Después de dos años de cosechas pobres y precios altos, los más de 9.000 productores de mandioca de Misiones cosecharon en 2024 más de 100 millones de kilos, 65% más que el año pasado y un récord histórico para el sector. Con abundancia de producto, los precios bajaron en términos reales pero se pudo vender todo lo que se cosechó. Para el año próximo se estima que la producción será menor, algo deseable para evitar los efectos negativos de una superproducción.
La industria del almidón también alcanzó números récord. Se elaboraron 22 millones de kilos de fécula que fueron destinados al mercado interno, especialmente a la industria de embutidos y chacinados.
La cosecha récord respondió a dos factores: el clima y un mayor interés de los productores.
El sector venía de dos cosechas seguidas que fueron pobres, principalmente por efecto de sequías. Como el producto escaseó, los precios aumentaron de manera pronunciada y eso incentivó a los productores a sumar hectáreas a este cultivo.
En 2024 el clima cambió y esas nuevas hectáreas, sumadas a las anteriores, entregaron altos rindes y se cosecharon 65% más raíces que el 2023.
La ley de oferta y demanda hizo lo suyo y los precios de la mandioca bajaron (en términos reales) en comparación a los del año pasado, pero no quedó nada por vender.
Según las estimaciones del sector, la caída de los precios provocará que los productores planten menos hectáreas este año y eso debería equilibrar el mercado.
Para los elaboradores de fécula, el principal desafío pasa por competir con el producto que entra de Brasil y Paraguay, países que trabajan con mejores costos. El punto a favor que tienen los productores locales es la calidad, reconocida por todos los clientes como superior a la del producto importado.
El dólar barato es un factor que limita el crecimiento del sector, porque dificulta las exportaciones y ofrece una ventaja comparativa a los importadores.