La fórmula dio buenos dividendos para el disfrute de posadeños y turistas. 25 establecimientos albergaron el pasado sábado una movida que dinamizó la economía de propietarios y artistas e incrementó la cartelera de espectáculos. Otras ciudades de la provincia quieren emular la experiencia.
La primera edición de la noche de bares y restaurantes en Posadas fue un éxito porque tuvo un triple impacto: ganaron los artistas, los comerciantes y el consumidor. Presentado de esa manera, la ecuación cierra por todos lados. Pero el análisis no termina allí y hay otros beneficiarios de una movida que nació casi como una prueba piloto y que puede posicionarse en breve, con una agenda de espectáculos durante el año.
Muchas veces se utiliza la frase “articulación público-privada”, para explicar que el Estado y organizaciones o empresas particulares, se unen con el objetivo de concretar un proyecto. Ocurre en el ámbito de la construcción, la salud, la educación, el desarrollo económico o el medio ambiente, por citar algunos rubros. Sin embargo, en la cultura, el camino siempre es cuesta arriba y las acciones suelen ser efímeras, apuntadas a eventos puntuales y sin el respaldo para que se sostengan en el tiempo.
Con la excusa de recibir el Día de la Tradición a pura música y danza, la secretaría de Estado de Cultura de Misiones organizó el pasado sábado 9 de noviembre, una propuesta que unió folklore con gastronomía y puso en valor a los artistas locales, que se reencontraron con un público que muchas veces no concurre a festivales. El desfile de grupos musicales y bailarines, incluyó un tour de serenateros, que derrocharon su talento por bares del centro, la Costanera, e incluso llegaron hasta el lejano barrio Itaembé Guazú. Y en una muestra de solidaridad, arrancaron en el patio del hospital Carrillo, provocando la alegría de internos y personal del nosocomio.
Desde las 18 y hasta minutos después de la medianoche, 25 establecimientos gastronómicos presentaron bandas de la región, que incrementaron sus habituales ventas de los sábados por la noche. En improvisados escenarios, los mini recitales levantaron al público y se hizo espacio para bailar entre mesas, platos y mozos. En una ciudad que hace rato se posicionó como el portal del turismo de la provincia, combinar infraestructura con una agenda cultural, es una fórmula que casi nunca falla.
Con la noche de los bares ganaron todos. Los artistas ya tenían asegurado un cachet de base y sumaron lo que se recaudaba por derecho de espectáculo en sus respectivas actuaciones. En cada bar o restaurant, hubo un equipo técnico a cargo del sonido que también trabajó y cobró por garantizar que las bandas sonaran bien.
Los gastronómicos que aceptaron el desafío, motivados por la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (Amhbra), incrementaron sus ventas y en algunos casos, descubrieron un formato que pueden incorporar como cartelera, contratando directamente a un artista cada fin de semana. Un conocido restaurante del centro, ya se plantea armar un escenario para convocar grupos musicales al menos, una vez por mes.
Los siempre exigentes consumidores también ganaron con la Noche de los Bares y Restaurantes. En algunos casos fueron al lugar de siempre y se encontraron con música “a volumen moderado”, destacaron. Otros fueron por primera vez a un restaurante de la zona de Villa Cabello, porque eligieron a los artistas que querían escuchar. Establecimientos que no suelen estar en la órbita de la gran masa que se mueven los sábados por la noche, tuvieron que conseguir más mesas y sillas, como ocurrió en la zona de la Rotonda e Itaembé Guazú.
El banco Macro también participó, otorgando descuentos para los que operaban mediante la billetera virtual Modo e incluso desde el Puente que une Encarnación con Posadas, habilitaron más casillas el sábado a la tardecita, permitiendo la fluidez de visitantes que llegaron desde la Capital de Itapúa.
Otro aporte vital fue el de la Municipalidad de Posadas, que bajó el precio de la tasa que se abona por espectáculos públicos y se sorprendieron porque no recibieron una sola denuncia por ruidos molestos, a pesar de que la música invadió la ciudad.
Ganar, ganar, ganar. La movida de la Noche de los Bares dejó contentos a todos y con ganas de más. Desde Cultura de la Provincia apostaban a eso, a la unión entre artistas y gastronómicos con una propuesta integral para posadeños y turistas. Entienden desde el organismo que conduce Joselo Schuap que, bien organizado, se puede plantear hacerlo cada dos o tres meses. Pero en el medio, otros municipios como Oberá, Eldorado o Iguazú, piden pista para una movida similar.
Una idea simple, efectiva, con muchos ganadores y muy pocos perdedores. Los propietarios de bares y restaurantes que no se sumaron a la movida, ya se plantean subirse a ese colectivo. Hay más grupos musicales prestos a una invitación, sólo resta incorporar a más gastronómicos y marcar una próxima fecha en el calendario.
Ver esta publicación en Instagram