El asesinato del guardia de seguridad Francisco Javier Caballero, ocurrido el pasado martes 14 de enero en el barrio San Isidro de Encarnación, Paraguay, reveló un trasfondo sexual tras el avance de las investigaciones por parte del Ministerio Público y el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional de ese país.
Según las primeras indagaciones, el móvil del crimen estaría relacionado con un encuentro íntimo fallido que desencadenó una violenta reacción por parte de un adolescente de 17 años, señalado como el principal sospechoso del homicidio.
La madrugada del martes 14 de enero, Caballero fue encontrado sin vida en el complejo deportivo encarnaceno San Isidro. Las pesquisas iniciales determinaron que, horas antes del crimen, la víctima había compartido una ronda de tragos con varias personas en una vivienda cercana al barrio Fátima.
En el grupo se encontraba el menor de edad, quien en un momento decidió retirarse del encuentro. Caballero se ofreció a trasladarlo a su domicilio en su motocicleta, pero ambos terminaron dirigiéndose al complejo San Isidro para continuar consumiendo bebidas.
Según la versión proporcionada por el adolescente, durante este encuentro Caballero habría intentado propiciar una relación sexual con él. Esto desencadenó una pelea, durante la cual el menor agredió a la víctima con golpes en la cabeza, provocándole un politraumatismo craneal severo que terminó siendo fatal.
Tres días después, y tras varios allanamientos, los investigadores lograron detener al adolescente. El joven no negó su participación en los hechos y se espera su declaración ante la Justicia para que la causa avance.