Análisis semanal: Explicaciones insuficientes, fenómeno barrial y vergüenza radical

La entrevista que pergeñaron el Presidente y su entorno para deslindar responsabilidades por el escándalo de Libra fue un fracaso resonante. Las explicaciones resultaron insuficientes y hasta contradictorias y la filtración de la interrupción de Santiago Caputo terminó de darle forma al fiasco. Las fotos con Elon Musk y los cumplidos de Donald Trump en la cumbre de la CPAC fueron útiles a Milei para recuperar la iniciativa en la construcción de la agenda mediática. Pero la sintonía ideológica no fue suficiente para eximir a Argentina de la avalancha de aranceles que prepara el estadounidense y el tema preocupa a exportadores misioneros. El radicalismo y el PRO siguen sin encontrar lugar en el nuevo tablero de la política del país y de Misiones y enfrentan a una crisis terminal.

El explosivo auge y la inmediata caída de la memecoin promocionada por Javier Milei derivó en la peor crisis comunicacional para el Gobierno nacional. La lectura más benevolente del episodio siembra dudas respecto a la tan mentada brillantez intelectual del Presidente y un análisis menos amigable agrega cuestionamientos a su honestidad.

El libertario promocionó una inversión especulativa que rápidamente terminó pareciéndose mucho a una estafa premeditada. En una operación que llevó apenas unas horas, varios miles de personas que confiaron en la palabra presidencial perdieron alrededor de cien millones de dólares que fueron a parar a manos de unos pocos “expertos” que aparentemente accedieron a información interna.

Primero a través de un posteo en X y luego en una entrevista televisiva, el mandatario intentó deslindar responsabilidades. Adujo desconocer los pormenores del proyecto y aseguró que actuó de buena fe. Pero sus explicaciones resultaron contradictorias e insuficientes.

Por ejemplo, en el posteo en el que promocionó la memecoin Libra aseguraba que se trataba de un proyecto que beneficiaría a las Pyme otorgándole financiamiento, “me pareció que era una herramienta interesante para que se puedan financiar estas personas que de otra manera no podrían acceder al crédito”, dijo después en entrevista.

Pero en ningún momento explicó de qué manera esa criptomoneda podría haber ayudado a las empresas argentinas a fondearse, lo que hubiera dado algo de verosimilitud a sus dichos.

Luego contradijo su propio argumento durante la entrevista con TN, cuando responsabilizó a los fallidos inversores por las pérdidas que sufrieron. “Si vos vas al casino y perdés plata, ¿cuál es el reclamo, si vos sabías que tenía esas características?”, dijo en un tramo del diálogo con el periodista Jonatan Viale y en otro momento dijo que quienes compraron Libra sabían que se estaban metiendo en una inversión especulativa muy volátil.

Es decir que Milei promocionó Libra porque le pareció una herramienta interesante para financiar a las Pymes pero al mismo tiempo le resulta evidente que se trata de una inversión especulativa muy volátil, similar a una apuesta en un casino.

La cuestión fue abordada por el economista Carlos Rodríguez, otrora jefe del gabinete de asesores en economía de Javier Milei.

Tampoco termina de explicar cómo fue que se enteró de la existencia de Libra, dado que su posteo promocionando ese proyecto se produjo en coincidencia con el lanzamiento de la memecoin. El asunto resulta fundamental para saber hasta qué punto el Presidente estuvo involucrado en el proyecto.

Milei jura que su participación se limitó a un posteo circunstancial difundiendo algo que le pareció positivo, pero si eso es cierto, ¿cómo hizo para enterarse de la existencia de esta cripto antes que todos los demás e incluso antes de que fuera lanzada al mercado?

Ese punto es clave, porque el posteo del mandatario fue necesario para que la cotización de Libra se disparara en poco tiempo, generando ganancias inmediatas para los pocos que tenían la información requerida para comprar barato y vender caro.

Uno de los que se alzó con una ganancia millonaria fue el creador del proyecto, Hayden Davis, que para desgracia de Milei dio dos entrevistas en las que aseguró que el Presidente no solo estaba al tanto de lo que iba a ocurrir sino que su participación fue el resultado de un acuerdo.

Afirmó que estaba comprometido un segundo posteo de Milei y de otras figuras de su entorno e incluso mostró un supuesto precontrato. Dijo que tenía cien millones de dólares que eran “para los argentinos” sin dejar en claro a qué argentinos se refería.

El episodio generó cuestionamientos respecto a los mecanismos recaudatorios de Milei y de su entorno. Dudas que ya fueron planteadas durante la campaña presidencial cuando se conoció que muchos candidatos habían pagado por sus lugares en las listas o cuando el mandatario promocionó otro criptoactivo, CoinC, que al igual que Libra se derrumbó y hubo denuncias por estafa.

Frente a la opinión pública, el argumento más efectivo para los libertarios sigue siendo el juego de contrastes con el kirchnerismo, cuyos principales referentes -empezando por Cristina- están tan embarrados en casos de corrupción que cualquier piedra que salga de sus manos carece de poder de daño.

Al menos dos encuestas que se realizaron durante la semana muestran que el escándalo melló la imagen presidencial, pero la deshilachada y desprestigiada oposición no está en condiciones de capitalizar el tropezón del oficialismo.

Desde el Gobierno están convencidos de que la tormenta pasará y que el apoyo de la población estará atado más a la suerte del programa económico que a cualquier otro factor.

 

 Sin PASO y sin Lijo

El Senado le dio dos buenas noticias a Milei: la suspensión de las PASO se convirtió en ley y fracasó la creación de una comisión investigadora del criptogate, aunque también sufrió un revés al no poder avanzar en la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema.

La suspensión de las primarias se convirtió en ley en buena medida gracias al voto de los legisladores de la renovación misionera que acompañaron el proyecto en ambas cámaras. El principal argumento para esta modificación en el sistema electoral es de corte económico: de acuerdo con información del Gobierno nacional, la realización de las PASO tendría un costo estimado de 500 millones de dólares.

El voto de la renovación misionera se da en consonancia con la postura que este movimiento tuvo históricamente con relación a las primarias, lo que llevó a que en la provincia no se incluyera este tipo de elección en el calendario provincial.

Incluso antes de que lo planteara Milei, desde la fuerza política que gobierna Misiones siempre se consideró que las internas se debían resolver dentro de los partidos o los frentes sin necesidad de emplear los recursos de toda la población para dirimirlas.

Antes de ingresar al recinto, la senadora Sonia Rojas Decut anticipó que votaría por la suspensión de las PASO porque “son un gasto innecesario para el Estado” y que “el Estado no puede financiar los problemas internos de las candidaturas de los partidos políticos”.

La coherencia con la voluntad popular que en diciembre eligió el proyecto de Milei es el principal fundamento de la decisión tomada por el bloque. En este sentido, tanto el gobernador Hugo Passalacqua como los legisladores locales subrayaron la importancia de alinear las acciones políticas con lo que el pueblo misionero expresó a través de las urnas.

Pero no se trata solo de austeridad en el gasto público, también se trata de preservar al país de los cimbronazos innecesarios que suelen provocar las PASO, que por otra parte, son elecciones en las que no se elige nada.

Las últimas experiencias fueron negativas: tras las primarias de 2019 hubo una corrida en los mercados que impactó en el dólar y en la economía en general, en 2021 las PASO generaron una crisis política en el Gobierno de Alberto Fernández y las últimas, en 2023, sumaron mayor incertidumbre a un contexto que de por sí era volátil.

La suspensión de las PASO, que podría ser la antesala a su eliminación el año próximo, tiene también implicancias políticas. Los partidos o frentes que no tengan liderazgos definidos ya no contarán con esa herramienta para ordenar sus candidaturas.

Juntos por el Cambio, que no consigue ordenar los porotos ni siquiera dentro de los partidos que componen esa alianza, aparece como el principal perjudicado. Pero también el peronismo se podría ver afectado si no resuelve a tiempo la interna entre sus principales referentes, la incombustible Cristina y el gobernador bonaerense Axel Kicillof que acaba de presentar su propia línea. Si prosperara Ficha Limpia, la interna se resolvería antes de empezar.

La otra buena noticia para Milei fue que el Senado rechazó la posibilidad de conformar una comisión para investigar el escándalo de Libra. El proyecto fue rechazado por un solo voto, resultado al que se arribó gracias a la defección de algunos legisladores que cambiaron de idea a última hora.

El caso más notorio fue el del jefe del bloque radical, Eduardo Vischi, que incluso había firmado en coautoría el proyecto que luego rechazó con su voto. Otros cinco radicales lo acompañaron.

Para el oficialismo resultó un triunfo por partida doble, porque no solamente se evitó la conformación de una comisión que actuaría como caja de resonancia del affaire más complicado que enfrenta el presidente, sino que además generó un nuevo conflicto dentro del derruido radicalismo.

Vale aclarar que el fracaso en la conformación de la comisión investigadora en el Senado no guarda ninguna relación con el trámite que tendrá la causa judicial que se abrió a raíz de varias denuncias, en el marco de la cual se investigará al presidente, a su entorno y a los inversores que se beneficiaron con la cripto promocionada por Milei, bajo las figuras penales de abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y cohecho.

También hay investigaciones en curso en Estados Unidos, donde hubo inversores que perdieron dinero comprando Libra y otros como el mencionado Davis, que se alzaron con una fortuna en pocas horas.

 

Fenómeno barrial

El escándalo de Libra no bajó a Milei del pedestal de figura mundial de la extrema derecha, lo que quedó demostrado en el último cónclave de la CPAC, el foro conservador más antiguo de Estados Unidos.

En ese contexto, el presidente argentino vio como un auditorio enfervorizado aplaudía de pie sus promesas de destrucción del Estado y compartía su rechazo a la idea de justicia social, antes le regaló una motosierra plateada al mega millonario Elon Musk que lo saludó con un abrazo y finalmente se reunió con su par Donald Trump, quien lo llenó de elogios.

Lo que no lograron la amistad ni la sintonía ideológica entre ambos mandatarios fue amortiguar para Argentina el impacto de la catarata de aranceles que Trump piensa aplicar bajo el concepto de “reciprocidad comercial”.

Recientemente, el jefe de Estado republicano estableció tarifas del 25% a sus importaciones de acero y aluminio, lo que afecta envíos argentinos por unos USD 600 millones.

Sin embargo, la decisión del presidente estadounidense que más preocupación genera entre los empresarios y analistas es la de imponer aranceles recíprocos o espejo, lo cual encarecería 16,7% en promedio la entrada de productos argentinos al territorio norteamericano, según datos de The Budget Lab, centro de investigación de la Universidad de Yale.

El arancel que aplicaría Estados Unidos es tan alto porque el presidente norteamericano considera al IVA como un arancel, al que corresponde responder con un arancel propio.

Lo cierto es que hasta ahora la administración Trump no informó detalles respecto a cómo definirá los aranceles y su estrategia parece enfocada a reservarse generosos márgenes para maniobrar de acuerdo a los intereses norteamericanos en el tablero de la geopolítica.

En Misiones los exportadores que venden a Estados Unidos encendieron alarmas. Guillermo Fachinello, presidente de la cámara que nuclea a los empresarios de la forestoindustria del sur de Misiones y norte de Corrientes (Apicofom), alertó sobre la amenaza que implica para la industria maderera provincial el arancel del 25% que impondría en país del norte.

“Realmente estamos con un horizonte muy incierto. Este arancel del 25% si se hace realidad, realmente nos va a dejar a todos fuera de mercado. Imposible competir. Todo el trabajo que venimos haciendo hace mucho tiempo y en los últimos años, el trabajo de capacitación y de financiar a las pequeñas pymes para que puedan exportar, hemos trabajado en crédito, tasa subsidiadas, enseñar a exportar, buscar nuevos mercados. Por eso la encuesta da que tuvimos un incremento de las exportaciones en la madera”, señaló.

 

Vergüenza radical

El proceso de pérdida de identidad del radicalismo que comenzó cuando el centenario partido se conformó con ser el vagón de cola del macrismo, se está profundizando cada vez más con el cisma que se abrió entre los correligionarios con peluca que mendigan la atención de Milei y los que buscan un lugar en la vereda opositora.

Esta semana dos dirigentes de la UCR utilizaron la palabra vergüenza para definir la sensación que les provoca pertenecer a esa fuerza.

“Estoy harto se sentir vergüenza de pertenecer a este partido”, dijo el porteño Agustín Rombolá en entrevista con una radio capitalina. Algo bastante parecido a lo que expresó el concejal posadeño Pablo Velázquez en diálogo con FM Show: “nos empieza a dar un poquito de vergüenza pertenecer al radicalismo, porque en lugar de construir un proyecto serio, nos están llevando a destruir todo lo que se pudo construir en los últimos años”, dijo.

Otro histórico dirigente del radicalismo misionero que cuestionó duramente al partido fue Osvaldo Navarro, “lo que más me indigna es la falta de un proyecto claro. En este momento, el radicalismo no tiene un proyecto, y eso genera una enorme desconexión con la gente”, dijo, antes de confirmar que había presentado su desafiliación a la UCR.

Los tres dirigentes radicales, uno de CABA y dos de Misiones, coinciden en la misma crítica: la UCR perdió el rumbo y quienes tienen la responsabilidad de conducirlo o se valieron de la estructura partidaria para acceder a un cargo, solo piensan en sostener sus privilegios.

Oscilan en sus posicionamientos políticos con una velocidad asombrosa, votan en contra de proyectos que ellos mismos impulsaron, llevan al partido de un lado para el otro sin más objetivo a la vista que asegurarse un cargo.

Pablo Velázquez acusó que la cúpula del partido lo convirtió en un campo de batalla personal. “Claramente no hay una pelea de ideas, sino una pelea de dos dirigentes” y lamentó que las ambiciones personales prevalezcan sobre el proyecto colectivo.

Según el chamamecero, la falta de un horizonte claro es otro de los problemas que sobrevuela a la UCR desde hace décadas: “si el partido no discute para adentro, si no hay lugar, si se terminan arreglando las cosas entre dos, tres o cuatro, o algunos siguen teniendo los sueños húmedos del 83 y creen que con eso basta para la construcción de una alternativa en la provincia, claramente hay que renovarse”.

El PRO atraviesa una situación parecida, se convirtieron en un sello de goma. Su representatividad quedó seriamente comprometida a partir del surgimiento de la Libertad Avanza que les arrebató su base electoral. Las ambiciones amarillas en Misiones ya no pasan por convertirse en una alternativa de gobierno, se limitan en cambio a la disputa de los primeros lugares de las listas legislativas con la esperanza de acceder a una banca.

 

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