El empleo formal en Argentina sigue en caída tanto en el sector público como en el privado. En detrimento del trabajo asalariado y registrado, la tendencia muestra un incremento del trabajo independiente y del monotributo social.
Los últimos datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación revelan que el empleo asalariado se redujo un 1,8% en términos interanuales, lo que equivale a una pérdida de 186.500 puestos de trabajo en un año. La merma más significativa se dio en el sector de casas particulares (-3,3%), seguido por el sector privado (-1,9%) y el público (-1,5%).
En paralelo, el monotributo social sumó 37.386 nuevas inscripciones en un año, alcanzando los 672.106 registrados en noviembre de 2024, lo que representa un aumento del 5,9%. A este crecimiento se suma el incremento del 2,4% en los trabajadores independientes.
El monotributo social está dirigido a trabajadores en situación de vulnerabilidad socioeconómica con ingresos inferiores al salario mínimo, vital y móvil. Los inscriptos en este régimen están exentos de pagar el componente impositivo y previsional, abonando solo el 50% de la obra social. Aunque el Gobierno intentó eliminarlo durante el debate de la ley Bases, la oposición en el Congreso logró evitar la medida.
El sector privado perdió 119.000 trabajadores en la era Javier Milei
Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia en diciembre de 2023 hasta noviembre de 2024, el empleo asalariado registrado en el sector privado se redujo en 119.000 puestos, pasando de 6.385.000 a 6.266.000 trabajadores.
En el sector público, la reducción fue de 51.000 trabajadores, mientras que el personal de casas particulares disminuyó en 15.000 puestos. En contraste, el número de monotributistas creció en 25.000, alcanzando un total de 2.062.000 registrados.
En términos globales, el total de trabajadores registrados en Argentina descendió de 13.392.000 a 13.281.000, según cifras oficiales de la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano.