Los docentes argentinos Karina Sarro y Lucas Vogel (de Oberá) fueron seleccionados entre los 50 finalistas del prestigioso GEMS Education Global Teacher Prize, un reconocimiento organizado por la Fundación Varkey en colaboración con la UNESCO.
Este galardón, considerado el más importante en el ámbito educativo, busca destacar a los maestros que realizan contribuciones excepcionales a la profesión y transforman vidas a través de la enseñanza.
El premio, que entrega un millón de dólares al ganador, contó este año con más de 5.000 postulaciones y nominaciones provenientes de 89 países. Desde su creación en 2014, ha recibido más de 100.000 candidaturas y ha celebrado las historias de educadores que lideran cambios positivos en sus comunidades y más allá.
Argentina en la lista de honor
Karina Sarro y Lucas Vogel (de Oberá) representan a la educación argentina en este prestigioso certamen, acompañados por otros 11 docentes latinoamericanos finalistas, provenientes de países como Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. La inclusión de ambos educadores reafirma el impacto global de la enseñanza en la región y su capacidad para enfrentar desafíos contemporáneos.
Un reconocimiento al rol transformador de los docentes
Sunny Varkey, fundador del Global Teacher Prize y presidente de la Fundación Varkey, destacó el impacto del premio en la visibilización de la labor docente:
«El GEMS Education Global Teacher Prize fue creado para subrayar el papel crucial de la educación en abordar los grandes desafíos de nuestro tiempo, desde el cambio climático hasta la desigualdad. Felicito a los 50 finalistas por liderar el camino hacia un futuro mejor.»
Por su parte, Stefania Giannini, subdirectora General de Educación de la UNESCO, resaltó la importancia de invertir en los docentes:
«En una época de escasez global de profesores y avances tecnológicos, es esencial reconocer e impulsar su labor para construir un futuro justo e inclusivo. Los docentes son clave para moldear tanto a las nuevas generaciones como al futuro de nuestras sociedades.»
Latinoamérica en el escenario global
Además de los dos argentinos, otros destacados finalistas de la región incluyen a Helder Guastti da Silva (Brasil), Luciana Ortega y Hans Díaz (Chile), Ramón Majé Floriano y Zamir Montero Pertuz (Colombia), Jorge Patric Peña Guevara (Ecuador), Mayteé Guadalupe González Reyna y Jesús Castañeda Rivera (México), y Melecio Tito Mamani (Perú).
La ceremonia de premiación se llevará a cabo próximamente, celebrando la dedicación de estos profesionales que, a través de su labor diaria, están moldeando un mundo más equitativo y sostenible.
La historia del misionero Lucas Vogel
Lucas Vogel tiene 44 años y es docente en Misiones, Argentina. Ha dedicado más de 17 años a la profesión en las comunidades de Oberá y Campo Grande. Con un título en Educación Técnica y una licenciatura en educación enfocada en estudios Sociales, Lucas también enseña educación técnica profesional. Su compromiso en proporcionar una educación inclusiva, adaptativa y de calidad en contextos vulnerables lo ha destacado como una fuerza transformadora en su comunidad.
Sin embargo, la primera profesión que eligió fue ingeniería. Mientras estudiaba, para ganar plata comenzó a dar clases particulares de matemáticas. Alcanzó a poner un pie en escuelas haciendo suplencias pero luego su vida tomó otros rumbos: tuvo un quiosco, trabajó en reparación de aires acondicionados de colectivos, instalaciones eléctricas y más. En el 2010 lo llamaron de una de las escuelas y decidió volver pero esta vez decidido a estudiar el profesorado. Diez años más tarde hizo la licenciatura.
Actualmente, Lucas enseña Matemáticas y Análisis Matemático en educación secundaria y superior en el Instituto Superior Belén. Utiliza métodos innovadores para hacer que las matemáticas sean relevantes para la vida cotidiana de los estudiantes. Desarrolló un podcast llamado El Helado, que desmitifica los conceptos matemáticos de manera creativa y accesible. También ha participado en ferias científicas interdisciplinarias, conectando las matemáticas con la neurociencia y fomentando el pensamiento crítico entre sus estudiantes.
Hace dos años Lucas conoció la realidad del Centro de Día Oberá que recibe a personas con discapacidades mayores de 14 años. Salió convencido de que les hacía falta un espacio de aprendizaje. Desde la municipalidad le duplicaron la apuesta y lo invitaron a trabajar en el Hogar de Día dependiente del Ministerio de Prevención de Adicciones que recibe a niños y adolescentes en situaciones vulnerables. Lucas decidió crear el “Espacio STEAM” para dar una respuesta a desafíos tan complejos. En ambos lugares los estudiantes enfrentan situaciones que requieren una enseñanza personalizada y un enfoque altamente adaptativo. Este espacio que combina Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas ha desarrollado proyectos prácticos, diseñados desde una educación basada en evidencias. Por ejemplo, modelos de purificación de agua, la creación de una pierna ortopédica con materiales reciclados e iniciativas ambientales como los días de plogging (recolectar basura mientras se corre). Sus métodos de enseñanza enfatizan la accesibilidad, utilizando textos en Lectura Fácil, reflexión guiada, portafolios y proyectos para fomentar el compromiso y la autoestima.
Además, Lucas fomenta la participación de mujeres y niñas en los campos STEAM, la educación de calidad y el cambio climático en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Más allá del aula, Lucas colabora con organizaciones locales y trabaja con bibliotecas públicas para ampliar el acceso de sus estudiantes a recursos educativos. Su liderazgo también ha inspirado a futuros educadores, con estudiantes de programas de Psicología Social utilizando el Espacio STEAM como referencia para sus proyectos. Lucas se define a sí mismo como un aprendiz constante, apasionado por la lectura y el poder transformador que ella tiene. Por ello promueve y defiende que más personas lean y que las personas lean más. Busca que las ideas aplicadas en el Espacio STEAM puedan replicarse en otros contextos.
La historia de Karina Alejandra Sarro
Karina eligió estudiar comunicación, pero en el camino se cruzó con el mundo de las tecnologías y ya no hubo vuelta atrás. Hoy enseña integrando la tecnología no solo como una herramienta, sino como un medio para resolver problemas del mundo real.
A Karina le gusta estudiar y mantenerse al día. Está escribiendo su cuarto libro sobre tecnologías inmersivas. Reparte sus horas entre cuatro escuelas, tres de las cuales cuentan con una falta generalizada de acceso a la tecnología. Dos de ellas son secundarias para adultos (CENS 451 y 454). Otra de ellas es la ESPUNM -Escuela Secundaría Politécnica de la Universidad Nacional de Moreno- y allí impulsa una diversidad de proyectos. Por ejemplo «Educiudad 4.0», donde los estudiantes crearon un sistema de monitoreo para evaluar el consumo de energía y la calidad del aire en una ciudad sustentable. Involucró a un grupo de 72 estudiantes de distintos años e integró 6 materias. También crearon una eco-aspiradora diseñada para mantener limpia el aula, utilizando componentes reciclados como botellas plásticas y pequeños motores eléctricos. Este año quieren extender su uso a toda la escuela. A través de este tipo de proyectos logró que su curso pasara del 20% de participación, a más del 85% de los estudiantes involucrados activamente. Se refiere a sus estudiantes como «sus pekes».
La cuarta escuela donde enseña es la Escuela de Educación Secundaria N°5 “Francisco Álvarez” y es modular; allí en el verano por las altas temperaturas dan clase debajo de los árboles. Allí, a pesar de los recursos limitados, Karina busca la forma de acercarles la tecnología. Introdujo simuladores gratuitos, componentes reciclados y actividades fuera de línea, asegurando que cada estudiante pudiera participar, independientemente del acceso a dispositivos. Mucho de lo que aprendió se lo atribuye a un plan provincial al que se sumó durante dos años para llevar robótica a las escuelas rurales.
Desde el Departamento de Educación Tecnológica (ESPUNM), junto a un equipo de trabajo, ha consolidado una valiosa comunidad de aprendizaje profesional. En este espacio, los docentes se reúnen semanalmente con el objetivo de diseñar experiencias de aprendizaje innovadoras, desarrollar recursos educativos digitales y llevar a cabo actividades interdisciplinarias que enriquecen la formación de nuestros estudiantes.
También brinda talleres fuera de la escuela que son el corazón de un sueño mayor: su consultora educativa: E-Pekes. Desde este espacio, busca transformar la educación llevando recursos gratuitos a las escuelas y ofreciendo capacitaciones innovadoras para docentes. Su misión es empoderar a los educadores, fortalecer sus herramientas pedagógicas y, con ello, generar un impacto significativo en la vida de los estudiantes. Este proyecto refleja su pasión y compromiso con la educación pública, promoviendo un futuro más equitativo, inclusivo y lleno de oportunidades.
Sus esfuerzos han generado resultados tangibles, con estudiantes participando en competiciones internacionales como el Congreso Internacional de Robótica Educativa (CIRE), donde desarrollaron videojuegos educativos para promover la conciencia ambiental; en el Desafío Bebras Argentina y recibiendo reconocimiento por su trabajo en inteligencia artificial a través del programa HumanIA.