Leopoldo Santucho, socio de la consultora Inteligencia Colectiva, abordó en profundidad la estrategia internacional que el presidente Javier Milei está esbozando desde su llegada al poder.
Según el consultor, la relación de Argentina con Estados Unidos bajo Milei se perfila como “una suerte de reedición de las relaciones carnales” de los años noventa. Esta postura implica un alineamiento casi automático con Estados Unidos e Israel y un enfoque aperturista en lo comercial, aunque con particular cautela hacia China, el principal socio comercial de Argentina después de Brasil.
Este posicionamiento, dice Santucho, promete “un nuevo momento” para el país, pero plantea desafíos sustanciales debido a la dependencia de China en sectores estratégicos y la postura proteccionista de Washington, liderado nuevamente por Donald Trump.
“El presidente Milei mostró una enorme confianza en Trump, una relación que alimenta la expectativa de un alineamiento firme en el plano internacional”, destacó Santucho.
Esta simpatía común incluye una agenda de valores que ellos llaman “anti-woke” y que ambos mandatarios promueven como una defensa de “principios tradicionales y de la libertad individual”, al igual que un cuestionamiento directo a potencias y políticas que consideran opuestas a sus ideales, como las posiciones socialistas de China.
Sin embargo, Santucho enfatizó que la dependencia financiera y comercial argentina respecto de China hace de esta una relación ineludible y compleja. “La cuestión China para nosotros es muy sensible, porque el país asiático comenzó a tener una gravitación crucial en la economía argentina”, afirmó Santucho.
Esto se ve especialmente en los sectores de infraestructura, energía y tecnología. Las represas Cepernic y el gasoducto Néstor Kirchner, en el sur del país, son ejemplos de obras inconclusas cuya finalización depende del financiamiento y de las empresas chinas. “No podemos darles la espalda”, agregó.
Parte esencial de esta relación es el swap de monedas entre el Banco Central de Argentina y el Banco Popular de China, un acuerdo que permite a Argentina acceder a yuanes en medio de la escasez de dólares.
“El swap fue un gran salvavidas en los momentos más complejos de Argentina”, señaló Santucho. Puso como ejemplo su rol decisivo para cubrir vencimientos de deuda en dólares en momentos críticos para la economía nacional. “Le da oxígeno al gobierno para enfrentar los vencimientos de enero y los que se vienen a lo largo del año”.
El especialista advirtió, sin embargo, que las reservas netas del país rondan los 7.000 millones de dólares, un nivel bajo que genera tensión en el Banco Central. Explicó que, si bien Milei mantiene una postura crítica hacia el sistema socialista de China, “sería un error político y económico” romper el vínculo con Beijing, dijo.
El gran desafío
El desafío de Milei, según Santucho, será balancear esta relación con la de Estados Unidos, un país con el que Argentina busca mantener lazos económicos y diplomáticos cercanos, especialmente en un momento en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) representa una presión constante.
Con Estados Unidos detentando el 16,49% de los votos en el directorio del FMI, un alineamiento con Washington podría facilitar futuras renegociaciones, aunque Santucho sugiere cautela ante las expectativas. “Hay mucha seguridad por parte de algunos asesores del gobierno de que ese alineamiento va a tener beneficios inmediatos, pero esto es más bien una suerte de pensamiento mágico”, advirtió.
Según el consultor, la postura “America First” de Trump, con su enfoque proteccionista, podría perjudicar a Argentina y dificultar el acceso al mercado estadounidense para productos argentinos, especialmente commodities, como ocurre históricamente cuando Estados Unidos eleva aranceles para proteger su industria.
La política monetaria recesiva que Trump impulsará para controlar la inflación también podría tener un impacto indirecto en Argentina. “Las medidas recesivas como control de la inflación son una bomba de tiempo para los gobiernos en términos de imagen pública”, advirtió Santucho.
Proteccionismo
La política proteccionista de Trump, por otro lado, podría limitar el flujo de inversiones. Santucho describió esta situación como una “aspiradora industrial de capitales” que Estados Unidos activa cada vez que sube las tasas de interés y adopta políticas de estímulo para la industria local.
“Históricamente, cuando esto ocurre, los capitales del mundo se redirigen a Estados Unidos y dejan de mirar a los mercados emergentes como el argentino”, indicó Santucho.
A pesar de que Milei espera atraer inversiones extranjeras para sostener el crecimiento económico, el consultor advierte que estas condiciones dificultan las oportunidades de financiamiento externo. Además, la alta inestabilidad política global, sumada a las guerras en Ucrania y Oriente Medio, complica las proyecciones de un flujo de capital hacia América Latina.
El rol de China
En paralelo, el rol de China en la región no pasa desapercibido para el gobierno de Biden, quien expresó inquietudes sobre la presencia del país asiático en áreas sensibles como la base aeroespacial de Neuquén.
Santucho explica que los proyectos chinos en Argentina van más allá de la tecnología espacial, abarcando sectores como el litio y el sistema ferroviario, que resultan estratégicos en términos económicos y geopolíticos.
“Es preocupante para Estados Unidos la presencia de China en toda la región, y Argentina, con sus recursos naturales, es una pieza clave en ese tablero”, observó Santucho. Más allá de la política de alineamiento de Milei con Estados Unidos, existen elementos de cooperación con China que Argentina no puede ignorar sin asumir riesgos económicos importantes, manifestó.
Seguridad en la triple frontera
Por otra parte, el analista restó importancia a ciertos discursos alarmistas sobre la seguridad en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, un área que, según informes, albergaría redes de lavado de dinero y grupos terroristas.
“No es un tema que desvele al gobierno de Estados Unidos”, aseveró Santucho, quien cita que las agencias de inteligencia estadounidenses, como la CIA y la DEA, incluyen estas informaciones en sus informes para justificar sus operaciones en la región.
Sin embargo, recalcó que los problemas de seguridad en Argentina están más concentrados en Rosario y el estuario platense, donde se encuentran los puertos de mayor tráfico de contrabando.
Patrones de votación
En cuanto al escenario político, Santucho observó un cambio en los patrones de votación a nivel global, que se refleja en el auge de lo que denomina una “nueva derecha global”. “Despierta una simpatía masiva y un fervor que no se veía desde hace mucho tiempo”, dijo sobre él.
En ese sentido, comparó el apoyo popular que Milei genera con el respaldo que Donald Trump logró en Estados Unidos, especialmente en las zonas rurales y en distritos donde se concentra la clase trabajadora.
“Milei despierta muchas más simpatías y mueve muchas más masas que Macri en su momento, y con una agenda inclusive más radical”, reflexionó. El fenómeno, dijo, se debe a una “crisis de representación” que afecta a las democracias occidentales. En su opinión, esta “nueva derecha” se caracteriza por su capacidad de movilizar masas y su rechazo a las élites políticas tradicionales.
“Estamos en la construcción de una nueva escena”, observó, destacando que las identidades políticas son “muy fluidas y cambiantes” y que los ciudadanos tienden a modificar sus preferencias en periodos cortos.
Según él, esta volatilidad obliga a los gobiernos a implementar políticas de impacto inmediato, ya que las presiones sociales y económicas limitan las oportunidades de éxito a largo plazo.