Yerbateros de Andresito aceptaron la propuesta de precios escalonados de un molino local y levantaron el acampe

El subsecretario de Asuntos Yerbateros, Julio Peterson, criticó la “falta de empatía de los industriales”, denunció la eliminación de regulaciones clave en el INYM por parte de Nación y advirtió sobre la falta de control estatal en la calidad de la yerba. Destacó la propuesta de un empresario sirio radicado en Andresito, que acordó aumentos escalonados en el precio de la hoja verde hasta julio.

Audio: Radio República

Peterson expuso su preocupación por la crisis que atraviesan los productores yerbateros debido a los bajos valores ofrecidos por la industria. Señaló que el costo determinado por el INYM es de $357 por kilo de hoja verde, sin embargo, los molineros ofrecen mucho menos. Por ello, salieron a las rutas a reclamar un “precio justo” desde principios del mes de febrero.

“Con gran dolor tengo que decir la falta de empatía que tienen nuestras industrias, nuestra industria tanto misionera como correntina, argentina que no ve la necesidad de nuestra gente, porque ofrecían, yo llegué a hablar con 46 industriales, de los 46, lo que más ofrecieron fue 260 pesos puesto en secadero. También escuchaba precios de 220, 245”, afirmó.

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El funcionario remarcó que, ante esta situación, Omar Kassab, empresario de origen sirio radicado en Andresito hace varios años se acercó con una propuesta más favorable para los productores. “Ayer se acerca un industrial de zona norte, del otro lado del mundo, allá de Siria a proponer algo claramente mucho más favorable de lo que ofrecían nuestras industrias locales. Él decía: ‘Yo lo que necesito es que nuestros productores estén vivos, no de rodillas, yo lo que necesito es que nuestra gente quede de pie para poder trabajar y seguir produciendo y que yo pueda seguir llevando yerba hacia el mundo”.

Peterson recordó que esta no es la primera vez que el hombre interviene en la regulación de precios en beneficio del eslabón más débil de la cadena. “En el 2007 hicimos un trabajo similar. En aquel momento, la ley establecía que el kilo debía pagarse a $2,20, pero los industriales abonaban apenas $1,30 o $1,50. Él abrió las puertas de su empresa y decidió pagar $1,80, luego $2 y finalmente $2,20”.

De esta manera, una vez más, el propietario de la firma Secadero, propuso un esquema de aumentos progresivos para aliviar la crisis de los productores. “Se firmó un acta donde este mes arranca con $301, el mes que viene sube a $310, en mayo a $320 y en junio a $330. En julio se analizará la posibilidad de llegar a $350”, precisó Peterson.

Esta propuesta fue bien recibida por los productores, quienes decidieron levantar el acampe en Andresito. “Ayer a las 18 horas, Kasab estuvo en el acampe, donde había más de 200 productores. Se sentó a escucharlos, a dialogar, y los productores analizaron juntos la oferta. Dijeron: ‘Lastimosamente, es la única empresa que viene a dar la cara y a ofrecernos una salida’. Y decidieron levantar el acampe para ir a trabajar dejándole la posibilidad que el productor que quiera cosechar puede cosechar, el que no, no. Esto es libre de cada uno. El que no quiere cosechar no es necesario, no es obligado y el que quiere cosechar puede ir cosechando a cuentagotas sabiendo que el mes que viene el precio va a subir”, explicó el subsecretario.

Críticas al Estado nacional

El exdirector del INYM cuestionó la falta de control estatal sobre la calidad de la yerba que llega a los consumidores y denunció la eliminación de artículos clave del instituto yerbatero, que limitaban la producción indiscriminada y garantizaban controles de calidad. “Estos días cuando estuvo la gente del INYM en Buenos Aires no le dieron otra opción, le extorsionaron para que saquen el artículo 18, el 14 y otro artículo más”.

Dichos artículos limitaban la “plantación para que los grandes no planten por cantidad, que planten hasta 5 hectáreas como nosotros los pequeños productores. Algunos podemos llegar a plantar hasta 5 hectáreas. Otros capaz que planten una hectárea o dos. Y el otro artículo justamente era la posibilidad del INYM de ir a los galpones y revisar las yerbas que tenían si es apta para consumo o no, porque el INYM no puede ir a las góndolas, el INYM solamente podía ir a los galpones a mirar la canchada si era buena”.

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Así, consideró que “el Estado nacional tiene el derecho y la obligación a través del Ministerio de Salud Pública de tomar el paquete, ver si es apto, si coincide dentro de la calidad para el consumo humano, lo cual no lo están haciendo. Hasta el año antepasado se venía haciendo bastante bien. Y ese derecho que también podía ser del INYM con el del DNU lo sacaron. Le quitaron ese derecho; hoy ni siquiera el INYM puede agarrar un paquete y mirar”, alertó.

El funcionario no ocultó su descontento con lo que denomina competencia desleal dentro de la propia industria. “En lugar de producir yerba de calidad, están tirando los precios para ganar derecho de góndola y vender kilos. Nos están destruyendo el mercado”.

“En la zona de Corrientes, yo sé que se pagó un poco más, incluso llegaron a 320. Esto es así. Ahora, lo que queremos es que le paguen al resto de la provincia también porque compran regalado acá y pagan más allá. Nos hacen entregar hoja acá y allá cosechan con máquina y llevan el palerío. A nosotros nos hacen entregar un producto con un máximo del 14, del 15% de palo y en el paquete vos encontrás un paquete con 35, 40% de palo… ¿A dónde estamos?”, cuestionó.

Las consecuencias del libre mercado

Además, advirtió sobre el riesgo sanitario de la yerba importada. “Estamos destruyendo un mercado por yerba de mala calidad por exceso de palo dentro del paquete, por palo molido, por polvo, por muchas cuestiones que hoy el Ministerio de Salud Pública de la Nación no está actuando. La yerba que está entrando de Paraguay o Brasil tampoco lo están revisando ni haciendo el análisis. Libre mercado. Esto es gravísimo lo que va a pasar en muy poco tiempo. Y los industriales en esa pelea de quién está dentro de los rankings están planchando los precios y se están aprovechando los mercadistas”.

De allí que insistió en que los empresarios deben replantear su estrategia para fortalecer el sector. “La culpabilidad de todo esto es de las mismas industrias por tirar precios hacia abajo para poder vender más kilos y para estar en el ranking de las 10. Produzcamos calidad. Hagamos las cosas bien y miremos hacia el futuro. No podemos mirar hacia el ombligo, paremos de mirarnos el ombligo. Miremos hacia adelante. Nosotros estamos destruyendo un mercado por yerba de mala calidad”.

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