La organización internacional demandó una revisión de los protocolos de uso de la fuerza para asegurar la protección de los derechos de los manifestantes y evitar daños físicos innecesarios durante las protestas. Amnistía Internacional acusó a las fuerzas de seguridad argentinas de uso excesivo de fuerza en protestas, incluyendo gases y balas de goma. Denuncian lesiones graves y detenciones arbitrarias, exigiendo alineación con estándares de derechos humanos.
Amnistía Internacional expresó su preocupación por el uso excesivo de la fuerza en operativos policiales durante manifestaciones en Argentina. Según la organización, las fuerzas de seguridad, incluidas la Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, utilizaron de manera abusiva gases lacrimógenos, balas de goma y bastones, lo que resultó en lesiones graves para muchos manifestantes. El gobierno argentino tildó de «ridículo» el informe y acusó a la organización de «estar del lado de los delincuentes».
Uso indiscriminado de balas de goma
La entidad señaló que en varios operativos, las fuerzas policiales dispararon balas de goma de forma indiscriminada, impactando en partes superiores del cuerpo, como la cara y la cabeza, lo que va en contra de los estándares internacionales de derechos humanos. Estos estándares indican que las armas menos letales deben apuntarse a las extremidades inferiores para minimizar el riesgo de daño.
Detenciones y persecución penal
Amnistía Internacional también manifestó su inquietud por las detenciones realizadas durante las protestas, donde se denunció el uso excesivo de la fuerza. La organización subrayó que muchas personas detenidas fueron acusadas de resistencia a la autoridad, aunque liberadas poco después, lo que evidencia una persecución penal constante hacia los manifestantes.
Las prácticas policiales en las manifestaciones argentinas han sido criticadas por su severidad, apuntando a un alejamiento de los estándares internacionales de derechos humanos.
Respuesta del gobierno: «Informe ridículo»
Por su parte el Gobierno salió al cruce del informe de Amnistía Internacional (AI) que cuestionó el protocolo antipiquetes. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que en el organismo “no entienden nada”, que “están del lado de los delincuentes” y tildó el documento de “fuera de lugar y ridículo”.
Amnistía criticó en un informe titulado “Uso excesivo de la fuerza”: “Documentamos diversas situaciones en las que las fuerzas policiales utilizan la fuerza de manera desproporcionada y excesiva mientras ejercen el derecho a manifestarse pacíficamente, en clara violación a los Principios Básicos de la ONU sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de hacer cumplir la Ley”.
Bullrich salió al cruce del informe: “No entienden nada, un país que hace 25 años que tenía piquetes, con la gente extorsionada, yendo para que le den un sueldo, presos de los gerentes de la pobreza. Logramos terminar con eso, con la mínima violencia, que salgan con un informe así, están del lado de los delincuentes, es así de claro”.
La ministra de Seguridad acusó a Amnistía Internacional de estar “influenciada por una mirada alejada de lo que le pasa a la sociedad”, y reclamó: “¿Por qué no le preguntan a la sociedad si quiere seguir viviendo como vivió durante 25 años, donde los dueños de la calle eran los piqueteros, que le sacaban parte de su salario”.
Bullrich dijo también que el informe está “fuera de lugar, y es ridículo”, y que creen que el organismo “es pura ideología, la de proteger siempre a los victimarios”.