Una niña de siete años fue presuntamente filmada mientras se cambiaba en un parador de Jureré, Florianópolis, por un empleado con antecedentes penales. La familia denunció la falta de apoyo del establecimiento y la lentitud de las autoridades, además de la existencia de miles de videos pornográficos en el celular del acusado. El hecho provocó un profundo trauma en la menor y obligó a la familia a interrumpir sus vacaciones.
Una familia argentina que vacacionaba en Florianópolis, Brasil, denunció que su hija de siete años fue víctima de abuso en un parador de la exclusiva zona de Jureré. Un empleado del lugar, encargado de la limpieza, habría filmado a la niña mientras se cambiaba en el baño.
Según relató Ana, la madre de la menor, el incidente ocurrió cuando la niña fue al baño del parador acompañada por su tía y su prima. Al salir, la niña le contó a su tía que un hombre la había filmado con un celular mientras se cambiaba. Inicialmente, la tía no comprendió la gravedad de la situación, pero la niña explicó que el celular estaba colocado de forma estratégica para grabarla mientras se ajustaba el traje de baño. «La filmó mientras se cambiaba», afirmó Ana.
La reacción del parador, según la madre, fue lenta y evasiva. «Nos dijeron que no había cámaras de seguridad disponibles y que no podíamos acceder a las imágenes», denunció Ana. Además, aseguró que los responsables intentaron minimizar el hecho y disuadirlos de presentar la denuncia.
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A pesar de la resistencia inicial, la policía logró identificar al presunto agresor, un empleado del parador con antecedentes penales. El hombre fue detenido, pero rápidamente liberado. La familia, para evitar la viralización de las imágenes, borró el video del celular del acusado. Sin embargo, la policía encontró en el dispositivo más de 25 mil videos de contenido pornográfico.
La familia expresó su indignación por la falta de apoyo del parador y de la seguridad privada. «No tuvimos el apoyo del parador ni de la seguridad privada, no nos querían dar las imágenes de las cámaras», declaró Ana. Además, acusaron a las autoridades locales de obstaculizar la cobertura mediática del caso, lo que generó mayor desconfianza en el proceso.
Tras el traumático episodio, la niña sufrió un desmayo. La familia interrumpió sus vacaciones y regresó a Argentina. Ana relató que, en el aeropuerto, su hija «tuvo miedo de ir al baño», un temor que nunca antes había manifestado.
FUENTE: TN.
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