El sector comercial en Misiones cerró un 2024 desafiante, marcado por la incertidumbre económica, caídas en las ventas y las persistentes asimetrías impositivas que afectan especialmente a las localidades fronterizas. A pesar de estas dificultades, representantes de las cámaras de comercio de distintos municipios coincidieron en que el año dejó aprendizajes importantes y plantearon expectativas moderadas para 2025, con estrategias enfocadas en la calidad del servicio, la eficiencia y el fortalecimiento de alianzas público-privadas.
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Puerto Iguazú apuesta a la calidad y el turismo
Rodrigo Blanco, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Iguazú, destacó que el 2024 fue un año «atípico», con impactos significativos en el consumo local y la llegada de compradores extranjeros. La paridad cambiaria y los costos elevados redujeron la afluencia de turistas de Brasil y Paraguay, tradicionalmente importantes para la economía de la ciudad. «El público que arrasaba con todo el año pasado ya no está. Esto nos obliga a replantear nuestras estrategias», señaló.
Blanco subrayó que la clave para 2025 estará en diferenciarse por la calidad del servicio y en ofrecer una experiencia integral a los turistas. «Queremos que el turista disfrute su experiencia aquí y elija volver. La infraestructura y los servicios han mejorado, pero necesitamos destacar el valor agregado», afirmó. Asimismo, mencionó la importancia de bajar los costos tributarios y laborales para atraer nuevas inversiones, un factor que continúa siendo un desafío en el esquema económico actual.
Posadas: los programas provinciales sostuvieron al comercio
En Posadas, Carlos Amores, presidente de la Cámara de Comercio e Industria, señaló que los programas provinciales «Ahora Misiones» fueron esenciales para que los comercios locales resistieran un año particularmente adverso. Entre enero y marzo, algunos rubros sufrieron caídas de hasta un 80% en las ventas, con el sector alimenticio registrando una baja menor, del 25%. «Fue un año complicado, pero los programas como ‘Ahora Mamá’ y ‘Ahora Papá’ permitieron a muchos negocios mantenerse a flote», explicó.
De cara al futuro, Amores expresó un moderado optimismo, aunque advirtió que las asimetrías impositivas con Brasil y Paraguay continúan siendo un obstáculo significativo. «La brecha impositiva y el bajo poder adquisitivo de los salarios afectan directamente al consumo interno. Es fundamental trabajar en soluciones a nivel nacional para equilibrar la competitividad», agregó.
Eldorado: un año de altibajos con esperanza de recuperación
En Eldorado, Alfredo Otto, presidente de la Cámara de Comercio e Industria local, describió un panorama similar. Los primeros meses del año estuvieron marcados por una desaceleración en las ventas, con caídas de hasta el 50% en sectores como la construcción, el más afectado por la falta de inversión en obras públicas y privadas. Sin embargo, hacia finales de 2024, se observó una ligera recuperación en el movimiento comercial.
Otto señaló que el optimismo hacia 2025 se basa en la posibilidad de acceder a líneas de crédito más atractivas para los comerciantes y empresarios locales. «Es fundamental que podamos invertir para mejorar nuestra competitividad. Sin crédito accesible, es muy difícil sostenerse en este contexto», remarcó.
Bernardo de Irigoyen: el turismo como salvavidas ante la crisis
Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen, destacó que la caída en las ventas superó el 50% en algunos sectores, debido a las asimetrías de precios con Brasil, que llevaron tanto a compradores brasileños como argentinos a realizar sus compras en el país vecino. «La diferencia de costos es tal que hoy los argentinos también cruzan a Brasil para abastecerse», explicó.
Ante este panorama, la Cámara de Comercio local apuesta al turismo como motor de desarrollo. Aunque el volumen de compras disminuyó, los visitantes brasileños continúan siendo atraídos por la oferta gastronómica y cultural de la ciudad. «Debemos pasar de ser un destino de compras a uno donde la calidad y la atención sean el principal atractivo», afirmó Feldman, quien también advirtió sobre los posibles efectos negativos de la eliminación del cepo cambiario en las localidades fronterizas.
Puerto Rico: adaptarse a nuevos márgenes y fortalecer el empleo
Luis Steffen, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, destacó que el 2024 fue especialmente difícil para sectores como la construcción, con caídas de hasta el 35% en las ventas. En el rubro alimenticio, los consumidores optaron por segundas marcas, reflejando una pérdida de poder adquisitivo. «Reducir márgenes y enfrentar costos altos llevó a muchas empresas a dificultades para pagar salarios e impuestos», señaló.
Steffen subrayó la importancia de buscar un equilibrio entre los beneficios al consumidor y la sostenibilidad del comercio. «No podemos depender exclusivamente de importaciones; necesitamos fortalecer la industria local», afirmó. Para 2025, el dirigente confía en una eventual recuperación, aunque advirtió que los márgenes de ganancia seguirán siendo reducidos, obligando a las empresas a operar con mayor eficiencia.
Oberá: un 2024 donde volvieron a preocupar los tours de compras a países vecinos
Carlos Seewald, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oberá, calificó al 2024 como un año complicado para el comercio local, marcado por la inestabilidad inflacionaria que afectó los precios y la actividad comercial. Aunque la inflación cedió, las ventas se estancaron y las asimetrías con Paraguay y Brasil continuaron impactando al sector debido a los altos precios locales. Seewald destacó la necesidad de reducir márgenes para ser competitivos y propuso un esquema impositivo variable ajustado al tipo de cambio. De cara al 2025, esperan una estabilización de precios, aunque persiste el escepticismo sobre una reducción efectiva de impuestos nacionales.
Resiliencia y estrategias conjuntas para 2025
A pesar de las dificultades comunes, los representantes coincidieron en destacar la resiliencia del comerciante misionero, acostumbrado a adaptarse a contextos adversos. «Mientras otros países ven devaluaciones como catástrofes, aquí aprendimos a manejarlas como parte de nuestra realidad», reflexionó Blanco.
La clave para 2025 estará en trabajar de manera conjunta entre el sector público y privado, fomentando programas de financiamiento, capacitación y estrategias para aumentar la competitividad. Las cámaras de comercio también subrayaron la importancia de fortalecer las políticas turísticas como motor económico y de reducir las asimetrías impositivas que afectan a la región.
En definitiva, el comercio misionero enfrenta el próximo año con un optimismo moderado, consciente de los desafíos que persisten, pero también confiado en su capacidad para reinventarse y adaptarse a nuevas realidades.