El Gobierno de Javier Milei cerrará el año con un ajuste fiscal equivalente al 5% del PBI, tras aplicar recortes significativos en jubilaciones, gasto de capital y transferencias a las provincias. El resultado positivo se logró a través de una reducción drástica en el gasto público, a pesar de las críticas y la controversia generada.
El Gobierno de Javier Milei está a punto de cerrar el año fiscal con un ajuste equivalente al 5% del Producto Bruto Interno (PBI), un resultado que muchos consideraban difícil de lograr al principio del mandato. Según las estimaciones, hasta el mes de noviembre el ajuste acumulado había alcanzado un 3,7% del PBI, y el último mes del año debería llevar este número hasta el 5%, superando el déficit del año anterior que se encontraba en un 4,43% del PBI.
Este resultado fue el fruto de una serie de medidas drásticas tomadas bajo el denominado plan «motosierra», que se tradujo en recortes severos en varias áreas clave del gasto público. El ajuste fiscal fue particularmente duro para los jubilados, quienes han visto una reducción del 30% en el gasto en jubilaciones. Además, el gasto de capital se recortó significativamente al frenar las inversiones en infraestructura, lo que podría generar un deterioro en las rutas, puertos y energía. Las transferencias discrecionales a las provincias también fueron reducidas en un 70%.
En paralelo, el Gobierno de Milei logró reducir el «gasto político» o lo que se denomina como “obra pública”. A través de un enfoque que presume irregularidades en las inversiones públicas, el gobierno ha optado por eliminar este tipo de gastos, lo que se alinea con la campaña de “reducir el gasto del Estado”.
A pesar de los ajustes impuestos, los resultados del superávit primario de la Administración Pública Nacional (APN) hasta noviembre alcanzaron los $1,14 billones, mientras que el déficit financiero fue de $44.802 millones. Estos números reflejan ingresos por $8,88 billones y gastos primarios por $7,74 billones, con pagos por intereses que sumaron $1,18 billones, elevando el gasto total a $8,9 billones.
Pablo Quirno, Secretario de Finanzas, también ha empleado instrumentos como las Letras Capitalizables (LECAP) y las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) para retirar pesos del mercado, una maniobra que, aunque criticada, ha contribuido al superávit financiero. Sin embargo, algunos economistas, como los de la consultora 1816, sugieren que el superávit podría haberse logrado sin estos instrumentos si se ajustaran por inflación los intereses de los bonos emitidos.
A pesar de las controversias y la crítica sobre los recortes sociales, el Gobierno mantiene que el ajuste era necesario para reducir el déficit fiscal y fortalecer la estabilidad económica del país. “La Argentina no tolerará actos de esta naturaleza contra sus ciudadanos”, expresaron desde el Gobierno, defendiendo la medida como esencial para cumplir con los compromisos financieros del país.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024