La Cuenca Ovino Caprina de Misiones se proyecta hacia un año de profesionalización y agregado de valor, enfrentando desafíos climáticos con innovación. Con más de 400 productores, la región apuesta por la capacitación continua y el turismo rural como motor de desarrollo.
La Cuenca Ovino Caprina en la zona sur de Misiones avanza con gran expectativa hacia un nuevo año de trabajo, centrado en la profesionalización y el agregado de valor. Con más de 400 productores activos, esta región se destaca por su compromiso con la capacitación continua y el uso de tecnologías sustentables, enfrentando desafíos climáticos como la sequía con estrategias innovadoras.
Javier Buscaglia, secretario de la mesa de gestión de la cuenca, y jefe de agencia del INTA, destacó la importancia de la capacitación y asistencia técnica para fortalecer a los productores en toda la cadena productiva. «Nos hemos propuesto desde hace seis años mantener actividades con continuidad, apoyando al productor en el uso de técnicas sustentables», afirmó.
Este enfoque, según Buscaglia, es esencial para afrontar las condiciones climáticas adversas y asegurar la calidad del producto en el mercado. La sequía ha impactado significativamente en la producción, afectando la capacidad de los productores para iniciar el año con fuerza. A pesar de ello, se espera que el panorama mejore para marzo, cuando se proyecta un aumento en los índices de preñez y una mejor temporada de venta de corderos. «Esperamos que en unos meses tengamos índices de preñez más halagüeños para la venta de corderos», señaló Buscaglia.
La formalización de los productores es otro de los pilares de la cuenca. Se estima que más de 400 familias rurales participan en distintos niveles, desde el autoconsumo hasta el nivel empresarial. «Hay un alto porcentaje de productores formalizados, y trabajamos para que más se sumen al registro oficial», explicó Buscaglia. La cuenca abarca nueve municipios, desde Posadas hasta Cerro Azul, cada uno contribuyendo a un mercado local cada vez más profesionalizado.
En cuanto a la comercialización, la cuenca busca diversificar las opciones más allá de la carne de cordero. «Tendemos a que el consumo sea masivo, con cortes de mayor kilaje como los corderos recriados y capones», indicó Buscaglia. Además, la producción de escabeches y conservas se ha convertido en una alternativa viable para agregar valor a la carne ovina y caprina, permitiendo tiempos de comercialización más amplios.
El turismo rural se presenta como un componente clave en la estrategia de desarrollo de la cuenca. Esta actividad promueve el consumo de productos locales y ofrece una experiencia auténtica a los visitantes. «El turismo rural es una alternativa de agregado de valor que permite un ingreso más legítimo a la chacra», comentó Buscaglia. Los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía local, ecoturismo y turismo de aventura en establecimientos preparados para el pernocte.
La capacitación sigue siendo un eje fundamental para la cuenca. En abril, se realizará una formación sobre pastoreo racional, liderada por el ingeniero Bruno Vasquetto, experto en tecnologías de pastoreo. Esta capacitación intensiva, que contará con el apoyo del INTA de Mercedes, busca capacitar a 40 productores en prácticas teóricas y de campo. «Queremos instalar el pastoreo racional como punta de lanza de las tecnologías en el territorio», expresó Buscaglia.
La asamblea anual de la mesa de gestión se llevará a cabo en marzo en el municipio de Profundidad, abordando actividades futuras y posibles alianzas. Con Felipe Sadaniouski como presidente de la mesa de gestión, este encuentro reunirá a los representantes de entes y organizaciones afiliadas. «No está abierta al público general, pero es crucial para definir las líneas de trabajo y nuevas alianzas», aclaró Buscaglia.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024