El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) anunció el arresto de 538 personas en una masiva operación migratoria, catalogada como la mayor en la historia del país. Entre los detenidos se encuentran cuatro miembros del grupo criminal Tren de Aragua, un sospechoso de terrorismo y varias personas acusadas de crímenes sexuales contra menores.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó que esta operación refleja el cumplimiento de las promesas de campaña del presidente Donald Trump, quien inició su segundo mandato con una política de mano dura contra la inmigración irregular. En un mensaje en la plataforma X, Leavitt afirmó: «Promesas hechas. Promesas cumplidas». Según el ICE, cientos de los arrestados ya han sido deportados en vuelos militares.
Controversia y críticas por las redadas
La operación ha generado controversia, especialmente en Newark, Nueva Jersey, donde el alcalde Ras J. Baraka denunció que las redadas incluyeron arrestos de ciudadanos estadounidenses sin órdenes judiciales. Entre los detenidos figura un veterano militar, lo que Baraka calificó como una violación constitucional.
Senadores demócratas como Cory Booker y Andy Kim criticaron las acciones del ICE, señalando que estas generan miedo en las comunidades migrantes y subrayando la necesidad de una reforma integral al sistema migratorio. «Nuestro sistema roto necesita soluciones, no tácticas de intimidación», expresaron en un comunicado conjunto.
Endurecimiento de las políticas migratorias
Desde el inicio de su mandato, Trump ha firmado órdenes ejecutivas que declaran una “emergencia nacional” en la frontera sur, enviando tropas adicionales a la región. También reinstauró la política “Remain in Mexico”, obligando a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se procesan sus casos. Además, suspendió un programa de asilo destinado a personas que huyen de regímenes autoritarios en América Latina.
El Congreso, controlado por los republicanos, aprobó recientemente un proyecto de ley que amplía las medidas de detención para sospechosos extranjeros vinculados a delitos. Estas medidas buscan reforzar las estrategias de deportación y consolidar la postura de Trump contra la inmigración irregular.
Colaboración internacional y enfoque en pandillas
En paralelo, Trump sostuvo su primera llamada oficial con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, abordando temas como la inmigración ilegal y el combate a pandillas transnacionales, incluyendo al Tren de Aragua. Ambos mandatarios expresaron su intención de colaborar en estos desafíos compartidos y resaltaron la importancia estratégica de sus relaciones bilaterales.
Expansión de la autoridad para deportaciones
Como parte de las medidas implementadas, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, otorgó al FBI, la DEA y otras agencias federales la autoridad para investigar y arrestar a inmigrantes indocumentados. Según un comunicado oficial, estas acciones buscan identificar y detener a extranjeros que ingresaron ilegalmente al país, reafirmando el compromiso de la administración Trump con las deportaciones masivas.
La operación masiva de deportaciones ha reavivado el debate sobre los derechos de los migrantes y el impacto de estas medidas en las comunidades vulnerables. Mientras los defensores de la política migratoria de Trump celebran los arrestos, organizaciones y líderes políticos critican lo que consideran tácticas desproporcionadas y violaciones a derechos fundamentales.
FUENTE: Infobae – La Nación