Un informe del Observatorio PyME revela una fuerte caída del empleo y la producción en las pequeñas y medianas empresas manufactureras, solo superada por la crisis de 2009. A pesar de la recuperación de las ventas, la falta de demanda y la presión por los costos de producción siguen siendo las preocupaciones clave del sector.
En el cuarto trimestre de 2024, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) manufactureras enfrentaron una caída drástica en la producción y el empleo, superando solo la crisis económica global de 2009 en magnitud. El «Informe Coyuntural IV trimestre 2024» publicado por el Observatorio PyME destaca la difícil situación que atraviesa este sector, afectado por una baja demanda y el aumento de los costos de producción.
Según el informe, la caída en la producción industrial fue la segunda mayor desde la pandemia, con una disminución significativa en el empleo, que también marcó la segunda mayor baja en la historia reciente. De hecho, solo la crisis económica de 2009 generó una caída mayor. En palabras de los responsables del estudio, «el 2024 fue el año con la segunda mayor caída de la producción luego de la pandemia y también el segundo de mayor caída del empleo».
El contexto actual está marcado por una recesión económica, lo que llevó a muchas empresas a lidiar con una alta acumulación de stocks. Sin embargo, las ventas, aunque bajas, experimentaron un aumento del 15% en términos deflactados, lo que podría estar relacionado con la liquidación de inventarios y la importación de productos terminados, en lugar de un crecimiento real en la producción.
Principales problemas y desafíos
Los problemas más destacados entre las PyMEs manufactureras son la sostenibilidad de la demanda y el aumento de los costos salariales. Un 66% de las empresas encuestadas mencionaron la caída de las ventas como su principal desafío, y el 54% reportó que los costos salariales representan una preocupación creciente.
Esta situación de alta inflación y costos de producción resultaron en una pérdida de rentabilidad para muchas empresas, con un 90% de las pymes experimentando un aumento en los costos, pero solo el 43% logró aumentar sus precios.
A pesar de estos desafíos, el sector muestra signos de una leve mejora en la confianza empresarial. El índice de confianza empresarial (ICE-PyME) aumentó a 56 en comparación con el trimestre anterior, aunque se mantiene por debajo de los 50 puntos en el índice de producción (PMI-PyME), lo que indica que las expectativas no se corresponden completamente con la situación actual.
Expectativas para este año
De cara a 2025, las expectativas para el sector son inciertas. Más del 50% de las empresas creen que la debilidad de la demanda, el aumento de los costos de producción y la apertura de importaciones podrían afectar negativamente su desempeño. Aunque un 47% de las empresas espera que la producción aumente, la mayoría prevé que no habrá grandes cambios o incluso una disminución en la actividad, según el informe del Observatorio PyME.
Uno de los factores más preocupantes es la apertura de importaciones, que afecta gravemente a las PyMEs manufactureras, creando un shock competitivo debido a la apreciación cambiaria y las políticas que promueven las importaciones sin incentivar adecuadamente la producción local. Este panorama ha generado temores de una mayor destrucción de empleo y pérdida de capacidades productivas, destaca el relevamiento.
Mientras tanto, el sector de software y servicios informáticos parece experimentar un crecimiento sostenido. Las ventas aumentaron un 20% interanual, y la ocupación subió un 3%.
Sin embargo, este sector también enfrenta desafíos relacionados con la rentabilidad y los costos de producción, aunque las expectativas para 2025 son más optimistas, con el 68% de las empresas esperando un aumento en las ventas y el 55% proyectando un incremento en la ocupación.