El presidente de TRI Misiones y organizador del evento, Víctor Figueredo, habló sobre la vuelta de la travesía de aguas abiertas en el río Paraná, que se realizará el 16 de marzo con un recorrido de 10 km y un cupo máximo de 40 nadadores. La prueba es organizada por el Club Náutico León Seró y TRI Misiones.
Después de años de planificación y estudios, las competencias de aguas abiertas regresan al río Paraná con una travesía de 10 kilómetros entre Costa Sur y el Brete. La competencia, que se llevará a cabo el próximo 16 de marzo, es organizada por el Club Náutico León Seró y TRI Misiones.
Un trabajo de años para la seguridad y viabilidad del evento
Víctor Figueredo, presidente de TRI Misiones y organizador de la prueba, explicó que la organización de una competencia de estas características requiere de un trabajo previo minucioso. “Desde 2018 venimos desarrollando este sistema de aguas abiertas. Comenzamos con circuitos bollados en distancias más cortas y realizamos estudios de las condiciones del agua, los flujos de corriente y los posibles obstáculos en el fondo del río”, detalló.
Gracias a estos relevamientos, se diseñó la actual travesía, que tendrá un recorrido de 10 km con tres puntos de control de tiempo ubicados a los 2.500, 5.000 y 7.500 metros. “Cada nadador deberá pasar las boyas dentro del tiempo estipulado, garantizando así la seguridad de todos los participantes”, agregó.
La competencia cuenta con la autorización de Prefectura Naval Argentina y el respaldo de la Municipalidad de Posadas. “Tuvimos reuniones con todas las partes involucradas, incluyendo Seguridad Acuática, Prefectura y los clubes organizadores, para asegurarnos de que el evento se desarrolle en un entorno seguro y controlado”, afirmó.
Detalles de la competencia y logística del evento
El domingo 16 de marzo, la jornada comenzará temprano con la concentración de los competidores en Costa Sur. “Desde las 6 de la mañana realizaremos la acreditación y los preparativos. La cancha será marcada el día anterior y revisada antes de la largada para garantizar su correcta disposición”, explicó Figueredo.
La largada está programada para las 7 de la mañana y contará con un estricto operativo de seguridad. “Cada nadador será acompañado por un guía en kayak, quien no podrá ser utilizado como apoyo físico, ya que tocar una embarcación implicará la descalificación inmediata”, señaló el organizador. Además, habrá cinco embarcaciones a motor para asistir en caso de emergencia y puntos de extracción en Costa Sur, el puente de Prefectura y el Brete.
La competencia tiene un cupo máximo de 40 nadadores y ya cuenta con 15 inscriptos. “Nuestra infraestructura está diseñada para garantizar la seguridad de los atletas, y por eso limitamos el número de participantes. Queremos que la prueba sea una experiencia segura y bien organizada”, destacó Figueredo.
Un evento que trasciende lo deportivo
El regreso de la competencia de aguas abiertas genera una gran expectativa tanto en la comunidad deportiva como en el público general. “Para nosotros, esta travesía representa la posibilidad de recuperar una tradición que Posadas supo tener en el pasado. Es un evento importante no solo en lo deportivo, sino también en lo emocional y en el desarrollo del deporte náutico en la región”, comentó.
El público podrá seguir la competencia desde distintos puntos a lo largo de la costa, aunque por razones de seguridad no se permitirá la presencia de embarcaciones particulares en el agua. “Quienes quieran acompañar a los nadadores podrán hacerlo desde la costa en tramos visibles o esperar la llegada en el Brete, donde instalaremos una carpa de recuperación para los participantes”, indicó.
Finalmente, Figueredo hizo un llamado a la comunidad a sumarse a este evento. “Invitamos a todos a animarse a participar o a presenciar esta competencia. Esperamos que esta travesía sea solo el comienzo y que podamos seguir organizando eventos similares en el futuro, incluso con distancias más largas”, concluyó.
Con una planificación detallada y un fuerte enfoque en la seguridad, la travesía de aguas abiertas regresa al río Paraná después de varios años y promete ser un evento inolvidable tanto para nadadores como para los espectadores.