La palabra “límites” puede evocar una sensación de restricción, de barrera. Sin embargo, en el ámbito del desarrollo personal, no son un muro que nos encierra, sino la puerta que nos abre a una libertad más auténtica. Son herramientas para cuidar nuestro bienestar, proteger nuestras relaciones y priorizar lo que verdaderamente importa.
¿Por qué es tan difícil poner límites?
Muchas veces evitamos establecer límites por miedo a lo que pensarán los demás. “Si digo que no, van a creer que soy egoísta”, pensamos. Otras veces, simplemente no sabemos cómo hacerlo, porque nunca nos enseñaron. La paradoja está en que, al no poner límites, terminamos sacrificando nuestro tiempo, energía y paz interior, lo que nos aleja de la vida que queremos vivir.
Límites en acción
Establecer límites no significa ser inflexible ni perder empatía. Es comunicar con claridad qué es aceptable para vos y qué no, siempre desde el respeto. Aquí tienes algunos ejemplos prácticos:
- En el trabajo: Imagina que tus compañeros suelen delegarte tareas que no te corresponden. Puedes decir algo como:
“Entiendo que necesitas apoyo, pero en este momento tengo mis propios compromisos. ¿Podemos buscar otra solución juntos?” - En la familia: Si recibes constantes llamadas en horarios inoportunos, podrías establecer un límite así:
“Me encanta hablar con vos, pero durante mi horario laboral no puedo atender el teléfono. ¿Qué te parece si hablamos después de las 6?” - Con amigos: Si alguien tiende a burlarse vos, de forma que te incomoda, podrías expresar:
“Valoro mucho nuestra amistad, pero prefiero que no hagas bromas sobre este tema, porque me hace sentir incómodo.”
La relación entre límites y libertad
Poner límites puede parecer incómodo al principio, especialmente si no estás acostumbrado. Sin embargo, al practicarlo, descubres algo poderoso: empiezas a recuperar tiempo y energía para vos, para lo que amas y para lo que realmente te importa. Esa sensación de libertad, de poder decidir y vivir bajo tus propios términos, es invaluable.
Poner límites también mejora las relaciones. Cuando te comunicas con honestidad, las personas saben qué esperar de vos y se genera una dinámica de respeto mutuo.
Una invitación para reflexionar
Pregúntate:
- ¿En qué áreas de mi vida me siento sobrecargado o invadido?
- ¿Qué conversaciones necesito tener para establecer límites claros?
- ¿Qué pasaría si empiezo a priorizar mis necesidades sin sentirme culpable?
Al final del día, los límites no son un acto de egoísmo, sino un acto de amor propio. No son cadenas, sino las llaves que abren la puerta hacia una vida más plena, consciente y libre.
¿Qué límites necesitas establecer hoy para ser más fiel a vos mismo? Pensalo… quizás sea el momento de empezar.
Si crees que por el momento, no estás pudiendo hacerlo sola/o, estoy para acompañarte. Pedí posibilidad ¡pedí coaching!
Ester Inglese
Coach Ontológico Profesional
wsp 3751 660207 / ig ester.inglese