queda camino por recorrer en términos de visibilidad. “No les puedo explicar cuál es la manera de hacer conocer que hay muy buenas salas, que hay muy buenas obras, que hay muy buenos actores y actrices en Posadas, en toda Misiones. Y mucha gente me dice: ‘Ah, ¿y dónde es la sala?’ o ‘ah, no conocía’”, afirmó.

Lenguaza coincidió en la importancia de ver otras obras como parte de la actividad teatral. “Tenés que estar en esa actividad, tenés que participar. Entonces, se arma un lindo intercambio. Tenés que estar al tanto de qué está pasando. Es la manera que uno se va nutriendo”, dijo.

“A mí me pasa que cuando voy a ver teatro, yo quiero hacer teatro. Cada vez que voy al teatro me digo ‘quiero actuar’”, reveló Brizuela.

De cara al Día Internacional del Teatro, los tres artistas eligieron celebrarlo de la forma más directa posible: trabajando. “Martes y jueves nosotros lo celebramos trabajando y ensayando”, dijo Marelli. “Estamos haciendo una obra que se llama ‘Feria Americana’. Estamos ensayando para estrenarla este año”.

Lenguaza detalló sus próximas actividades. “Tengo dos turnos de clases los viernes. De 16 a 18 tengo iniciantes y de 18.30 a 21, entrenamiento de actores y para gente con más experiencia. El 19 de abril tengo función en el bar de Catamarca y Buenos Aires con mi obra ‘El Hijo del Monte’, también con otra obra que es ‘Mate Cocido’, una obra de títeres”, contó.

Brizuela, a su turno, anunció una visita destacada. “Vamos a recibir el 7 de junio a Ricky Pashkus, que va a estar visitando Misiones. Así que vamos a hacer una movida grande con él porque es el número uno del teatro musical argentino y tiene mucho para brindarnos”.

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