La estadounidense de 29 años batió por 6-3, 2-6 y 7-5 a la bielorrusa Aryna Sabalenka, vigente número uno del ranking, en la final del Abierto de Australia 2025. Con este triunfo, Keys se convierte en la cuarta jugadora de mayor edad en lograr su primer título de Grand Slam.
La estadounidense Madison Keys firmó una actuación inolvidable al sorprender a la doble campeona defensora, Aryna Sabalenka, con un marcador de 6-3, 2-6 y 7-5 en la final del Abierto de Australia 2025. A los 29 años, Keys logra su primer trofeo de Grand Slam y frustra la posibilidad de Sabalenka de alzar su tercer título consecutivo en Melbourne, una hazaña que no se ve desde la racha de Martina Hingis entre 1997 y 1999.
Keys, número 14 del escalafón WTA y 19na cabeza de serie en el torneo, llegó a su segunda final importante tras haber caído en la definición del US Open 2017 ante su compatriota Sloane Stephens. Con la victoria, además, hizo historia al ser la primera mujer desde Serena Williams en 2005 que derrota en el mismo torneo a las dos mejores clasificadas del ranking —la número 2, Iga Swiatek, en semifinales y, en esta ocasión, la número 1, Sabalenka.
La jugadora nacida en Illinois se convierte también en la cuarta tenista de mayor edad en obtener su primer Grand Slam, por detrás de Flavia Pennetta (ganadora del US Open con 33 años), Ann Jones (Wimbledon con 30 años) y Francesca Schiavone (Roland Garros a los 29). Este triunfo corona un camino en el que Keys venció a rivales como Ann Li, Elena Gabriela Ruse, Danielle Collins, Elena Rybakina, Elina Svitolina y Iga Swiatek, a la que superó en semifinales pese a haber salvado un punto de partido en el camino.
En total, este es el décimo trofeo de la estadounidense en su carrera profesional, tras ganar en lugares como Eastbourne (2014 y 2023), Birmingham (2016), Stanford (2017), Charleston y Cincinnati (2019), Adelaida II (2022), Estrasburgo (2024) y Adelaida (principios de 2025). Con la consagración en Melbourne, Madison Keys confirma su lugar en la élite del tenis femenino y pone fin a la hegemonía de Sabalenka en el Open de Australia.