Los ecuatorianos acudirán este domingo a las urnas para elegir un nuevo presidente en un clima de fuerte polarización y un recrudecimiento de la violencia criminal, advirtieron analistas. La contienda se perfila como un duelo entre el actual mandatario, Daniel Noboa, y la candidata del Movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González.
En total, 16 aspirantes compiten por la presidencia. Sin embargo, las encuestas ubican en los primeros lugares a Noboa, quien busca la reelección, y a González, respaldada por el expresidente Rafael Correa (2007-2017). De acuerdo con los sondeos previos, la disputa no arroja un ganador claro en primera vuelta y se proyecta un balotaje para el 13 de abril.
“Hay un nivel de polarización muy grande. Podría haber una primera vuelta con características de segunda vuelta, en vista de que el 80% del voto estaría concentrado en dos candidaturas, ya que los 14 candidatos restantes han quedado rezagados”, afirmó el consultor político y sociólogo Decio Machado en diálogo con la agencia Xinhua.
El escenario electoral está marcado por la división entre el “correísmo”, representado por González, y el “anticorreísmo”, liderado por Noboa. Según analistas, esta fractura se originó tras la década de gobierno de Correa y configuró dos corrientes opuestas en la política ecuatoriana.
Noboa y su búsqueda de la reelección
Noboa asumió la presidencia hace 13 meses tras ganar los comicios anticipados de 2023, convocados para completar el mandato de Guillermo Lasso (2021-2023). Machado indicó que el respaldo a Noboa en aquella elección provino mayoritariamente de votantes desencantados con la política, pero que durante su gestión consolidó “un voto duro”.
En tanto, González cuenta con un voto duro cercano al 30% y buscará revertir el resultado de 2023, cuando perdió en el balotaje frente a Noboa. “Ella viene de una estructura política muy consolidada y tratará de capitalizar el descontento social”, señalan expertos.
Violencia criminal y seguridad en el centro del debate
Ecuador atraviesa una crisis de seguridad sin precedentes. Solo en enero se registraron al menos 731 homicidios, según la Policía Nacional. La violencia golpea también a la política: más de 30 dirigentes fueron asesinados desde 2023, lo que llevó a los candidatos a reforzar sus medidas de seguridad.
Ante este contexto, el gobierno de Noboa dispuso el cierre de fronteras con Colombia y Perú entre el 8 y el 10 de febrero para evitar “intentos de desestabilización de grupos armados”. Además de la elección presidencial, el país votará por 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
Con información de Noticias Argentinas.