Laura Kachorroski, residente de Jardín América, Misiones, relató la lucha diaria que enfrenta su familia para garantizar la calidad de vida de su nieta Elena, de casi dos años, quien nació con mielomeningocele, una malformación congénita que afecta la médula espinal y la columna vertebral. Desde su nacimiento, Elena ha atravesado siete cirugías y requiere sondas diarias para orinar debido a su condición.
El reclamo de Kachorroski no está dirigido a las obras sociales, ya que el Instituto de Previsión Social (IPS) había cubierto los insumos médicos necesarios hasta que su hijo cambió de empleo y perdió la cobertura temporal. Sin embargo,según manifestó, el problema principal radica en la falta de disponibilidad de sondas en las farmacias de la provincia.
“Recorrimos todas las farmacias desde Iguazú hasta Posadas y ninguna tiene las sondas que necesita mi nieta. Ni siquiera las droguerías pueden conseguirlas. Esto no es una cuestión de dinero, es una cuestión de acceso”, expresó con frustración.
Gracias a sus contactos, Laura logró obtener una donación de sondas del Ministerio de Salud Pública para cubrir tres meses. Sin embargo, resaltó su preocupación por aquellas familias sin recursos o conexiones que enfrentan la misma situación. “Mi nieta no es la única. Hay cientos de chicos en la provincia que necesitan ser sondados diariamente para una función fisiológica básica, como orinar. ¿Qué pasa con ellos?”, cuestionó.
Kachorroski agradeció al Ministerio de Salud Pública y a otros actores locales por su rápida respuesta, pero subrayó la importancia de soluciones sostenibles para evitar que estas carencias sigan afectando a los más vulnerables.
“No puede ser que tengamos que recurrir a videos virales para que se entienda lo urgente de este problema. Estamos hablando de algo tan elemental como una sonda para orinar. No pido que me las regalen, quiero comprarlas, pero no hay dónde hacerlo”, expresó Laura, indignada. A pesar de contar con los recursos económicos, la familia no logra acceder al tipo de sonda que Elena necesita, específicamente el modelo Sondas Speedicath, esencial para evitar complicaciones en su salud.
En este sentido, Laura contó que las sondas que actualmente utiliza Elena son un reemplazo improvisado y no cumplen completamente con los requisitos médicos debido a su alergia al látex.
Por otro lado, contó que el costo de una caja de sondas asciende a 120 mil pesos, suficiente solo para un mes, pero no consiguen para la compra.
En un mensaje dirigido a las farmacias y a las autoridades, Kachorroski instó a que se investigue y resuelva por qué estos insumos médicos básicos no están disponibles en Misiones. “Es inconcebible que algo así no esté al alcance de quienes lo necesitan”, concluyó.
Elizabeth González, farmacéutica y docente en Puerto Iguazú, combina enseñanza y producción en su farmacia. Junto a sus alumnos, desarrolla productos de cuidado facial y terapéuticos fomentando el oficio en los más jóvenes. Además, explora el uso de yerba mate y otros… pic.twitter.com/lo8KRSvLlc
— misionesonline.net (@misionesonline) December 14, 2024