Una cámara de seguridad reveló el momento exacto en el que un helicóptero UH-60 Black Hawk del Ejército de Estados Unidos y un avión Bombardier CRJ700 de American Eagle colisionaron en pleno vuelo sobre Washington D.C., en las inmediaciones del aeropuerto Ronald Reagan.
El accidente, ocurrido la noche del miércoles, dejó 60 pasajeros y siete tripulantes sin vida y provocó un enorme operativo de búsqueda en el río Potomac, donde se encuentran los restos de las aeronaves.
Las imágenes captadas por la cámara de seguridad muestran al vuelo 5342 de American Eagle aproximándose a la pista en lo que parecía un aterrizaje normal tras su trayecto desde Wichita, Kansas. Mientras tanto, en tierra, otra aeronave maniobraba en la pista sin que nadie advirtiera la inminente tragedia.
Desde el costado izquierdo de la imagen, una luz tenue apareció a gran velocidad: se trataba del helicóptero Black Hawk, que volaba casi a oscuras y a una altitud inusualmente baja. En cuestión de segundos, la nave militar impactó contra el costado derecho del avión comercial, generando una enorme bola de fuego en el cielo oscuro de la capital estadounidense.
Según informó el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, el helicóptero realizaba un «vuelo anual de entrenamiento de competencia» y contaba con un equipo altamente experimentado a bordo. «Era una tripulación muy preparada, que estaba cumpliendo con una evaluación nocturna obligatoria y contaban con gafas de visión nocturna para este tipo de maniobras», explicó.
Las comunicaciones entre la torre de control y la tripulación del helicóptero revelaron que los controladores intentaron advertirles del peligro 30 segundos antes del impacto. «PAT25, ¿tiene al CRJ a la vista?», preguntaron desde la torre. Ante la falta de respuesta, dieron una orden directa: «PAT25, pase detrás del CRJ». Sin embargo, los militares nunca respondieron. Segundos después, el choque fue inevitable.
Operativo de búsqueda y declaraciones de Trump
Las unidades de emergencia desplegaron un operativo de rescate en el río Potomac, donde encontraron los restos de las aeronaves sumergidos y fragmentados. Según los reportes preliminares, el fuselaje del avión se encontraba boca abajo y dividido en tres secciones, con el agua cubriéndolo hasta la cintura.
Las bajas temperaturas del río, cercanas a los 1,6°C, y la magnitud del impacto llevaron a los equipos de emergencia a descartar la posibilidad de encontrar sobrevivientes. El presidente Donald Trump confirmó la noticia al declarar: «Lamentablemente, no hay sobrevivientes», y calificó el episodio como «una noche oscura y dolorosa para nuestra nación».
En respuesta a la tragedia, el Gobierno ordenó una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente y evitar futuras catástrofes. «Vamos a asumir la responsabilidad en el Departamento de Transporte y la FAA, para asegurarnos de que implementemos las reformas que ha dictado el presidente Trump y que estos errores no se repitan una y otra vez», aseguró el secretario de Transporte, Sean Duffy.
Las autoridades continúan con los trabajos de recuperación de cuerpos y restos de las aeronaves, mientras que la Administración Federal de Aviación (FAA) evalúa nuevas medidas para reforzar los protocolos de seguridad en vuelos militares y comerciales.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024
