Opinión | El mate para pocos, por Carlos Rossler

El problema de la yerba mate es una zoncera como las que Arturo Jauretche enumera en sus 20 clasicas zonceras argentinas, dónde los pobres productores salen a defender los intereses de los molinos que son los que los someten a la servidumbre. En el gobierno menemista que había desregulado las plantaciones de Yerba mate y dónde los «Ramoncitos» de las vida aprovecharon y plantaron la cantidad suficiente para convertir al mercado en un monopolio , y a pesar de que no hay una sola empresa molinera que compra el producto madre de la economía misionera , al ser pocos el oligopolio se comporta como un monopolio cruel y despiadado, el mate es para compartir , la riqueza que produce la yerba mate y su industria no, los que controlan las góndolas controlan el precio de venta al consumidor y de compra al productor , que sin posibilidad de colocar la materia prima en nuevos mercados o demandantes,  se ven reducidos a la servidumbre.

En esta época de la humanidad donde lo individual está por encima de lo colectivo, dónde el enjambre en el que el neo liberalismo convirtió la sociedad , enjambre sin alma, sin objetivo común , dónde el ideal es postear una foto de un desayuno en algún hotel de lujo (o no), ese enjambre moviliza a productores a tomar un organismo que si deja de funcionar, desfinancia el mantenimiento de las rutas provinciales , de los hospitales públicos y las escuelas publicas dónde los misioneros movilizan su producción, se curan o se educan. Vaya Zoncera! Salir a defender que los molinos (5 familias) ganen más guita a costa del trabajo de los que salen a movilizarse.

Un producto como la yerba mate necesita crear mercados nuevos , el marketing y la investigación son las únicas herramientas que tiene la hoja verde o la canchada, para que puedan utilizarse en otras formas que no sea el amado mate que solemos compartir y que es unos de los pilares de la cultura misionera y hasta Argentina , que nos hermana con Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile y hasta son Siria . Paradoja que algo que une y hermana sea usado para, insisto,  en el concepto reducir a la servidumbre al que planta , cuida y cosecha el oro verde de Misiones.

Ahora bien, ¿cómo hace un productor de 5 hectáreas para competir con uno de 50 o de 200? ¿cómo hace un productor que no debería existir?, dado que si planta menos de 30 hectáreas su plantación no es eficiente en términos estrictamente de costos, hablando de costos ¿los molinos haces costos ? O simplemente transformaron a este negocio en uno financiero, dónde por su capacidad de compra y espalda se estoquean a punto tal que la cosecha del año 2024 récord histórico dejo el 30 %  de la hoja en la planta por qué la oferta superaba tanto a la demanda que hubiese sido aún más severa la crisis que hoy atraviesa el sector .

La economía que es una ciencia social solo se puede equilibrar cuando hay diálogo y la razón se impone, el desenfreno y la avaricia de los «Ramoncitos» de la vida descomponen el tejido social tanto como la inflación o el colonialismo.

Paradoja, los que pedían a gritos la libertad de mercado son los que salen hoy a exigir un «precio justo «. Y pregunto ¿el precio justo no lo fija el mercado? O simplemente compran discursos vacíos que ven por tik tok y los atraviesa una «shitstorm». En el capítulo EL RESPETO de  Byul Chun Han en su libro  El Enjambre , describe como «la comunicación digital fomenta está exposición pornografica de la intimidad y de la esfera privada » » El respeto va unido al nombre anonimato y respeto se excluyen entre si. La comunicación anónima que es fomentada por el medio digital, destruye masivamente el respeto. Es responsable de la creciente cultura de la indiscreción y la falta de respeto. También la shitstorm es anónima. Ahí esta su fuerza. Nombre y respeto están ligados entre si.» » La shitstorm tiene múltiples causas. Es posible en una cultura de la falta de respeto y la indiscreción. Es sobretodo un fenómeno genuino de la comunicación digital.» Y luego en el Capítulo LA SOCIEDAD DE LA INDIGNACION «Las olas de indignación son muy eficientes para movilizar y aglutinar la atención. Pero en virtud de su carácter fluido y de su volatilidad no son apropiadas para configurar el discurso público, el espacio público «» La sociedad de la indignación es una sociedad del escándalo. Carece de firmeza, de actitud. La rebeldía, la histeria y obstinación características de las olas de indignación no permiten ninguna comunicación discreta y objetiva, ningún diálogo, ningún discurso».

Nuestros productores de yerba mate indignados  toman las rutas y las oficinas de ATM enojados, histéricos y obstinados , molestos por qué el gobierno nacional eliminó lo único que nos los reducía a la servidumbre y dejo en potestad del libre mercado ( que de libre no tiene nada ) el precio de la hoja verde. Habría que comenzar a pensar más en el vecino , que en los likes, retomar el mate como símbolo de comunión , en lugar de transformarlo en una foto de un momento efimero, artificial y desalmado.

Por Carlos Rossler, contador público

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas