¿Se puede cambiar?

Realmente, si querés cambiar, podés cambiar. Requiere un alto compromiso con vos mismo… disciplina, trabajo personal, constancia… que se sostiene con los ¿“para qué” quiero cambiar? Tener suficientes motivos para hacerlo y recordarlos (en ese momento en que estás dudando si se justifica, si vale la pena, si es necesario y tantas otras cosas que pensamos cuando nos resistimos…) es la clave.

“¿Es magia? ¿Es un milagro? No, sos vos, trabajando en vos”.

Cuando venimos repitiendo los pensamientos que nos llevan a los mismos resultados y esos ya no nos satisfacen, es momento de cambiar.

 

Hoy les traigo el concepto de “inteligencia de cambio” que se está usando éstos últimos años, ¿cuán inteligente sos para cambiar? 

Como lo explica Estanislao Bachrach es la capacidad de declarar “yo, quiero cambiar, para que me vaya diferente”. Poder decirlo es un indicador de un alto coeficiente de inteligencia de cambio.

¿Sos consciente de que querés cambiar? ¿Sabés cómo hacerlo?

Tener ganas, querer hacerlo y practicar lo nuevo son los pasos que te aseguran llegar a tu meta.

 La buena noticia es que la voluntad, tu compromiso, tu constancia, también se entrenan.

Poder preguntarme… ¿Qué tengo que pensar para que me vaya diferente? Para sentirme más seguro, más tranquilo, más motivado…(escribirlo es de gran ayuda!)

Tengo que creer que puedo…

Entonces, como dice éste científico y autor de numerosos libros… tenés que comenzar a explorar… y preguntarte.

¿Qué situación me incomoda, me molesta… me estresa, me da miedo, estoy evitando? 

Podemos hacer una lista si encontramos varias situaciones, quizás tengan en común más de lo que vos crees… y ahí paso a la otra etapa…

¿Qué estoy pensando cuando no puedo? Poder detectar y elegir cambiarlo por un pensamiento que yo conscientemente elijo, entrenando la mente para que me lo repita en el momento exacto es la clave del éxito.

Como ya lo vimos muchas veces, muchos de los pensamientos que pensamos, no son reales… ¡tienen que ver con lo que me digo, lo que me dijeron… con mis creencias limitantes! así que, en esa situación, le voy a decir lo que tiene que pensar. 

Y cada vez que me encuentre pensando que no, le digo que si… repitiendo eso que creo, ahora que lo vi, las veces que sea necesario, hasta que sea natural pensar así.

Es como resetear tu mente. Se consigue reemplazar la nueva creencia por otra que nos permite alcanzar ese objetivo que nos propusimos.

Quizás te preguntes… ¿Ocurre de la noche a la mañana? No.

Ahora te pregunto yo… ¿querés cambiar? Pensalo… y si crees que por el momento no estás pudiendo hacerlo sola/o, estoy para acompañarte.
Pedí posibilidad. Pedí coaching.

 

Ester Inglese

Coach Ontológico Profesional Acreditado

Coach de Prosperidad en formación.

wsp 3751 660207 / ig ester.inglese

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