Urutaú Esports compitió en Makerland 2024: “Hay que tener reflejos para reaccionar a las situaciones dentro de la partida”, sostuvo Lautaro Sarasola 

En el marco del Makerland 2024, el evento tecnológico más grande de la región, que sellevó a cabo en el Parque del Conocimiento de Posadas, Lautaro Sarasola, jugador de esports y miembro de Urutaú Esports, conversó sobre su trayectoria en el mundo de los videojuegos competitivos, su experiencia en el torneo y su visión sobre el futuro de esta disciplina.

Consultado sobre las habilidades esenciales para un jugador profesional, Sarasola listó una serie de requisitos necesarios para desenvolverse correctamente en los deportes electrónicos. “Esencialmente, hay que tener reflejos, para poder reaccionar a las situaciones que se van presentando dentro de la partida. Hay que tener conocimiento del juego, para saber qué podés hacer y qué no. Y después, hay que tener coordinación en el equipo también, que me parece muy importante”, dijo.

Lautaro comenzó a jugar videojuegos desde niño y recordó cómo enfrentó comentarios negativos sobre su afición. “Sí, el típico comentario de ‘virgo’”, afirmó. “Los recibí porque a mí personalmente me interesa mucho lo que es los juegos y los esports, pero no hubo ninguno que me haya tomado realmente en serio. Son comentarios que salen desde la ignorancia».

El joven reflexionó sobre las críticas relacionadas con los efectos psicológicos y físicos de pasar muchas horas frente a una pantalla desde pequeño. “No necesariamente afecta. Creo que, como cualquier otra cosa que estimula el cerebro, si se hace de forma correcta puede estar bien. Porque hay juegos que te ayudan a resolver problemas, los juegos de puzles, por ejemplo, o los plataformeros, que realmente enseñan. Tampoco voy a vender humo y decir que es súper importante para el desarrollo de una persona, pero creo que también tiene muchas cosas positivas”, explicó.

Sobre la salud visual, agregó que tampoco es un problema muy grande en el contexto de los videojuegos. “La gente se queda con lo de la vista, por ejemplo. El típico comentario que te dicen: estás todo el día enfrente de la pantalla, se te van a arruinar los ojos. Y la verdad que no”, indicó.

Las partidas en las que partició en el Makerland se desarrollaron en una sala de cine reacondicionada. La experiencia de jugar en un lugar como ese fue algo único para Sarasola. “Es raro estar en el lado equivocado, por así decirlo, de la sala de cine, mirando hacia atrás en vez de la pantalla, pero estuvo muy lindo”, dijo.

En cuanto a su equipo, Urutaú Esports, contó cómo llegó a formar parte de él. «Me invitó ‘Sobo’, que era nuestro jungler en esta partida, que también es director. Ahí organiza lo que es la parte de esports en Misiones Gamer. Me conoce, me vio jugar muchas veces. Sabe que tengo la habilidad para estar ahí”, recordó.

Sobre su preparación, destacó la importancia de entrenar en equipo. “Nosotros durante ya varias semanas venimos jugando juntos, entre los cinco. Repasando las partidas con las repeticiones, viendo qué hicimos bien, qué hicimos mal, qué podemos cambiar, qué podemos corregir o mejorar. Y después obviamente la parte de la selección de campeón, que nos permite saber cómo podemos armar un mejor equipo”, manifestó.

Sarasola también habló sobre el avance de los esports en el ámbito internacional, mencionando un ejemplo en Corea del Sur. “En Corea del Sur tienen el servicio militar obligatorio, excepto para deportistas condecorados. Y si uno gana una competencia de Olimpiadas de Asia en los esports, cuenta como deportista condecorado y puede no hacer el servicio militar”, contó.

Aunque se mostró agradecido con la oportunidad de participar en Urutaú, no confirmó si continuará en el equipo. “Veremos si sigo después de esto o si fue solo por hoy. Tengo la propuesta, por así decirlo, pero lo tengo que pensar”, afirmó el deportista.

Finalmente, Lautaro reflexionó sobre su relación con los videojuegos. Admitió que tiene una biblioteca extensa en Steam. Sin embargo, destacó que su pasión va más allá del gasto que conlleva mantener una biblioteca como ella. “El tema es que la relación con el League of Legends, como saben todos los jóvenes, es amor-odio constante. Pero más allá de eso, me gustan otros juegos”, dijo. También opinó sobre los altos costos actuales en los videojuegos. “Un juego copado puede rondar los 70 mil pesos, un poco más por ahí. Pero no necesariamente son los mejores juegos. Jugué juegos que me salieron 300 pesos y los disfruté muchísimo también”, dijo.

El joven destacó asimismo el apoyo de su familia, incluso en momentos de euforia frente a la pantalla. “Mis padres se tuvieron que aguantar muchas cosas. Yo gritándole a la pantalla como un boludo. Siempre me bancaron, nunca me criticaron de más. Obviamente ellos me compraban la compu para que yo juegue, así que muy agradecido con ellos”, concluyó.

Makerland 2024: el evento tecnológico más grande de la región deslumbra en el Parque del Conocimiento de Posadas

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