Una arquitecta misionera lidera el proyecto del primer hospital en la Base Petrel en la Antártida

En la Base Conjunta Marambio, en la inmensidad blanca de la Antártida, la arquitecta misionera Graciela Kapco trabaja en un proyecto histórico: la construcción del primer hospital argentino en el continente más frío del planeta. Con temperaturas actuales que rondan un grado bajo cero, Kapco destaca que, aunque esto puede parecer cálido en comparación con las temperaturas extremas de la región, salir al exterior requiere equipo especial: capas térmicas, monos resistentes y la icónica campera naranja que caracteriza al personal antártico.

Radio FMS-Graciela Kapco

Nacida en Posadas y egresada como maestra mayor de obras de la EPET 1, Kapco emigró a Buenos Aires en 2001 para estudiar arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Su especialización en arquitectura hospitalaria la llevó a trabajar en el Hospital Naval de Buenos Aires como personal civil de la Armada Argentina, un puesto que ha ocupado durante 19 años. Ahora, su trayectoria la ha llevado al extremo sur del planeta como parte de un ambicioso proyecto de modernización de infraestructura en la Antártida.

Un hospital modular en el hielo

El nuevo hospital, que será construido en la base antártica Petrel, responde a la necesidad de contar con una unidad sanitaria de mediana complejidad en una zona tan remota. «En la Antártida no es posible construir de manera tradicional sobre el hielo, por lo que el hospital será ensamblado a partir de módulos prefabricados», explica Kapco. Este centro no solo atenderá al personal argentino, sino que también estará preparado para operaciones de rescate y emergencias científicas, en línea con el espíritu de cooperación internacional que caracteriza al continente.

La arquitectura detallada que el hospital incluye consultorios especializados, como un odontológico permanente, crucial en un entorno donde un dolor de muelas podría convertirse en una emergencia médica. Este avance marcará un antes y un después en la atención sanitaria en la Antártida, ampliando las capacidades de alojamiento y fortaleciendo el apoyo a las investigaciones científicas.

Un vínculo inquebrantable con Misiones

Pese a la distancia y los desafíos de su misión, Kapco mantiene viva su conexión con Posadas. «Mi corazoncito sigue en Misiones», afirma emocionada. Su labor es un testimonio del talento y la dedicación de los argentinos que dejan su huella en el mundo, incluso en los lugares más inhóspitos.

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