Mientras el Gobierno nacional celebra lo que denomina el fin de la recesión, sectores clave de la economía continúan enfrentando serios desafíos producto del fuerte ajuste. Uno de ellos es la construcción, considerado uno de los principales motores económicos del país. La reducción drástica de la obra pública impactó de lleno en las empresas del sector que se vieron afectadas en la producción y la pérdida del empleo. Tras un año marcado por la incertidumbre, las proyecciones para el próximo año de las empresas en la provincia parecen no ser muy alentadoras.
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Según datos presentados por la Jefatura de Gabinete al Congreso, liderado por Guillermo Francos, el Gobierno ejecutó apenas el 24% del presupuesto asignado para obra pública hasta octubre. De los $247.464 millones previstos, solo se percibieron $59.311 millones.
Cabe recordar que a mitad de año, la Secretaría de Obras Públicas determinó que solo un 15% de las obras de infraestructura en ejecución tras el cambio de mandato continuarían con fondos nacionales, mientras que aproximadamente 2.000 proyectos serían discontinuados, postergados o transferidos a las provincias. En el caso de Misiones, el Gobierno firmó un convenio que estableció que Nación financiaría la finalización de 13 obras viales y cuatro de agua y cloacas, y la provincia se comprometió a continuar con la ejecución y terminación de la obras prioritarias.
Pese a este acuerdo, el nivel de ejecución es preocupante dado que la obra pública juega un papel muy importante en el sostenimiento del empleo y el desarrollo económico.
El impacto en las empresas de la Construcción
Eliana Epelbaum, titular de la Cámara Misionera de Empresas Constructoras y Afines (CAMECA), destacó las dificultades que atravesó el sector durante 2024: “Fue un año bastante difícil para el sector de la construcción, pero continuamos trabajando”. En ese sentido mencionó que las decisiones políticas a nivel nacional afectaron significativamente a las pymes constructoras, aunque las políticas provinciales lograron amortiguar parte del impacto.
La dirigente también se refirió a una reunión reciente con el gobernador Hugo Passalacqua, donde representantes de distintas cámaras analizaron las proyecciones para 2025: “Fue una reunión informal en la residencia del gobernador. Planteamos propuestas y programas para trabajar el próximo año con el acompañamiento de la provincia”.
Entre las obras prioritarias mencionadas para el 2025 se encuentran las reparaciones de escuelas, cordones cuneta y proyectos de infraestructura civil. Sin embargo, Epelbaum enfatizó que el ritmo de ejecución depende de los recursos disponibles y de la continuidad de las políticas provinciales de apoyo.
La eliminación de la obra pública a nivel nacional tuvo efectos devastadores en Misiones. Muchas empresas, especialmente las que trabajan en obras de mayor escala financiadas con recursos federales, debieron achicarse. “Pudimos mantener nuestros equipos técnicos gracias al acompañamiento provincial, pero fue un año de ajustes y menores volúmenes de trabajo”, explicó.
Asimismo, señaló que durante todo 2024 el sector registró una caída significativa en el empleo formal. Recién en octubre lograron superar los 6.000 obreros registrados en la provincia, luego de moverse en torno a los 5.000 durante gran parte del año. En comparación con 2023, los números siguen siendo bajos, reflejo del impacto de las obras paralizadas y las licitaciones que no se concretaron.
“Algunas obras avanzaron hasta el 50% o 70% y fueron paralizadas. En otros casos, la provincia asumió la responsabilidad de continuarlas. Pero no es suficiente: necesitamos que regresen las políticas nacionales de obra pública para sostener al sector”, remarcó.
De cara al próximo año, las expectativas del sector se centran en un cambio en las políticas nacionales. La reanudación de obras paralizadas y la continuidad del plan de obras provinciales son clave para recuperar el dinamismo de la construcción. “La construcción es la madre de muchas industrias y mueve economías regionales. No solo nos afecta a nosotros, sino también a una gran gama de sectores relacionados”, enfatizó la titular de CAMECA.
Por otro lado, las obras privadas también comenzaron a mostrar signos de reactivación. La estabilización de la inflación durante el segundo semestre permitió una mayor previsibilidad en los costos, lo que incentivó inversiones en desarrollos inmobiliarios. “El equilibrio en los precios del metro cuadrado ayuda a planificar y ejecutar obras privadas. Pero estas no reemplazan las grandes obras de infraestructura que solo puede realizar el Estado”, sostuvo.
A pesar de las dificultades, el sector de la construcción en Misiones sigue en pie, impulsado por el esfuerzo conjunto de las empresas y las políticas provinciales. Las obras públicas y privadas continúan siendo fundamentales para la economía local, y las expectativas para 2025 se centran en la reactivación del empleo y la actividad.
“La inversión en obra pública es para la gente y consideramos que es fundamental”, concluyó Epelbaum. Con un panorama más estable en términos inflacionarios y la esperanza de un cambio en las políticas nacionales, el sector se prepara para enfrentar los desafíos del próximo año con renovado optimismo.
Visión Misionera 2025: cerca de 1000 personas ya votaron por la Empresa Modelo de Misiones https://t.co/zqzjvFcBhK
— misionesonline.net (@misionesonline) December 12, 2024