El 22 de diciembre marcará el fin del impuesto PAÍS, un gravamen que estuvo vigente durante más de cuatro años y que afectaba a productos importados, así como a la compra de divisas para ahorro y gastos en el exterior. La eliminación de este tributo, que llevaba un 7,5% de recargo sobre productos importados y sobre el dólar tarjeta y dólar solidario, ha generado una creciente preocupación por las consecuencias fiscales que traerá consigo, especialmente en un contexto en el que el superávit fiscal es uno de los pilares del programa económico del Gobierno de Javier Milei.
¿Cómo se redistribuían los fondos del impuesto PAÍS?
Según los datos presentados por el jefe de Gabinete, el 70% de lo recaudado por el impuesto PAÍS iba destinado a los programas de la ANSES y PAMI, mientras que el 30% restante se distribuía entre el FISU (1%), obras de infraestructura (94%) y programas de fomento al turismo nacional (5%). Sin embargo, con la eliminación del impuesto, se reducirán sustancialmente las partidas que financian estas áreas.
Hasta el 30 de septiembre de 2024, el impuesto PAÍS había recaudado un total de $5.277.113,8 millones. De esta suma, $3.170.888,7 millones fueron destinados a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), $1.374.487,4 millones a la Secretaría de Obra Pública, $547.320 millones al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, $105.141,6 millones a fondos fiduciarios y $79.276,1 millones a la Secretaría de Turismo.
El desafío de reemplazar los fondos perdidos
El principal desafío que enfrenta el Ejecutivo es cómo reemplazar la recaudación perdida por la eliminación del impuesto PAÍS. A pesar de que el Gobierno espera que la flexibilización de las normativas de comercio internacional impulse los ingresos tributarios mediante un mayor volumen de importaciones, no ha detallado cómo esos ingresos serán destinados a las mismas partidas que antes financiaba el tributo.
“El mayor volumen de operaciones de comercio internacional incrementará los ingresos tributarios, no solo de manera directa ante el incremento de operaciones de importación, sino también de manera indirecta ante la reactivación de la actividad económica local”, explicó el Ministerio de Economía en el informe de gestión presentado al Senado.
En cuanto al impacto en los programas financiados por el impuesto PAÍS, no se precisaron detalles sobre cómo se compensarán las pérdidas para ANSES, la obra pública y otros sectores clave.
Impacto en la economía y en las cuentas públicas
La eliminación del impuesto PAÍS también implica una serie de ajustes en la política económica del Gobierno. Se espera que la baja de este tributo abarate las importaciones, lo que podría generar una mayor demanda de divisas y afectar las reservas del Banco Central. Sin embargo, el equipo económico confía en que la reactivación de la actividad local generará ingresos adicionales a través de otros impuestos.
“La primera lectura es que un tipo de cambio más bajo puede profundizar el déficit de cuenta corriente, lo que implicaría una mayor entrada de capitales para financiarlo. Sin embargo, el objetivo principal del Gobierno es reducir los precios finales de los bienes y controlar el costo argentino”, explicó la consultora PPI.
Con la eliminación del impuesto PAÍS, los precios de los bienes no regulados, que representan más del 65% del IPC, podrían experimentar una desaceleración en el ritmo de aumento. Se espera que el impacto sobre el IPC sea relevante, aunque este cambio podría ser gradual y distribuirse entre diciembre y enero.
Por otro lado, el Gobierno también ha expresado su intención de avanzar en una reforma tributaria, aunque sin ofrecer detalles concretos sobre los plazos o el alcance de la misma. “Se está efectuando un análisis integral sobre una reforma tributaria que elimine distorsiones y consolide el sendero fiscal”, menciona el informe de la Jefatura de Gabinete.
El futuro de la economía argentina depende de cómo se logren manejar los efectos de la eliminación del impuesto PAÍS y las posibles reformas fiscales que se implementen en el futuro cercano. En un contexto económico desafiante, la pérdida de ingresos podría poner presión sobre el superávit fiscal y la estabilidad de las cuentas públicas.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024