Javier Milei causó revuelo en Davos con un discurso cargado de acusaciones que sorprendió a los asistentes. En lugar de centrarse en temas económicos, como en su intervención anterior, esta vez dedicó más tiempo a los aspectos sociales, atacando a una amplia gama de actores y movimientos.
En su discurso, acusó a los homosexuales de pedofilia y lanzó duros cuestionamientos a la clase política, a excepción de figuras como Donald Trump, Viktor Orban, Giorgia Meloni y Nayib Bukele, a quienes consideró aliados clave para salvar al mundo.
El presidente argentino criticó severamente lo que denominó como las «aberraciones» que han alejado a la humanidad de la verdadera libertad. En su intervención, arremetió contra el aborto, el feminismo, la ideología de género y la inmigración, defendiendo su visión conservadora y atacando a aquellos que apoyan estas causas. Según él, las políticas de género, la justicia social y la defensa del clima son parte de un gran engaño orquestado por un sistema global que beneficia a los políticos y organismos internacionales, incluidos los foros como el de Davos.
Milei también hizo acusaciones contra la Unión Europea, mencionando la intervención de la burocracia de Bruselas en los procesos electorales, y criticó las regulaciones que, según él, han afectado negativamente a la región. En su opinión, los gobiernos y los organismos supranacionales han llevado a Occidente al borde del abismo, y dijo que la única solución sería reducir el tamaño del Estado y eliminar la burocracia.
Al concluir su discurso, el público permaneció en silencio, con pocos aplausos. La sala, que estuvo llena en la primera parte de la conferencia, se vació a medida que avanzaba su intervención. La reacción fue de desconcierto, y muchos de los asistentes no pudieron ocultar su sorpresa ante la virulencia de sus declaraciones. Marisol Argueta de Barillas, responsable del Foro de Davos para América Latina, agradeció al presidente argentino, aunque visiblemente afectada por las duras palabras que había dirigido a los organizadores del evento.
Algunos analistas, como el sociólogo francés Olivier Alexandre, trataron de entender las motivaciones de Milei, preguntándose por qué el presidente argentino parece ver a tantas personas y grupos como «enemigos». Mientras tanto, otros, como el historiador David Greenberg, sugirieron que figuras como Milei y Trump deben ser tomadas en serio, a pesar de lo controversial y a veces absurda de sus declaraciones.
El evento concluyó con una reunión de Milei con el CEO de Coca-Cola y un almuerzo con empresarios, donde debía hablar sobre las oportunidades de inversión en la “nueva Argentina”. Con informacion de La Nación.
Denuncia penal contra Javier Milei por postear “zurdos hijos de puta”