Los vecinos de Villa Inflamable, en Sarandí, partido de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, se encontraron esta mañana con una imagen alarmante: el agua del arroyo Sarandí se volvió de un intenso color rojo. La escena generó indignación y preocupación en la comunidad, que desde hace años denuncia vertidos ilegales de industrias cercanas.
Imágenes y videos del inusual fenómeno se viralizaron en redes sociales, donde se leía: “Es evidente el nivel de contaminación que soportan los vecinos”. La presencia de destilerías y otras industrias en la zona refuerza las sospechas sobre el origen del vertido.
Las autoridades municipales tomaron muestras del agua enrojecida para su análisis. «Esta mañana tomamos una muestra e hicimos la denuncia en la Autoridad del Agua», confirmaron fuentes de la Municipalidad de Avellaneda. El organismo, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, será el encargado de determinar el origen de la sustancia. Entre las primeras hipótesis, se señala la posibilidad de que se trate de anilina, utilizada en la industria textil y en curtiembres.
Las inspecciones a las industrias cercanas se llevaron a cabo de inmediato. «Tendrán que hacer peritajes y decidir las medidas correspondientes», indicaron desde la intendencia. Además, el Ministerio de Ambiente de la provincia envió un equipo de especialistas con un laboratorio móvil para tomar muestras y analizar qué sustancia generó la coloración.
Entre los vecinos, la preocupación es latente. “Soy vecina de toda la vida de acá. Hoy tenemos así, el agua roja. Ha estado gris, ha estado verde, ha estado color medio violeta, azulada, cuando está podrida el agua, con grasa. También, bien marrón”, relató María Ducomls, de 52 años.
Además, la misma fuente apuntó contra una empresa de tratamiento de residuos especiales y peligrosos: “Vino en el año 93. Está denunciada hace años, está dentro de la causa Mendoza también por el mismo tema de la contaminación. Yo veo el camión cisterna que viene a la empresa y pasa esto cada vez que el camión viene a la empresa».
Cuestionó también la acción de las autoridades: «Los organismos vienen y dicen que no encontraron nada, que está todo bien, y no pasa nada. Con otros vecinos estuvimos en La Plata el 12 de diciembre, estuve con gente de Ambiente y me dijeron que iban a tratar de ver a quién correspondía. Si van a ocupar un sillón y no se van a hacer cargo, que den un paso al costado. Porque están haciendo daño a los vecinos, al medio ambiente y a todos los animales”.
Otra vecina, Claudia, señaló que la situación no es nueva. “No es la primera vez que vemos esto. Somos los olvidados. En la zona falta mucho, ni siquiera tenemos agua potable”.
Desde la Municipalidad de Avellaneda, en cambio, indicaron que “no hay constancia de que los cambios de colores se hayan producido en otras ocasiones. Hoy, es algo puntual que se va corriendo hacia la boca del Río de la Plata”.
Más allá del color del agua, los habitantes también denunciaron un fuerte olor nauseabundo proveniente del arroyo, que varía en intensidad. “Este olor está todos los días, porque la empresa de tratamiento no puede desechar los residuos y los mantiene en bidones a la intemperie hasta que llega el camión cisterna a retirarlos”, denunció Ducomls.
En el lugar trabajan agentes de la Municipalidad, Bomberos, Prefectura Naval Argentina y el Ministerio de Ambiente bonaerense, a la espera de los resultados del análisis que determinarán las medidas a tomar.
Con información y fotos de La Nación.
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