Reflexión del Apóstol Guillermo Decena: «Predicando a tiempo y fuera de tiempo II»

El Apóstol Guillermo Decena expresó que "la Palabra de Dios tiene vida, porque hace una tarea sobrenatural de vivificar el alma, el espíritu y el cuerpo y también los pensamientos y las intenciones de la persona que la acepta. Es por eso que debemos predicar su palabra".

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4:1-2).

Hay una exhortación de predicar la palabra de Dios en todo tiempo. Cuando Jesús exhorta lo hace en forma clara con una orden directa, Él nos manda a compartir la palabra.

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12).

La palabra de Dios tiene vida, porque hace una tarea sobrenatural de vivificar el alma, el espíritu y el cuerpo y también los pensamientos y las intenciones de la persona que la acepta. Por esto debemos predicar la palabra del Dios Altísimo.

Al estar rodeados permanentemente de tantas palabras nunca los cristianos debemos prescindir de la palabra de vida, la palabra de Dios. Porque toda palabra se origina en el mundo espiritual.

En la Biblia, el corazón no es el musculo que bombea la sangre, es la parte espiritual del ser humano, donde se encuentran las emociones, intenciones y los deseos.

En la Biblia, el corazón se utiliza en sentido figurado para describir las cualidades espirituales, emocionales y morales de la persona. La Biblia dice que el corazón humano por naturaleza tiende al mal, pero solo Dios el Creador puede crear un corazón nuevo en las personas.

En este marco, el Apóstol Guillermo Decena detalló algunos puntos:

1- DEBEMOS PREDICAR EL EVANGELIO PARA PARECERNOS A ÉL.


El carácter de Cristo debe ser formado en nosotros, pero jamás nos vamos a acercar a su carácter si no predicamos para la salvación eterna de la gente, sintiendo esa misma compasión por los que sufren por la ignorancia de la palabra eterna.

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21).

Así que si nosotros consideramos a Cristo como nuestro maestro, deberíamos hacer lo que Él hacía. Sentía compasión por la gente. Jesús se entregó a la obra de dar la palabra de salvación y eso es lo que debemos de buscar reproducir en cada uno de nosotros.

2- LA SABIDURÍA CELESTIAL SE MANIFIESTA A TRAVÉS DE NUESTRA BOCA.


“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbio 11:30).

Santiago dice en su carta que hay dos tipos de sabidurías, la terrenal y la celestial. Nosotros como cristianos debemos llenarnos con la sabiduría celestial.

Hay muchas cosas que distinguen a una persona con sabiduría celestial. Sus palabras son especiales, su conversación es santa, sus oraciones son teniendo compasión por los demás, sus amonestaciones y enseñanzas son llenas de amor, sus palabras son los medios que hacen que el servicio a los demás, sea más valioso que la plata o el oro.

Por tanto, los cristianos deben esforzarse por llevar fruto en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo y trabajar a fin de ganar almas para el Reino de Dios. Por esta razón se dice que los siervos diligentes que se esfuerzan por predicar, se salvan a sí mismos y a sus oyentes. Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. (1 Timoteo 4:16).

3- GANAR ALMAS PARA CRISTO, ES SEMBRAR PARA LAS GENERACIONES.

“Traigo a la memoria tu fe sincera, (…) te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste (…) Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio” (2 Timoteo 1:5-8).

El apóstol nos hace reflexionar en temas muy preciosos. Primero, la importancia de la fe en las generaciones, estamos sembrando algo para los que nos siguen y van a perpetuar la fe en las generaciones que nos sigan.

Segundo, ¿Cómo iba Timoteo a avivar el fuego del Espíritu Santo? Pablo le dice primero que no ha recibido espíritu de timidez sino de poder, amor y de dominio propio y que no se avergüence de predicar y dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo. Timoteo fue uno de los pastores que marcó su generación.

Finalmente, recuerde una verdad poderosa: Todo lo que sembramos en los demás lo cosecharemos en nuestra familia; si en los demás sembramos el evangelio vamos a cosechar salvación eterna en nuestra descendencia. Así que prediquemos a tiempo y fuera de tiempo, es decir, en todo tiempo.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Apóstol Guillermo Decena

Victory Church

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas