En el anuario Visión Misionera 2025 los referentes de las principales industrias relacionadas al agro de la provincia compartieron sus proyecciones de cara al año que inicia. Yerbateros y tabacaleros anticipan un contexto favorable, pronóstico que no se extiende a los tealeros, que esperan que este año sea peor que el anterior. Productores de cerdo son más optimistas, al igual que los almidoneros que también esperan un buen año, pero también plantean preocupaciones.
Para el sector yerbatero el 2024 fue el año de la desregulación que venían reclamando los principales industriales, de una gran producción de materia prima y de un reacomodamiento a la baja de los precios de la hoja verde y la canchada. El consumo interno cayó en la primera parte del año pero se recuperó en la segunda mitad y las exportaciones aumentaron. Este nuevo escenario no exento de desafíos es recibido con optimismo por las principales empresas del sector.
Martín Hreñuk, presidente de Rosamonte SA consideró que 2024 fue un año positivo para su empresa y espera que esa situación se mantenga durante el año que inicia. Proyecta invertir en infraestructura y tecnología, pero no espera tomar nuevos empleados. Cree que los principales desafíos pasarán por incrementar las ventas y la rentabilidad.
Victoria Szychowski, presidente de La Cachuera SA, espera que 2025 sea un año de crecimiento para su empresa, proyecta invertir y también tomar nuevos empleados. Cuidar los costos y ser más competitivos son los desafíos que planteó. Víctor Saguier, también de La Cachuera SA y presidente de la Cámara que nuclea a los molineros de zona productora también tiene una mirada optimista y cree que el desafío para el sector pasará por acomodarse a “las nuevas reglas de juego” e innovar.
Para los representantes del sector tealero el contexto se presenta menos favorable, eso al menos es lo que opinaron Horacio Beitía, de El Vasco SA, Eduardo Goldfart de Valmitrán SA y Jonathan Klimiuk, de Klimiuk Infusiones. Estos empresarios consideran que el tipo de cambio está perjudicando al sector tealero, que exporta prácticamente la totalidad de su producción.
“Es una actividad exportadora, no somos formadores de precio ya que somos el 4% de la producción mundial. Con un dólar más bajo que meses anteriores y con fuertes competidores como Taiwán, hemos ido perdiendo mercado. Tenemos costos muy altos para ser competitivos”, destacó Beitía.
Mientras que Goldfart señaló que “el atraso cambiario complicará la exportación de los bienes que produce la Provincia”.
Coincidieron que 2025 será peor que el año pasado para ese sector.
El dólar barato también preocupa a los industriales de la mandioca, que no exportan pero deben competir con las importaciones de almidón que llegan a bajo precio favorecidas por el tipo de cambio.
Marcelo Dziewa, presidente de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Gobernador Roca y de la Cámara Empresarial de la Mandioca Misionera proyecta un 2025 con moderado optimismo y con los desafíos de mantener la calidad que caracteriza al almidón misionero y así competir con los importados más baratos e incrementar en consumo de mandioca en las mesas de todos los argentinos.
La producción de carne porcina y sus derivados también encara el año que inicia con optimismo. Ricardo Saraceni, presidente de la cooperativa Cofra proyecta un crecimiento del consumo de carne de cerdo y planteó el desafío de “crecer en escala para abaratar los costos fijos, tratar de mejorar nuestros servicios, ajustar gastos, resignar márgenes para volvernos más competitivos”.
Ricardo Saraceni – COFRA – Producción, industrialización y comercialización de carne porcina
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